Una joven de 17 años hospitalizada con el síndrome de Guillain-Barré (SGB) -una afección que desarrolló tras recibir una vacuna COVID- dijo que está agradecida de no estar paralizada y de no haber muerto.

Shelby Allen, que vive en el condado de Dyer (Tennessee), dijo que empezó a sentir dolor de espalda y hormigueo en los brazos hace unas semanas en una boda. Sus síntomas fueron progresando hasta que se vio incapaz de sentir los brazos y las piernas mientras jugaba a los bolos con el equipo de su colegio.

“Estoy en el equipo de bolos del condado de Dyer, y me di cuenta de que cuando lanzaba la bola, no sentía el brazo ni las piernas”, dijo Allen. “Así que, estaba alucinando”.

Sus padres la llevaron a un médico de Jackson (Tennessee), donde le diagnosticaron SGB. Fue ingresada en la UCI del Hospital Infantil Le Bonheur para recibir tratamiento.

“Cuando llegamos, mi médico… me dijo de entrada lo que creía que era. Me dijo que tenía Guillain-Barré”. dijo Allen.

El Dr. Nick Hysmith, director médico de prevención de infecciones en Le Bonheur, dijo que el SGB es cuando “el sistema inmunológico del cuerpo se confunde un poco y ataca sus células nerviosas, y eso lleva a la debilidad.”

Dijo que la reacción adversa es “extremadamente poco frecuente” y aconsejó a la gente que siguiera vacunándose.

Según la Clínica Mayo, los síntomas iniciales del SGB incluyen debilidad y hormigueo en las extremidades. Los síntomas pueden extenderse rápidamente, llegando a paralizar todo el cuerpo.

Las personas que padecen el SGB suelen experimentar su mayor debilidad en las dos semanas siguientes al inicio de los síntomas. La mayoría de los pacientes con SGB requieren hospitalización.

Según los datos del Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (“Vaccine Adverse Event Reporting System”, VAERS por sus siglas en inglés), se han notificado 22 casos de SGB en niños de 12 a 18 años después de recibir la vacuna COVID, 21 de los cuales se atribuyen a la vacuna de Pfizer.

Entre el 14 de diciembre de 2020 y el 29 de octubre de 2021, para todos los grupos de edad, se notificaron al VAERS 1.591 casos de SGB por parte de personas que se habían vacunado recientemente de COVID.

Allen, que fue trasladada de la UCI a Le Bonheur, dijo que está decidida a caminar en su graduación.

“Debería poder caminar y obtener mi diploma en marzo”, dijo Allen. “Me voy a graduar en el instituto. Debería poder pisar ese escenario y estoy decidida a hacerlo”.

Allen dijo que se siente bendecida. “Podría estar muerta, o podría estar paralizada”.

Como informó “The Defender” el 5 de noviembre, a Diane Ochoa, una superviviente de cáncer de 63 años de Georgia, se le diagnosticó SGB y polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica después de recibir su segunda inyección de Pfizer.

En una entrevista exclusiva, Ochoa dijo que está indignada después de que las lesiones causadas por la vacuna la dejaran con un “dolor horrible”, incapaz de caminar sin ayuda o de valerse por sí misma. Ochoa dijo que ahora sufre lesiones “mucho peores” que las que sufrió con su tratamiento contra el cáncer.

“The Defender” también ha informado sobre un adolescente de Texas al que se le diagnosticó el síndrome de Guillain-Barré unas semanas después de su primera dosis de la vacuna COVID.

“Quería vacunarme”, dijo Wyatt McGlaun, estudiante de último año de secundaria. “Sentí que era lo correcto. Quería viajar y disfrutar de mi último verano antes de la universidad”.

Unas semanas después de ser vacunado, McGlaun sintió debilidad y dificultades para caminar. Le admitieron en el hospital “CHI St. Luke’s Health”, donde se le diagnosticó SGB. Aunque McGlaun dijo que creía que la vacuna era la culpable, los médicos dijeron que podría ser sólo una “coincidencia”.