El mercado mundial de tratamiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA) se prevé que alcance los 11.420 millones de dólares en 2028, creciendo desde los 9.010 millones de dólares en 2021, según un informe de investigación de mercado realizado por “360 Research Reports” y anunciado en un comunicado de prensa el lunes.

Se trata del último de una serie de informes publicados en los últimos 12 meses en los que se prevé un enorme crecimiento del sector del tratamiento de los TEA en los próximos años debido al aumento de las tasas mundiales de autismo y de la inversión en investigación y desarrollo farmacéutico.

Al comentar el informe, el doctor James Lyons-Weiler declaró a “The Defender”:

“Durante décadas, se negó el aumento del autismo, y cualquier debate sobre el tratamiento del autismo era recibido con las mismas reacciones burlonas que difamaban y caracterizaban erróneamente a los padres y médicos que intentaban dar a estos niños un día a día mejor.”

Lyons-Weiler, autor de “Las causas ambientales y genéticas del autismo” (“The Environmental and Genetic Causes of Autism”), añadió:

“Ahora que las farmacéuticas, (“Pharma”), han reconocido la magnitud de la población clínica de personas con espectro y están trazando un camino traslacional hacia sus beneficios, por fin se considera correcto admitir el aumento y lanzarse de cabeza a los programas de tratamiento”.

“Yo les digo a los padres de niños con autismo, y a los adultos con autismo: Cuidado con las farmecéuticas”.

Toby Rogers, doctor en Políticas Públicas, dijo a “The Defender”: “Todo lo que aparece en ese comunicado de prensa es desgarrador”.

Rogers dijo que el comunicado se refiere al mercado de psicofármacos, incluidos los antipsicóticos Risperdal y Abilify, para “tratar” el autismo.

“Estos medicamentos son increíblemente tóxicos y no funcionan muy bien”, dijo, señalando que Johnson & Johnson pagó 2.200 millones de dólares en multas civiles y penales por comercializar indebidamente Risperdal para tratar el autismo (y otras afecciones) y luego siguió haciéndolo.

Rogers añadió:

“Johnson & Johnson también ha pagado miles de millones de dólares en demandas civiles porque Risperdal está relacionado con la ginecomastia -crecimiento de tejido mamario en varones (el objetivo principal de este fármaco).

“El hecho es que no existe ninguna píldora para tratar el autismo, pero el mercado es enorme porque las familias están desesperadas por recibir ayuda”.

Las evaluaciones del valor de mercado actual y sus proyecciones futuras varían mucho en los distintos informes. Pero todas las estimaciones prevén una expansión enorme del mercado: entre un 3,4% y un 7,4% de crecimiento anual compuesto de aquí a 2030.

En el extremo inferior, “Grand View Research” ha estimadoun valor de mercado de unos 2.000 millones de dólares en 2021 y un crecimiento previsto hasta los 3.290 millones de dólares en 2030. En el extremo superior, “Market Research Future” evaluó el valor del sector en 23.700 millones de dólares en 2021 y previó un crecimiento hasta 42.300 millones de dólares en 2030.

El último informe de “360 Research Reports” evalúa los tratamientos y fármacos utilizados para diagnosticar y tratar el TEA, proyecta los beneficios futuros por grupos de edad, regiones geográficas y otros factores, y analiza los principales representantes de las grandes empresas farmacéuticas, “Big Pharma”.

Según el informe, las principales empresas del sector que obtendrán beneficios son Otsuka, que actualmente controla el 6% del mercado, seguida de AstraZeneca, Pfizer, Eli Lilly, Johnson & Johnson y Roche.

Crece el mercado de fármacos para tratar el autismo, pero con graves efectos secundarios

Un estudio reciente mostró que en Estados Unidos, aproximadamente 1 de cada 30 -el 3,49%- de los niños y adolescentes de entre 3 y 17 años fueron diagnosticados con TEA en 2020, un aumento del 53% desde 2017.

Estados Unidos es actualmente el mayor mercado de tratamiento de los TEA. Sin embargo, los informes citan la creciente prevalencia mundial de la enfermedad, junto con una mayor concienciación sobre la afección y las opciones de tratamiento, y el aumento de la inversión “por parte de los principales actores en iniciativas de I+D para el lanzamiento de fármacos eficaces” como factores clave que se espera que impulsen el mercado terapéutico del TEA.

La mayor limitación del mercado es la falta de medicamentos aprobados para tratar los TEA, según “Grand View Research”.

Los síntomas de los TEA suelen tratarse con estimulantes, anticonvulsivos, antidepresivos tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y ansiolíticos de venta en farmacias, que dominan el mercado, según “Grand View Research”.

