En 2022, cuando los precios de los alimentos suben como la espuma para los consumidores de todo el mundo, los beneficios del gigante agrícola estadounidense Cargill se dispararon un 23%, hasta alcanzar los 165.000 millones de dólares.

Según el comediante y comentarista de noticias Lee Camp, sacar provecho de una crisis no es nada nuevo para Cargill.

En un reciente episodio de “Las noticias más censuradas“, Camp expone los 150 años de historia de corrupción de Cargill. Califica a la empresa privada de “mafia” cuyo secretismo y control monopólico de la industria le permiten beneficiarse impunemente, a pesar del efecto negativo que la empresa tiene sobre las personas y el medio ambiente.

La familia Cargill-MacMillan, 14 de los cuales son multimillonarios, hoy sigue controlando el 88% de la empresa. Como empresa privada -la mayor de Estados Unidos-, Cargill decide en gran medida lo que comparte con el público sobre el negocio, por lo que rara vez se le hace responsable de la devastación que causa.

En los últimos años, Cargill ha sido vinculada al uso de trabajo esclavo en Costa de Marfil y Uzbekistán, a la destrucción de sindicatos en los EE.UU., al acaparamiento de tierras en Colombia, la deforestación en Brasil, la evasión fiscal en el Reino Unido y la proliferación de granjas industriales conocidas por su crueldad con los animales y la destrucción del medio ambiente en Estados Unidos.

Camp explica cómo Cargill pasó de ser una empresa de almacenamiento de grano en 1865 a un coloso agrícola mundial que controla gran parte del sistema alimentario global mediante el despliegue constante de la misma estrategia: la compra de intereses de control en todos los aspectos del proceso de la granja a la mesa y la manipulación del mercado de materias primas y de futuros.

El comercio de futuros de productos básicos garantizó que Cargill también pudiera beneficiarse agravando las crisis, desde la Gran Depresión y el “Dust Bowl” hasta la crisis alimentaria de 2007, que envió a 150 millones de personas a la pobreza.

“Para Cargill, la crisis alimentaria mundial de [2007] no fue más que otra oportunidad para generar mayores beneficios mientras un número creciente de pobres se hundía en la malnutrición”, afirmó el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, citado en el vídeo.

“Como pueden ver, Cargill es verdaderamente horrible”, dijo Camp. “Monopolizan gran parte de nuestro sistema alimentario. Se lucran en los peores momentos y cometen una serie de otros crímenes contra la humanidad y el medio ambiente”.

Vea el video aquí: