La función de “verificación de datos” de Facebook está diseñada aparentemente para evitar que los usuarios se desinformen sobre asuntos importantes. En cambio, se está utilizando como una herramienta para la propaganda política y la censura de información veraz que no se alinea con ciertas agendas políticas.

Entre otras agendas, Facebook se ha estado empleando para fabricar consentimiento ante las medidas extremas de “confinamiento” en respuesta a la epidemia de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave 2 (SARS-CoV-2).

Esto es evidente en cómo sólo la información que desafía las medidas de confinamiento aparentemente está siendo marcada como desinformativa a pesar de la enorme cantidad de desinformación que propagan los defensores del confinamiento en los medios de comunicación convencionales.

De hecho, es evidente por cómo el propio Facebook desinforma a sus usuarios de modo demostrable a través de su función de “verificación de datos”.

El papel de las pruebas de PCR en las justificaciones cambiantes de las medidas de confinamiento

Un ejemplo reciente es un artículo del 12 de noviembre por el socio de “verificación de datos” de Facebook llamado por Health Feedback, que trata de defender la práctica poco científica de tratar cada prueba de PCR como un “caso COVID-19 “, y utilizando esos números para justificar la continuación o la reimplementación de las medidas de confinamiento.

Las medidas de confinamiento se vendieron inicialmente al público como un medio estrictamente temporal para dar tiempo a los hospitales a adquirir equipos de protección personal (EPP) y ampliar la capacidad de camas hospitalarias. La idea era “aplanar la curva”, lo que significa evitar un pico corto y agudo de casos que abrumaría a los hospitales, al reducir la transmisión con medidas destinadas a prolongar la duración de la onda epidémica.

Aplanar la curva no se trataba de prevenir casos de COVID-19. El área total bajo las curvas hipotéticas sería la misma, sería simplemente más plana y más duradera bajo el escenario de “confinamiento”. La idea no era salvar vidas reduciendo el número total de casos, sino reduciendo el exceso de muertes debido a la falta de acceso al tratamiento médico durante la ola inicial.

Sin embargo, las medidas persistieron, con la justificación que pronto cambió de la necesidad de “aplanar la curva” a la necesidad de reducir los “casos” indefinidamente e independientemente de la capacidad de los hospitales para hacer frente al número de pacientes.

Aquí en Michigan, por ejemplo, la gobernadora Gretchen Whitmer en mayo declaró el objetivo político, que se basa en la fe, de reducir los casos a “casi cero” manteniendo las medidas de confinamiento en vigor hasta que se llegue a comercializar una vacuna que nos salve a todos.

Los números de “casos” COVID-19 se están determinando principalmente mediante el uso de pruebas conocidas como ensayos de reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR), que detectan la presencia de ácido ribonucleico (ARN) específico del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

El problema con esta práctica es que las pruebas de PCR por sí solas no pueden determinar si un paciente tiene COVID-19. El hecho de que una prueba de PCR sea positiva no significa que el individuo que se está haciendo la prueba tenga la enfermedad.

Esa es la verdad que Facebook y su socio de “verificación de datos”, Health Feedback, ahora están tratando de ocultar al público censurando artículos que señalan el problema, mientras que miente rotundamente al decir que una prueba positiva de PCR necesariamente es igual a un “caso COVID-19”.

Las tácticas de censura de Facebook conllevan que menos personas vean las supuestas ‘noticias falsas’

El 16 de noviembre, observé a Facebook censurando contenido cubriéndolo con una advertencia de que una publicación era “Información falsa”. El contenido ha sido “comprobado por verificadores de datos independientes”, afirma la advertencia. A continuación, se permite al usuario seleccionar entre ver información sobre por qué el contenido es falso o proceder a ver el contenido.

Aunque los usuarios pueden seguir viendo el artículo vinculado, la advertencia crea un prejuicio en el lector contra el contenido y así consiguen que sea menos probable que lo vean. Además, cuando Facebook marca las publicaciones, los administradores de grupos de Facebook en los que se ha publicado la información supuestamente falsa reciben esta notificación:

“Para luchar contra las noticias falsas, Facebook empuja el contenido engañoso más abajo en el suministro de noticias y proporciona artículos adicionales sobre el mismo tema. Si un grupo comparte repetidamente noticias falsas, Facebook puede reducir todo el contenido de ese grupo, lo que puede significar que menos personas visiten el grupo. Facebook también puede dejar de sugerir que las personas se unan al grupo”.

Al hacer clic en el botón de “Ver por qué” el contenido es supuestamente falso, en este caso, Facebook me dijo que el artículo vinculado es “Falso” y me dirigió a un “Fact-Check from Science Feedback”, donde “Los verificadores de datos independientes dicen que esta información no tiene ninguna base en la evidencia”.

El enlace lleva a un artículo del 12 de noviembre aparecido en la publicación de Science Feedback perteneciente a Health Feedback titulado “La afirmación de que la alta sensibilidad de la prueba PCR infla los casos de COVID-19 confunde erróneamente el tema de la capacidad de contagio con la presencia de infección”.

Otro enlace va a una página del Centro de Ayuda de Facebook donde se declara: “Estamos comprometidos a luchar contra la difusión de información falsa en Facebook”.

Pero eso es demostrablemente falso. De hecho, son Facebook y Health Feedback los que en este caso están desinformando gravemente al público. La afirmación que este artículo de “verificación de datos” hace —que una prueba positiva de PCR significa necesariamente que la persona que se ha evaluado tiene COVID-19— es falsa. Con el fin de poder argumentar eso, Health Feedback confunde la infección con la enfermedad.

El corolario es que Facebook y su falso socio de “verificación de datos” no tienen ningún problema con la desinformación, siempre que sirva a una agenda política para la que desean producir consentimiento.

¿Censura basada en la “reinterpretación” de los hechos?

El artículo que observé que Facebook marcaba como “falso” se titula “Las pruebas falsas positivas de Covid extenderán los confinamientos injustificados, Fauci admite la ‘precisión minúscula’ “, escrito por el reportero de The Highwire, Jefferey Jaxen. (El vínculo en este caso era para el artículo en GreenMedInfo, donde se volvió a publicar desde el sitio web de The Highwire.)

Ese artículo trata el mismo tema, pero no es específicamente mencionado por Health Feedback, que en su lugar se refiere a un artículo de Just the News escrito por Daniel Payne y titulado “En una entrevista de julio que acaba de aparecer, Fauci advierte que las pruebas COVID ampliamente utilizadas pueden recoger el virus ‘muerto'”.

La información específica citada en el artículo de Payne que Health Feedback y Facebook afirman que es falsa es la siguiente:

” … El Dr. Anthony Fauci pareció reconocer que un gran número de casos positivos de COVID-19 pueden surgir de pruebas hipersensibles que recogen meros fragmentos del virus en lugar de infecciones activas y viables. De ser cierto, muchos pacientes pueden haber estado recibiendo resultados falsos positivos en las pruebas, causando mucha ansiedad innecesaria y perturbación en la vida cotidiana, mientras que el número de casos COVID-19 notificados por las autoridades de salud pública y los principales sitios web de seguimiento de COVID podrían estar muy exagerados”.

Payne estaba citando una entrevista con Fauci, que es el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y miembro del grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca, en This Week in Virology (TWiV) podcast publicado en YouTube el 16 de julio.

Jaxen cita la misma entrevista en su artículo, proporcionando una publicación de Twitter con un extracto incrustado de la parte pertinente de la entrevista sobre las pruebas de PCR, en la que Fauci afirma:

“Lo que ahora parece que está evolucionando para ser un poco como un estándar es que si se obtiene un umbral de ciclo de 35 o más, que las posibilidades de lograr una replicación competente son minúsculas, por lo que si alguien, y usted sabe, lo sabemos, tenemos pacientes, y es muy frustrante para los pacientes, así como para los médicos, que alguien entre y repita su PCR y se le hace a un umbral de 37 ciclos, pero nunca, casi nunca se puede cultivar a partir de un ciclo de umbral 37. Así que creo que si alguien entra con 37, 38, incluso 36, tienes que decir, ya sabes, que son sólo nucleótidos muertos, punto.

Como tanto Payne como Jaxen observan, con razón, la consecuencia de esta excesiva sensibilidad es que las personas están siendo contadas como “casos COVID-19” basados en una prueba de PCR “positiva”, incluso si detecta sólo fragmentos virales no viables que son incapaces de infección.

Como explica de forma concisa y precisa Health Feedback:

“El podcast analizó las pruebas COVID-19 y el valor de la prueba de PCR para informar a las personas analizadas sobre qué medidas deben tomar. La prueba de PCR detecta la presencia del virus amplificando una pequeña parte del material genético del virus. El número de ciclos de amplificación necesarios para llegar a un nivel considerado como un resultado ‘positivo’ también se denomina valor de umbral de ciclo (“cycle threshold”, Ct por sus siglas en inglés).

“El valor Ct depende de la cantidad de virus en una muestra. Cuanto más virus esté presente, menos ciclos de amplificación se necesitan para alcanzar el nivel de un resultado positivo, mientras que una carga viral baja requiere más ciclos de amplificación para alcanzar ese mismo nivel. Si uno tiene un Ct alto o bajo determina si el seguimiento de contactos y las medidas de autoaislamiento serían útiles. Esto se debe a que la carga viral alta (valor bajo de Ct) probablemente indica que una persona es infecciosa, mientras que una carga viral baja (alto valor de Ct) probablemente indica que una persona no es infecciosa o tiene baja transmisibilidad.”

Health Feedback reconoce una vez más: “la prueba de PCR no puede distinguir entre virus infecciosos y ‘muertos’ (no infecciosos)”.

Sin embargo, el socio de “verificación de datos” de Facebook continúa argumentando que “varios medios, incluyendo Just the News, interpretaron incorrectamente esta información para sugerir que la alta sensibilidad de la prueba de PCR es responsable de inflar el número de casos COVID-19 notificados en los Estados Unidos y que el número real de infecciones es menor de lo que indican las cifras notificadas”.

Hacer coincidir los “hechos” con una agenda política

Tenga en cuenta que las palabras “casos” e “infecciones” son tratadas como sinónimos por Health Feedback, lo que añade que la afirmación supuestamente falsa “no distingue entre la capacidad de la prueba para confirmar una infección COVID-19 —que es lo que las cifras de casos miden— con la capacidad de la prueba para determinar el carácter contagioso”.

Por el razonamiento de Health Feedback, “Es inexacto etiquetar estos altos resultados positivos de Ct como ‘falsos positivos’. El término “falso positivo” indica que una persona dio positivo pero no tiene la enfermedad”. Independientemente del valor de Ct, el artículo argumenta, una persona que da positivo “está o ha estado infectado.” Por lo tanto, el artículo concluye, “la sensibilidad de la prueba de PCR no es responsable del alto número de casos COVID-19 en los EE.UU. En pocas palabras, los números de caso COVID-19 son altos porque hay muchas personas infectadas.”

Health Feedback procede a identificar la agenda política para la cual se está fabricando el consentimiento a través de su argumento falaz y engañoso:

«Esto indica que un alto nivel de transmisión de virus en la comunidad y las medidas de salud pública, como el distanciamiento físico y los bloqueos, son eficaces e importantes para reducir el número de infecciones COVID-19 y proteger a la comunidad”.

“En resumen”, reitera el artículo, “la afirmación de que los recuentos de casos COVID-19 en los Estados Unidos se inflan debido a la sensibilidad de la prueba de PCR se basa en una conflación inexacta y engañosa de contagioso con la presencia de infección”.

Sin embargo, es el propio argumento de Health Feedback lo que es falaz. Esto es lo que se conoce como una falacia o un argumento “de hombre de paja”: en lugar de abordar la verdadera idea que se está planteando, Health Feedback ha establecido una afirmación opuesta imaginaria y falsamente se la ha atribuido a los artículos que están siendo censurados por Facebook. Por este medio, los socios de “verificación de datos” están desviando la atención de la cuestión real.

En este caso, es una falacia construida sobre una premisa falsa. De hecho, para lograr su desviación, Health Feedback miente abiertamente a sus lectores al insistir en que una prueba positiva de PCR significa necesariamente un “caso COVID-19”.

Lo que Payne y Jaxen planteaban era que las pruebas de PCR sobreinflaban los casos de COVID-19. Esto no es lo mismo que decir que las pruebas sobreinflan las infecciones SARS-CoV-2. El problema no es que Payne y Jaxen hayan fusionado contagios con infecciones. (No lo hacen.) El problema es que Health Feedback ha confundido erróneamente la infección con la enfermedad.

Por qué una prueba de PCR positiva no es igual a un ‘caso’ COVID-19

En el glosario de su libro de texto médico, “Principios de Epidemiología en la Práctica de Salud Pública”, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) definen la “enfermedad clínica” como “una enfermedad que se ha manifestado por sus síntomas y características”. Un “caso” es “un caso de una enfermedad, lesión u otras condiciones de salud particulares que cumplan con los criterios seleccionados”.

Por el contrario, la “infección” se define como “invasión de los tejidos corporales de un huésped por un agente infeccioso, cause o no enfermedad”. Una “definición de caso” es “un conjunto de criterios aplicados uniformemente para determinar si una persona debe ser identificada como que tiene una enfermedad, lesión u otra condición de salud en particular”.

Para los CDC la definición de caso de “COVID-19”establece los criterios clínicos para un diagnóstico COVID-19: Requiere que una persona infectada tenga síntomas para ser contado como un “caso”.

La definición de caso de los CDC también menciona el papel adecuado de las pruebas de PCR, que es sólo para confirmar un diagnóstico, no como la única base para diagnosticar un caso de COVID-19.

Por lo tanto, el término “infección” no es sinónimo de “enfermedad”. Una persona puede estar infectada con SARS-CoV-2 y, sin embargo, no tener COVID-19, y una prueba de PCR positiva no significa necesariamente que el individuo analizado tenga la enfermedad.

La afirmación falsa de Health Feedback de que una prueba de PCR positiva significa que la persona tiene COVID-19 se basa en equiparar erróneamente esos términos, así como en confundir el nombre del virus con el nombre de la enfermedad, como el uso del término “infección COVID-19”.

Lo que significa Health Feedback es “infección SARS-CoV-2”, lo cual no es “lo que miden los números de casos”. Si bien todos los casos de COVID-19 representan necesariamente también un caso de infección, no todas las infecciones representan un caso de COVID-19. Sin embargo, desafiando la definición de los CDC de lo que es un caso, Health Feedback ha optado por defender la práctica de contar muchos “casos” COVID-19 únicamente sobre la base de una prueba positiva de PCR.

Mientras que Health Feedback argumenta que Just the News y otros medios de comunicación han interpretado “incorrectamente” la alta sensibilidad de las pruebas de PCR como queriendo decir que las personas están siendo contadas como “casos COVID-19” cuando no deberían serlo, lo cierto es que es Health Feedback, junto con los funcionarios de salud pública y los legisladores del gobierno, los que están interpretando incorrectamente los resultados de las pruebas de PCR en la promociónde su agenda política para producir consentimiento ante las medidas políticas que defienden en respuesta a la epidemia del virus.

Llegar a la verdad detrás de las pruebas de PCR y los falsos positivos

La importancia en la escala de este mal uso sistemático de las pruebas de PCR fue revelada por el New York Times en un artículo del 29 de agosto por Apoorva Mandavilli titulado “Su prueba de coronavirus es positiva. Tal vez no debería serlo.”

Como informó el Times: “Las pruebas estándar están diagnosticando enormes cantidades de personas que pueden llevar cantidades relativamente insignificantes del virus”. Tres conjuntos de datos de prueba que incluían valores de umbral de ciclo de diferentes estados mostraron que “hasta el 90 por ciento de las personas que daban positivo apenas llevaban ningún virus”.

En consecuencia, la mayoría de estas personas “no es probable que sean contagiosas”.

Tenga en cuenta que el argumento de Health Feedback es desmentido por el título de ese artículo del Times, que reconoce que las pruebas de PCR con valores de Ct altos tal vez no deberían contarse como “positivas”, es decir que, razonablemente, podrían considerarse falsos positivos.

Health Feedback en sí también reconoce implícitamente que la mayoría de los resultados de las pruebas de PCR son falsos positivos al afirmar que “el término ‘falso positivo’ indica que una persona dio positivo pero no tiene la enfermedad'”.

En consecuencia, según el propio razonamiento de Health Feedback, una prueba de PCR positiva en ausencia de enfermedad clínica es de hecho un “falso positivo!” (Tenga en cuenta que el argumento podría haberse hecho de que el término “falso positivo” es engañoso porque podría interpretarse en el sentido de que ningún ARN SARS-CoV-2 estaba realmente presente en la muestra probada a pesar de un resultado positivo, pero Health Feedback no hizo ese argumento.)

En su artículo de Just the News, Payne citó ese artículo del New York Times, y Health Feedback también lo hizo en su intento de refutación. Pero el reconocimiento implícito del Times de que tales resultados de la prueba pueden considerarse razonablemente falsos positivos no impidió que Health Feedback argumente que esta interpretación es “incorrecta”, un caso esclarecedor de extrema disonancia cognitiva.

El “verificador de datos” de Health Feedback también cita a Mandavilli demostrando su propia sorprendente disonancia cognitiva en Twitter tratando de refutar a las personas que habían citado su artículo para crear conciencia sobre este uso indebido generalizado de las pruebas de PCR con la afirmación de que “las personas que dan positivo en el PCR están infectadas, simplemente pueden no ser infecciosas”.

¡Pero eso es falso! Una prueba positiva de PCR no significa necesariamente que la persona esté infectada actualmente. Sólo indica que la persona estuvo expuesta al virus en algún momento del pasado. Podría indicar una infección actual, o podría indicar que el sistema inmunitario de la persona ya ha limpiado con éxito la infección, dejando atrás sólo fragmentos de ARN viral no infeccioso.

Mientras que Health Feedback no ofrece ningún comentario sobre la auto-contradicción, proporciona una segunda cita de Mandavilli en la que ella reconoce implícitamente su propio error al afirmar, “las personas que dan positivo pero con Ct altos * eran* contagiosos, sólo en un momento anterior. Que no sean contagiosos *ya* no significa que nunca hayan estado infectados, por lo que no afecta el recuento de casos”. (Los asteriscos son su énfasis.)

¡Pero eso también es falso! Mandavilli, al igual que Health Feedback, ha confundido erróneamente la infección con la enfermedad. Además, va más allá y falazmente equipara el contagio con la enfermedad e implica que las personas que experimentan una infección asintomática son tan contagiosas como las personas con enfermedad clínica.

En verdad, una persona puede estar infectada y ser contagiosa, pero no tener la enfermedad, y la evidencia científica muestra que las personas con infección asintomática son menos propensas a transmitir el virus.

Por qué una prueba de PCR positiva no es igual a ‘contagiosa’

Volviendo de nuevo a los CDC y sus definiciones médicas de libros de texto, un “portador” es “una persona o animal que alberga el agente infeccioso de una enfermedad y puede transmitirla a otras personas, pero no muestra signos de la enfermedad. Un portador puede ser asintomático (nunca indicar signos de la enfermedad) …”

En otras palabras, una persona infectada puede ser capaz de transmitir un virus a otras personas sin que ellos mismos tengan la enfermedad que, en algunos huéspedes susceptibles, puede ser causada por ese virus.

Sin embargo, la transmisibilidad es una función de numerosos factores, incluida la carga viral necesaria para causar infección, y no todas las personas infectadas con SARS-CoV-2 son igualmente probables o capaces de transmitir el virus a otros.

Una de las razones por las que las personas asintomáticas son menos propensas a transmitir el virus es que, por definición, no están tosiendo ni estornudando. Esto deja hablar y respirar como el medio por el cual teóricamente podrían transmitir el virus a través de gotas respiratorias o aerosoles, siendo reconocidos los primeros como modo predominante de transmisión para SARS-CoV-2. (La transmisión a través de aerosoles, o transmisión “aerotransportada”, sigue siendo teórica y parece ocurrir sólo en circunstancias únicas en las que multitudes de personas hablan o cantan juntas en ambientes interiores mal ventilados.)

Otro factor es el comportamiento del individuo, por ejemplo si frecuentan bares llenos de gente o si pasan sus noches en casa, si tienden a hablar alto y de cerca a los rostros de los demás, o si hablan a un volumen razonable mientras respetan el espacio personal de los demás.

Si bien el “número de reproducción básico”, o “R-naught” (R0), ha sido una métrica ampliamente citada con respecto a la transmisibilidad, asume la homogeneidad en la dinámica de transmisión. Si el número de reproducción es 2.5, significa que, como promedio, cada individuo infectado transmitirá el virus a entre dos y tres personas más.

Pero en el mundo real, hay heterogeneidad en la dinámica de transmisión. Algunas personas infectadas propagan el virus a muchos otros. Por otro lado, el número de otras personas a las que la mayoría de los individuos infectados parecen transmitir una dosis infecciosa del virus es precisamente cero.

Mandavilli es presumiblemente consciente de esto. Después de todo, esta información ha sido noyificada previamente en el New York Times.

En un artículo publicado por the Times el 2 de junio titulado “Simplemente detengan la superprpagación”, los epidemiólogos Dillon Adam y Benjamin Cowling explicaron que una minoría de individuos infectados son responsables de la mayoría de la transmisión comunitaria de SARS-CoV-2.

Ciertos individuos son considerados “superpropagadores”, y los brotes son a menudo la consecuencia de “eventos superpropagadores” que involucran multitudes de personas en contacto cercano durante períodos prolongados de tiempo, casi siempre en interiores.

“En el caso del SARS-CoV-2”, escribió el reportero del Times, “crece la evidencia de que la superpropagación es un factor enormemente significativo de transmisión total”.

En un estudio en Hong Kong, los informes del Times, los investigadores “encontraron que la superpropagación ha contribuido abrumadoramente a la transmisión del SARS-CoV-2 en la ciudad en general”. Los investigadores encontraron que “sólo el 20 por ciento de los casos, todos ellos participando en reuniones sociales, representaron un asombroso 80 por ciento de las transmisiones”.

“No menos sorprendente”, escribieron, “fue este hallazgo corolario: el setenta por ciento de las personas infectadas no transmitieron el virus a nadie”.

Según el modelado matemático de otros investigadores, según el Times, “alrededor del 10 por ciento de los casos de SARS-CoV-2 podrían representar el 80 por ciento de las transmisiones en todo el mundo”.

Los investigadores señalaron que los individuos asintomáticos “pueden ser contagiosos” en lugar de afirmar, como Mandavilli, que una persona infectada debe ser contagiosa. También razonaron que “una persona altamente contagiosa es más propensa a propagar la infección en una multitud (en una boda, en un bar, durante un evento deportivo) que en un pequeño grupo (dentro de su hogar), y cuando el contacto es extenso o repetido. La transmisión es más probable durante las reuniones en interiores que en exteriores. Simplemente ventilar una habitación puede ayudar.”

Los epidemiólogos señalaron además que la evidencia científica sobre esta heterogeneidad en la dinámica de transmisión “también sugiere una manera de detener el SARS-CoV-2 que es a la vez menos onerosa y más eficaz que muchas de las estrategias que se han seguido hasta ahora. El crecimiento de la epidemia se puede controlar con tácticas mucho menos disruptivas, social y económicamente, que los confinamiento prolongados u otras formas extremas de distanciamiento social que gran parte del mundo ha experimentado en los últimos meses. Olvídate de mantener— o si las infecciones resurgen, de reanudar— medidas de barrido diseñadas para detener la propagación del virus en todas sus formas. Sólo concéntrate en detener la superpropagación”.

En otras palabras, los tipos de medidas de confinamiento que se justifican en gran medida mediante el uso indebido sistemático de las pruebas de PCR son un instrumento contundente que es innecesariamente perjudicial.

Además, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) observó, “las personas sin síntomas son menos propensas a transmitir el virus que las que desarrollan síntomas.”

En una conferencia de prensa el 8 de junio, la directora técnica de la OMS sobre su respuesta al coronavirus, la Dra. Maria Van Kerkhove, declaró que los datos disponibles indicaban que “todavía parece raro que una persona asintomática transmita realmente a un individuo secundario”.

(Mandavilli trató en vano de discutir esa información de la OMS, también, en otro artículo del New York Times, pero lo hizo combinando el término asintomática —que la OMS utilizaba para significar individuos que nunca desarrollaron síntomas— y presintomática, que se utiliza para describir la transmisión que se produce de individuos que luego desarrollan enfermedades clínicas.)

Es posible que un individuo asintomático infectado con SARS-CoV-2 transmita el virus a otros, pero no necesariamente se deduce de eso que porque un individuo esté infectado, es por lo tanto, altamente contagioso. Como la propia Mandavilli explica en su artículo sobre la sensibilidad a la prueba de PCR, la transmisibilidad es en gran medida una función de la carga viral, de ahí su reconocimiento de que una baja carga viral indica una baja probabilidad de causar contagios.

Como se explica en un estudio publicado en Nature Medicine el 18 de junio, la carga viral inferida por el número de ciclos necesarios para alcanzar el umbral de una prueba positiva de PCR “no equivale a la infectividad viral, y se necesita una evaluación adicional para determinar la carga viral respiratoria SARS-CoV-2 que está correlacionada con el virus culturable”.

Los científicos pueden detectar virus viables en una muestra utilizando cultivos celulares y observando los efectos citopáticos y la replicación viral. Una incapacidad de cultivar el virus indica que una prueba de PCR está detectando solamente fragmentos de ARN no infecciosos.

Además, una carga viral igualmente alta en un individuo asintomático que en un individuo con enfermedad clínica no significa necesariamente que el individuo asintomático sea igualmente capaz de transmitir una dosis infecciosa del virus.

Como se señaló en un estudio publicado en Clinical & Translational Immunology el 27 de julio, las respuestas inmunitarias celulares tempranas a la infección por SARS-CoV-2 (a diferencia de las respuestas posteriores de los anticuerpos) parecen ser “beneficiosas para controlar la carga viral y prevenir el desprendimiento de ARN viral”, y una prueba positiva de PCR es, en el mejor de los casos, “sólo un marcador suplente para la infectividad”, ya que “puede representar virus no viables o productos de ácido nucleico remanente”.

“Poco se sabe sobre la infecciosidad de los pacientes asintomáticos”, según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association el 6 de agosto. Si bien existe una “verosimilitud biológica” en la idea de que los individuos asintomáticos pueden ser igualmente contagiosos que aquellos con enfermedades basadas en hallazgos de cargas virales igualmente altas según lo que se deduce de las pruebas de PCR, “la detección de ARN viral no equivale [to] que haya virus infecciosos presentes y transmisibles.”

Una revisión sistemática de estudios sobre transmisión asintomática y presintomática de SARS-CoV-2 publicados el 17 de junio en medRxiv, que es un servidor de preimpresión en línea para la publicación de estudios que aún no se han sometido a revisión por pares, señaló además que “mientras que la carga viral puede ser predictiva de la transmisibilidad, no es una correlación perfecta”.

Por ejemplo, los investigadores han observado altas cargas virales continuas en individuos sintomáticos incluso después de que ya no fueron capaces de cultivar virus infecciosos a partir de muestras de pacientes.

Como el Washington Post informó el 8 de agosto, los datos indican que el 40 por ciento de las personas con infección por SARS-CoV-2 no tienen síntomas, es decir, no tienen COVID-19.

Ese artículo también reconoció la creciente evidencia científica de la hipótesis de que las respuestas inmunitarias celulares a los coronavirus humanos comunes, que son una causa frecuente de resfriados comunes, confieren cierto nivel de inmunidad de protección cruzada contra el SARS-CoV-2.

Esta inmunidad de fondo también podría ayudar a explicar, junto con la ausencia de tos y estornudos, por qué los individuos asintomáticos parecen menos propensos a transmitir el virus a otros. Algunas personas tienen una respuesta inmune tan eficaz que elimina rápidamente la infección, impidiéndoles así desarrollar COVID-19 y reduciendo la probabilidad de que transmitan el virus en adelante.

Como la OMS observó en julio, “La detección de ARN viral no significa necesariamente que una persona sea infecciosa y capaz de transmitir el virus a otra persona”.

Mientras que los individuos asintomáticos pueden ser capaces de propagar virus infecciosos, esto no es necesariamente así. “La transmisión SARS-CoV-2 parece propagarse a través de gotas y el contacto cercano con casos sintomáticos infectados.” La transmisión asintomática es posible, “pero la medida en que esto ocurre no se entiende plenamente y requiere una mayor investigación como una prioridad urgente”.

Como un artículo publicado en la revista Matter el 6 de octubre observó, la “dosis infecciosa de SARS-CoV-2” sigue siendo “desconocida”.

Conclusión

Mientras que Facebook, Health Feedback y la reportera del New York Times, Apoorva Mandavilli, nos harían creer que una prueba positiva de PCR equivale a un “caso COVID-19” y que un “caso” equivale a un “portador”, lo cierto es que un resultado positivo sólo indica la presencia de ARN viral y no significa que la persona actualmente tengae o haya tenido COVID-19.

Además, las personas infectadas que no desarrollan COVID-19 son menos propensas a transmitir SARS-CoV-2 que las que presentan enfermedad clínica.

En consecuencia, la práctica de utilizar números de “casos” basados en pruebas positivas de PCR como métrica para justificar medidas de “confinamiento” equivale a un fraude científico institucionalizado.

Al ser en sí mismo un defensor de las medidas de bloqueo, Health Feedback no quiere que se conozca este fraude masivo que se perpetra contra usted con el fin de justificar que el gobierno le quite su libertad, por lo que se ha asociado con Facebook para censurar el contenido que explica el fraude mientras que él mismo descaradamente miente al decir que una prueba de PCR positiva equivale a un “caso COVID-19”.