Baum Hedlund Aristei & Goldman y Robert F. Kennedy Jr. presidente y asesor jurídico principal de “Children’s Health Defense”, presentaron su 26ª demanda contra Merck, alegando que el fabricante de medicamentos ocultó fraudulentamente los riesgos de su vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) Gardasil, privando a los padres y a los niños de su derecho al consentimiento informado.

Baum Hedlund y Kennedy presentaron la demanda (caso nº 22STCV24209) el 27 de julio en el Tribunal Superior de California para el Condado de Los Ángeles, en nombre de Victoria Trevisan, una mujer del área de Los Ángeles, que desarrolló el síndrome de taquicardia ortostática postural (“postural orthostatic tachycardia syndrome”, POTS por sus siglas en inglés) y una miríada de otras lesiones debilitantes después de recibir la vacuna.

Victoria Trevisan tenía 13 años cuando se le inyectó la vacuna Gardasil contra el VPH. Antes de eso, Trevisan era una estudiante-atleta de sobresaliente que participaba en el patinaje sobre hielo y en fútbol de competición.

Soñaba con obtener algún día una beca de fútbol para jugar en la universidad mientras estudiaba medicina forense.

El día que recibió su tercera inyección de Gardasil, Trevisan se desmayó y se golpeó la cabeza contra la ventana en la sala de exploración de la consulta de su médico.

Durante los meses siguientes, realizó múltiples visitas a las consultas médicas para tratar una lista creciente de síntomas, como ansiedad, dolores corporales, niebla cerebral, deterioro cognitivo, depresión, dolores de cabeza frecuentes, urticaria, insomnio y aturdimiento.

Los síntomas de Trevisan tras el uso de Gardasil le impidieron realizar las actividades normales que disfrutan los adolescentes y los adultos jóvenes.

Abandonó el instituto y completó sus estudios en casa. Su fatiga constante y sus síntomas debilitantes la obligaron a renunciar a su sueño de trabajar en el campo de la medicina.

Ahora, con 20 años, Trevisan no puede tener un trabajo normal y depende de sus padres para su apoyo económico.

Los médicos diagnosticaron a Trevisan los siguientes problemas de salud:

Trevisan, que tiene todas las vacunas de la infancia, dijo que nunca habría consentido inyectarse la vacuna Gardasil contra el VPH si hubiera sabido los posibles efectos secundarios graves asociados al producto.

Ha presentado una demanda contra Merck porque quiere que otras personas aprendan de su experiencia y estén mejor informadas sobre los riesgos.

“Sólo quiero que la gente sepa que esto me pasó a mí, y que le puede pasar a cualquiera”, dijo Trevisan.

“Es importante que comparta mi historia para ayudar a que otros entiendan que hay riesgos”, dijo. “No ha habido un día desde que me inyectaron la vacuna Gardasil que no me haya afectado. No quiero que otros niños sufran este dolor”.

Según la demanda, Merck recomienda la vacuna para niños de 11 a 12 años “para proporcionar protección contra una enfermedad [cáncer cervical] que, en Estados Unidos, no se diagnostica generalmente hasta una edad media de 50 años”. Además, en esos casos poco frecuentes de muerte, la edad media es de 58 años”.

La demanda también alega que no hay estudios que demuestren que Gardasil previene el cáncer, como da a entender Merck en su publicidad.

El caso de Trevisan es la vigésima sexta demanda que Baum Hedlund y Kennedy presentan contra Merck por la presunta ocultación a sabiendas de los efectos adversos asociados a su vacuna Gardasil.

Algunos otros son:

Aunque cada cliente tiene una historia única, todos coinciden en que si Merck hubiera dicho la verdad sobre los peligros conocidos asociados a Gardasil, nunca habrían consentido inyectarse la vacuna contra el VPH.

Si usted o su hijo han sufrido daños tras recibir la vacuna Gardasil contra el VPH, puede tener derecho a una reclamación legal. Visite Baum Hedlund Law para una evaluación gratuita de su caso o llame al 855-948-5098.