Aproximadamente entre el 30% y el 50% de todos los pacientes con TEA fueron tratados con al menos uno de los medicamentos mencionados, lo que llevó a los informes a concluir que cuantas más personas diagnosticadas de autismo, mayor sería el mercado de venta de fármacos.

Varios trastornos del comportamiento y de la salud mental de los niños, incluido el autismo, se asocian a tasas elevadas de polifarmacia psicotrópica (el uso simultáneo de múltiples medicamentos psicotropicos).

Una revisión sistemática descubrió que hasta al 87% de los niños y jóvenes con autismo se les prescriben dos o más medicamentos simultáneamente.

Algunos de los fármacos más recetados para el TEA son los antipsicóticos Abilify y Risperdal para tratar la irritabilidad en niños menores de 12 años, pero también se descubrió que causan efectos adversos, como aumento grave de peso, espasmos musculares involuntarios, conductas adictivas y problemas cardíacos.

Un estudio de 2016 descubrió que aproximadamente 1 de cada 6 niños diagnosticados con autismo tomaba medicamentos antipsicóticos.

“Esto es preocupante y sugiere una posible prescripción o uso excesivos”, declaró a “Spectrum News” el Dr. Matthew Siegel, vicepresidente de Asuntos Médicos de la Línea de Servicio de Trastornos del Desarrollo de “Maine Behavioral Healthcare”.

“Son nuestros fármacos más potentes y potencialmente más problemáticos”, afirma Siegel. “¿Realmente debería ser ese [el tipo de] medicamento que más comúnmente se usara?”

La mayoría de las proyecciones de mercado se centran en el desarrollo y la venta de fármacos, pero otros investigadores de mercado, como John LaRosa, que escribe en el blog Market Research, también señala una “Enorme demanda sin explotar en el mercado estadounidense de centros de tratamiento del autismo, de más de 4.000 millones de dólares”, que, según escribe, “es realmente un mercado/industria en crecimiento”.

Pero Rogers dijo a “The Defender” que los costes del autismo van mucho más allá del precio de la medicación:

“Los psicofármacos son sólo una pequeña fracción de los costes sociales del autismo. Otros costes incluyen la pérdida de salarios (para las personas del espectro y los cuidadores, normalmente madres), servicios de apoyo, mayores costes médicos, mayores costes educativos y vivienda de apoyo.

“Todas las estimaciones exhaustivas del coste del autismo en EE.UU. muestran cientos de miles de millones de dólares anuales en costes actuales que aumentarán hasta un billón de dólares anuales en costes en algún momento de la próxima década”.

El camino a seguir: “Mantener los productos tóxicos fuera del cuerpo de los niños”.

A medida que las tasas de autismo se disparaban entre los niños estadounidenses en las últimas décadas, junto con la preocupación de los padres, muchas investigaciones se centraron en investigar el papel de los factores de riesgo ambientales como agravantes de diversos factores genéticos subyacentes.

Los factores de riesgo ambientales incluyen metales como el aluminio y el mercurio en las vacunas, la exposición al glifosato, el uso de paracetamol durante el embarazo y la infancia, los metales pesados en los alimentos infantiles y otros contaminantes ambientales orgánicos.

Los estudios también relacionan sustancias químicas industriales, como el plomo, el arsénico, el cobre, el selenio, el hierro y el magnesio, con el trastorno.

Varios estudios realizados en los últimos años han identificado una relación entre el autismo y el Tylenol, que también está relacionado con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otros problemas de desarrollo.

Más de 100 familias han demandado a Tylenol.

A pesar de las crecientes pruebas de que los factores ambientales pueden desempeñar un papel en el desarrollo del TEA, la investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades a través de la Red de Vigilancia del Autismo y las Discapacidades del Desarrollo no investiga las exposiciones ambientales como posible causa.

Los informes actuales de proyección de mercado para el diagnóstico y tratamiento de los TEA no hacen ningún comentario sobre la prevención.

Rogers continuó:

“La tragedia de todo esto es que sabemos cómo prevenir la mayoría de los casos de autismo: mantener los productos tóxicos fuera del cuerpo de los niños. Pero la mayoría de los políticos y los principales medios de comunicación se niegan a tener esa conversación para no enfadar a las industrias tóxicas (especialmente las farmacéuticas, “Pharma”) que dirigen este país y pagan la mayor parte de los anuncios en las “noticias” de televisión.

“Tenemos que encontrar la forma de mantener los productos tóxicos fuera del cuerpo de los niños, tanto a través de la legislación como del boicot a los productos que causan daños. Es la única forma de avanzar”.