El aprovechamiento del metaverso no fue el único tema del orden del día de la reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM) de este año: el futuro de la educación, tal y como lo conciben los participantes en la reunión, también ocupó un lugar destacado en los encuentros del mes pasado en Davos (Suiza).

El FEM celebró varias sesiones sobre la educación, entre ellas “Crecer en la pandemia” y “Reformular los argumentos económicos de la educación“.

El tema que se desprende de la reunión de este año, en relación con la educación, es la sensación de urgencia en la “reimaginación” de la educación, cuyo futuro -tal como lo imaginan las partes interesadas del FEM- incluye una fuerte dosis de tecnologías de realidad virtual (RV) e inteligencia artificial (IA).

Mientras los participantes pregonaban los supuestos beneficios económicos que acompañarían a la adopción de estas tecnologías en las aulas, no tenían mucho que decir sobre la necesidad de proteger los datos o las identidades digitales de los niños, o, para el caso, de proporcionar los tipos de experiencias de la vida temprana que los niños necesitan como parte de su socialización.

El FEM promueve nuevas iniciativas relacionadas con la educación

Según el FEM, “invertir ampliamente” en las “habilidades del futuro” puede “añadir 8,3 billones de dólares adicionales de aumento de la productividad a la economía mundial para 2030”.

Este incentivo económico parece estar en la base de la iniciativa “Reskilling Revolution” (Revolución de la recapacitación) del FEM, presentada por primera vez en 2020, y que reúne a “50 directores generales, 25 ministros y 350 organizaciones comprometidas con la obtención de estos beneficios para sus economías, sociedades y organizaciones.”

El objetivo de la iniciativa “Reskilling Revolution” es:

“…inspirar el cambio de los sistemas globales a gran escala a través de las agendas de habilidades y educación demostrando, de manera tangible, cómo se puede lograr el progreso en cuestiones altamente complejas y difíciles de resolver mediante la reformulación y el pilotaje de nuevos modelos y plantillas para la acción; la aceleración de los vehículos para la coordinación y la financiación de la acción colectiva a escala; y la elevación estratégica de la baremo de lo que es el compromiso de liderazgo empresarial creíble en la recapacitación (“reskilling”), la mejora de las habilidades (“upskilling”) y la transformación de la educación.”

El FEM afirma que su “trabajo beneficiará a más de 100 millones de trabajadores en su camino hacia la consecución de 1.000 millones de personas en 2030 con una mejor educación, habilidades y oportunidades económicas”.

¿Cuál es el impulso de esta iniciativa?

Según el FEM, se trata de la “Cuarta Revolución Industrial“, que está “creando una demanda de millones de nuevos puestos de trabajo, con enormes oportunidades para satisfacer las aspiraciones y el potencial de las personas”, pero que se ve frenada por “la desigualdad de oportunidades, el desplazamiento de puestos de trabajo y el aumento de la desigualdad”, incluso en las escuelas.

El FEM argumentó:

“Con el aumento del malestar social en gran parte del mundo industrializado y emergente, los mercados laborales en flujo por las secuelas de la pandemia, la disrupción tecnológica y la transición verde, la colaboración entre los sectores público y privado puede hacer avanzar una agenda totalmente diferente, en la que el futuro de las personas y las perspectivas económicas globales se mejoren mediante la movilización de una acción masiva a nivel mundial sobre la recapacitación (“reskilling”), la mejora de las habilidades (“upskilling”) y la transformación de la educación.”

La iniciativa “Reskilling Revolution” abarca tres componentes: 1) “conectar a los líderes de la acción con los del pensamiento”. 2) “inspirar a la próxima generación de líderes empresariales audaces a comprometerse con la agenda de inversión en capital humano”; y 3) desarrollar “pilotos innovadores para la acción a nivel nacional, industrial, organizativo y escolar”.

La iniciativa ya ha dado lugar a la puesta en marcha de “aceleradores” en 12 países, y a la movilización de “una comunidad de múltiples partes interesadas de más de 350 organizaciones”.

En la reunión del FEM de este año, la Alianza para la Educación 4.0 se sumó a esta iniciativa, como parte de la más amplia Plataforma Social y de Nueva Economía del FEM, en un esfuerzo por “ir más allá de la recapacitación (“reskilling”), la mejora de las habilidades (“upskilling”) de los adultos para integrar un enfoque en la educación de los niños y los jóvenes”.

En concreto, los tres objetivos principales de esta nueva alianza son:

  • “Alinearse en torno a las habilidades clave para la educación infantil y co-crear una narrativa pública en torno a la importancia de incorporar estas habilidades en el aprendizaje de la infancia.
  • Superar y promover enfoques innovadores, dirigidos por el sector público y privado, para desarrollar las competencias de la Educación 4.0.
  • Incentivar y premiar la adopción de las competencias de la Educación 4.0 en el aprendizaje de la infancia”.

Saadia Zahidi, directora general del FEM, describió la nueva alianza:

“En una época de múltiples perturbaciones en el mercado laboral -la pandemia, los cambios en la cadena de suministro, la transición ecológica, la transformación tecnológica-, la única inversión “sin remordimientos” que todos los gobiernos y empresas pueden hacer es en la educación, la recapacitación (“reskilling”) y la mejora de las habilidades (“upskilling”).

“Es la mejor vía para ampliar las oportunidades, mejorar la movilidad social y acelerar el crecimiento futuro”.

Para subrayar aún más los beneficios económicos previstos de esta transición educativa, el lanzamiento de la Alianza Educación 4.0 se acompañó de la publicación de un informe: “Catalizar la Educación 4.0: Invertir en el futuro del aprendizaje para una recuperación centrada en el ser humano”.

El informe “se centra en una amplia gama de competencias para preparar a los alumnos para la Cuarta Revolución Industrial, y aprovecha la innovación tecnológica y pedagógica para situar a los alumnos en el centro del aprendizaje.”

Argumentando que hoy existe “una oportunidad única para invertir en la Educación 4.0”, el informe afirma que “preparar a la generación actual de niños en edad escolar para desarrollar una mejor capacidad de resolución de problemas en colaboración… podría añadir 2,54 billones de dólares -más de 3.000 dólares por niño en edad escolar- sólo con esta habilidad”.

El informe presenta “tres áreas clave de inversión” relacionadas con la Alianza Educación 4.0: 1) nuevos mecanismos de evaluación; 2) adopción de nuevas tecnologías de aprendizaje; y 3) potenciación del personal docente.

¿Marcando el inicio del aprendizaje en la realidad virtual?

Describiendo un escenario hipotético en el que los cierres de instituciones educativas relacionados con el COVID interrumpieron la educación de una estudiante de enfermería, el FEM presenta la tecnología de realidad virtual (RV) como algo que viene al rescate, a través de una “sala de emergencias virtual”.

El FEM define la formación en RV como “el proceso de aprendizaje en un entorno simulado o artificial”, y añade que “existe en el ámbito de la educación desde hace más de medio siglo, pero se ha expandido de forma espectacular en los últimos quince años”.

Un artículo publicado en el marco de la reunión del FEM de este año afirma que “la RV está haciendo que la educación sea menos convencional y está avanzando en todo, desde preescolar hasta bachillerato, en la educación superior y la formación profesional”. [is]

Según el FEM, “la formación mediante Realidad Virtual se ha aplicado recientemente en muchos campos de la educación, pero principalmente en salud y seguridad, ingeniería y educación técnica”.

¿Por qué la realidad virtual en la educación es una prioridad evidente para el FEM?

Según el FEM, “la educación es la base de una economía fuerte. Aumenta el capital humano, impulsa la productividad e impulsa la producción económica”, y para los individuos, “la educación allana el camino para adquirir nuevas habilidades, desarrollar el pensamiento crítico y los conocimientos analíticos, contribuir al bienestar económico, desarrollar un sentido de propósito y dar forma a la propia carrera”.[emphasis added]

Sin embargo, “los métodos para educar a la gente no siempre han seguido el ritmo de los avances tecnológicos”, dijo el FEM, y se espera un cambio “inminente” en los próximos 10 años, lo que hace “el imperativo del cambio … más evidente”.

Un informe del FEM afirma que, en 2065, el 65% de los niños que actualmente están en la escuela primaria trabajarán en puestos de trabajo que no existen en la actualidad.

Como resultado, el FEM argumentó que “la IA debería incorporarse a los planes de estudio para dotar a las futuras generaciones de habilidades de codificación y proporcionarles una formación adecuada en materia de IA”.

De hecho, tecnologías como la IA y la RV se describen como “las fuerzas del cambio” que han hecho del momento actual “el momento de actuar”.

Para justificar la ansiada expansión de este tipo de tecnologías en las aulas, el FEM argumenta que, incluso antes de que el COVID-19 entrara en nuestras vidas, era “especialmente difícil para los sistemas educativos” proporcionar laboratorios prácticos a los estudiantes.

Sin embargo, en lugar de invertir en dichos laboratorios, “los educadores están empezando a confiar en las simulaciones de RV para desarrollar experiencias de aprendizaje que, de otro modo, no serían fácilmente accesibles para los estudiantes.”

Al tiempo que elogia las tecnologías de educación a distancia que se hicieron comunes en los últimos dos años de restricciones relacionadas con la COVID-19, y el papel de la ONU en el suministro de estas tecnologías a las economías en desarrollo, el FEM dijo que estas tecnologías por sí solas son insuficientes, ya que “se centraron principalmente en la transferencia de conocimientos, no en la experiencia práctica y en persona que los estudiantes necesitan para comprender los conceptos.”

Para el FEM, esto no supone un argumento a favor de la vuelta al statu quo, sino en cambio, una “transformación” que “perturbará la educación” y “revolucionará la enseñanza y el aprendizaje”, a través de “pedagogías innovadoras, realidad aumentada, realidad virtual (RV) y realidad mixta”, que “crean una ventaja competitiva para todas las partes interesadas”.

Reflejando el concepto de metaverso que está promoviendo simultáneamente, el FEM dijo que se trataría de un entorno de aprendizaje “reimaginado”, “que utilizaría múltiples espacios físicos y virtuales tanto dentro como fuera de las escuelas”, y en el que “habría una completa personalización individual de los contenidos y la pedagogía conseguida gracias a la tecnología de vanguardia, utilizando información corporal, expresiones faciales o señales neuronales”.

De hecho, el FEM afirmó que el uso de “libros de texto, cuadernos y lápices como herramientas fundamentales de aprendizaje” está en vías de desaparición, debido a “las presiones medioambientales y los objetivos de la COP26 (de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021)”, que “impulsarán la digitalización de las corrientes educativas”.

En cambio, esta nueva tecnología puede “acoplarse al metaverso” para que los estudiantes puedan “sumergirse en una experiencia interactiva en la que puedan visualizar los resultados de sus acciones de primera mano” mientras se benefician de una curva de aprendizaje acelerada “en un entorno simulado, que reproduce las condiciones y situaciones de la vida real sin limitaciones de tiempo o espacio y con muchos menos riesgos que los entornos reales”.

El FEM destacó varias “ventajas” del aprendizaje mediante la RV y tecnologías similares, entre ellas:

  • “La ventaja de proporcionar a los alumnos y profesores un entorno estandarizado y reproducible para una formación repetida y optimizada”.
  • Permitir que “la gamificación, las métricas de rendimiento y las funciones de colaboración (mediante avatares)” estén “integradas en el software, lo que permite la interacción continua entre compañeros, el aprendizaje activo, el disfrute y la retroalimentación del rendimiento”.

El FEM citó las investigaciones que demuestran que “la RV influye positivamente en los resultados de aprendizaje de los alumnos” y mejora “las interacciones entre alumnos y profesores gracias a la aplicación híbrida práctica, ya sea dentro o fuera del aula”.

Otro estudio citado por el FEM, apoyado por el “Korea World Bank Partnership Facility”, afirma que el aprendizaje con RV “es más eficaz que la enseñanza tradicional para desarrollar habilidades técnicas, prácticas y socioemocionales”, mejorando la confianza de los estudiantes en un 20% y su “eficiencia” en un 30%.

Otros beneficios del aprendizaje con RV, según el FEM, son el “teletransporte global”, el “efecto máquina del tiempo”, las “experiencias multisensoriales”, la “autonomía activa”, la “inmersión focalizada”, un “agente de empatía” y “habilidades extraordinarias” que “rompen las leyes de la física”.

Utilizando una terminología más económica, el FEM hizo hincapié en la necesidad de “desbloquear… el máximo rendimiento” de estas tecnologías.

Según el FEM, estas tecnologías ya están provocando cambios en los sistemas educativos de todo el mundo, ya que “los sistemas escolares de muchos países ya se han abierto a nuevas partes interesadas”, donde “la consulta está dando paso a la cocreación”.

En marzo de 2019, el FEM presentó un conjunto de estándares globales “para la alfabetización digital, las habilidades y la preparación en todos los sectores de la educación y la tecnología”, que abarcan “las ocho habilidades de ciudadanía digital” que todos los niños necesitarán, incluida la “identidad ciudadana digital”, la “empatía digital” y la “gestión de la ciberseguridad”.

Lo que es particularmente digno de mención es que el FEM hizo hincapié en la importancia de preparar “nuestros sistemas educativos para el futuro” en relación con la necesidad de “alcanzar nuestra visión”, una visión, sin embargo, que no está claramente especificada o definida.

De hecho, se cuestionan “los espacios, las personas, el tiempo y la tecnología actuales en la escolarización” en cuanto a la medida en que están “ayudando o dificultando” esta visión no especificada.

En cambio, el FEM nos dice que “la pandemia del COVID-19 nos muestra que no podemos dar por sentado el futuro de la educación” y que “imaginando futuros alternativos para la educación podemos pensar mejor en los resultados, desarrollar sistemas ágiles y con capacidad de respuesta y planificar para futuros choques”.

Estos “futuros alternativos” fueron esbozados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (“Organization for Economic Co-operation and Development”) como parte de sus “cuatro escenarios para el futuro de la escolarización”, que fueron citados por el FEM y que incluyen:

  • La expansión de la educación formal.
  • La externalización de la educación, a medida que “los sistemas tradicionales de escolarización se descomponen, un proceso en el que la tecnología digital será “un motor clave”.
  • La transformación de las escuelas en “centros de aprendizaje” donde “la diversidad y la experimentación se han convertido en la norma”.
  • Un modelo de “aprender sobre la marcha” en el que “la educación tiene lugar en cualquier lugar y en cualquier momento” y en el que “las distinciones entre el aprendizaje formal y el informal ya no son válidas a medida que la sociedad se vuelca por completo en el poder de la máquina”.

Según el FEM, “las escuelas podrían desaparecer por completo” debido a los “rápidos avances en inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada e Internet de las cosas”.

¿Privacidad y protección un olvido?

Mientras que los beneficios económicos percibidos o proyectados de un movimiento hacia la RV y la IA en la educación ocupan un lugar destacado en los artículos e informes del FEM, hay mucho menos énfasis en la privacidad y la protección de datos, en particular para los niños.

Sin embargo, varias organizaciones, grupos de defensa, educadores y padres han expresado su preocupación al respecto.

En el informe publicado en el marco de la reunión del FEM de este año, estas preocupaciones aparecen casi como una idea de último momento, y se pasan por alto rápidamente:

“Hay que tener en cuenta que la RV limita en cierto modo la interacción humana si no se controla adecuadamente y se introduce con un programa guiado, y puede provocar el aislamiento de las generaciones más jóvenes.

“Aun así, con la investigación, los desarrollos y las garantías adecuadas, los beneficios de la RV superan los riesgos”.

Un informe separado del FEM de enero de 2022 explora y analiza estas preocupaciones con más detalle. El informe dice, por ejemplo:

“El escepticismo sobre el uso generalizado de la IA también está presente en los debates sobre la privacidad y la seguridad de los niños.

“La información de los niños, incluidos los datos sensibles y biométricos, es capturada y procesada por dispositivos inteligentes, incluidos los asistentes virtuales y los juguetes inteligentes. En las manos equivocadas, esos datos podrían poner en riesgo la seguridad de los niños.”

El informe cita un incidente de 2017 en el que los osos de peluche de “CloudPets” fueron retirados del mercado como resultado de “una violación de datos que expuso información privada, incluyendo fotos y grabaciones de más de dos millones de mensajes de voz de niños.”

Además, el informe señala:

“También se han planteado serias preocupaciones sobre el uso de datos de niños, como los registros de menores en los sistemas de IA, para predecir el comportamiento delictivo futuro y la reincidencia.

“Además de suponer una amenaza para la privacidad, los representantes de la sociedad civil y los activistas han advertido de la posible discriminación, el sesgo y el trato injusto”.

Sin embargo, el FEM ya ha previsto soluciones a estos problemas, declarando:

“Para garantizar que la IA esté centrada en los niños, los responsables de la toma de decisiones y los innovadores tecnológicos deben priorizar los derechos y el bienestar de los niños a la hora de diseñar y desarrollar sistemas de IA.

“La UNICEF y el ACNUDH se han manifestado especialmente en este sentido. Como parte de su proyecto “AI for Children”, UNICEF ha colaborado estrechamente con el Foro Económico Mundial en la elaboración de orientaciones políticas sobre inteligencia artificial para los niños, con un conjunto de recomendaciones para la creación de medidas políticas y sistemas de inteligencia artificial que, entre otras cosas, respeten los derechos de los niños a la privacidad y la protección de datos”.

Sin embargo, estas preocupaciones no se destacaron en absoluto como parte de la promoción del FEM de su nueva Alianza Educación 4.0 ni en los informes y artículos derivados de su reciente reunión anual.