Casi un año después de la aparición de la pandemia COVID-19, una de las peores consecuencias puede no estar causada directamente por el virus, sino más bien por las medidas de cierre de escuelas, de aislamiento y confinamiento que han provocado un enorme aumentode la tasa de suicidio entre los niños en los Estados Unidos y otros países

Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 y las escuelas cerraron sus puertas, los informes de pensamientos suicidas, intentos de suicidio y peticiones de ayuda entre los niños han aumentado significativamente en todo el país, según numerosos estudios e informes de los medios de comunicación.

Como informó el New York Times a principios de este mes, entre el 16 de marzo y el 31 de diciembre de 2020, se notificaron 18 suicidios en el condado de Clark, Nevada, más del doble de lo que el distrito experimentó el año anterior. El distrito escolar del Condado de Clark también recibió más de 3,100 alertas a través de un sistema de alerta temprana establecido por el distrito en julio para monitorear los episodios de salud mental de sus estudiantes.

“Cuando empezamos a ver el repunte en los niños que se quitan la vida, sabíamos que ya no sólo eran las cifras COVID en las que nos tenemos que fijar”, dijo al Times el superintendente del distrito del Condado de Clark, Jesús Jara.

En el área metropolitana de Texas, los investigadores analizaron los resultados de 12.827 adolescentes que completaron una evaluación de riesgo de suicidio, y encontraron que el 3,5% de los examinados notificaron pensamientos o comportamientos suicidas.

Una encuesta nacional de 1.000 estudiantes de secundaria y universitarios actualmente inscritos realizada conjuntamente por dos organizaciones — Chegg.org,un grupo nacional de defensa, recaudación de fondos e investigación sobre los estudiantes, y la Fundación Born This Way(Fundación nacido así),que se centra en apoyar la salud emocional y mental de los adolescentes, encontró que el 5% de los estudiantes admitieron haber hecho un intento de suicidio durante la pandemia.

Un artículo reciente del Washington Post puso de relieve el efecto de la pandemia en la ya alarmante tendencia al suicidio entre adolescentes y adultos jóvenes, que aumentó un 56% entre 2007 y 2018.

Según una encuesta de agosto de 2020 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC por sus siglas en inglés) sobre el impacto de la pandemia en la salud mental y emocional, las personas más jóvenes encuestadas informaron estar experimentando las tasas más altas de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental. Según los CDC, tres de cada cuatro notificaron que estaban luchando con al menos un problema de salud mental.

Esto coincide con un informe de noviembre de los CDC que analizó las visitas a las salas de emergencia de menores de 18 años durante la pandemia. Los resultados mostraron que, aunque el número total de visitas a la sala de emergencias disminuyó durante 2020, el número de visitas relacionadas con la salud mental aumentó. Los datos analizados del Programa Nacional de Vigilancia Sindrómica de los CDC del 1 de enero al 17 de octubre de 2020, y comparados con el mismo período de 2019 mostraron un aumento del 31% en los problemas de salud mental entre los adolescentes de 12 a 17 años.

Un artículo de NPR (National Public Radio) arroja luz sobre los hallazgos de los CDC. No sólo los médicos están viendo más visitas a la sala de emergencias por problemas de salud mental, sino que hay más niños esperando en los departamentos de emergencia para la atención hospitalaria. Esto se debe a la falta de servicios ambulatorios durante la pandemia, a la escasez de psiquiatras y terapeutas capacitados para trabajar con niños y a los cierres escolares. Incluso si un niño puede recibir atención, es posible que no puedan recibir un seguimiento adecuado cerca de su casa, dijo a NPR el Dr. C.J. Glawe, quien dirige el Departamento de Crisis Psiquiátricas en el Hospital Nacional de Niños en Columbus, Ohio.

Los autores de una carta a la Coalición de Emergencia de Salud Pública Elsevier, que resume algunas de las últimas investigaciones sobre el impacto de la pandemia en la salud mental, señalan que la pandemia ha obligado a los estudiantes a pasar de estar en el interior del aula y fuera con sus amigos, al aprendizaje remoto y el aislamiento dentro de sus hogares. Los niños ahora asisten a clases en línea y pasan el resto de su tiempo viendo la televisión o en Internet. Muchos se han enfrentado a la cancelación de actividades deportivas, el baile de graduación y la ceremonia de graduación, han experimentado la pérdida de seres queridos a causa de la enfermedad, y se enfrentan a un estrés y una incertidumbre indebidas sobre su futuro.

El efecto acumulativo de todas estas pérdidas puede conducir a problemas psicosociales, como “adicción a Internet, menor autoestima y bajo interés en las actividades físicas”, dijeron los autores, y agregaron que “el ciberacoso y la ansiedad mientras están en las plataformas de redes sociales, también han pasado factura a su salud mental”.

Los medios de comunicación están tomando nota. Como informóel New York Times, un niño de 14 años se suicidó en Maryland porque se había “rendido” cuando su distrito escolar no abrió en el otoño. Un niño de 11 años se disparó durante una clase de zoom, y un adolescente en Maine sucumbió al aislamiento de la pandemia. Anthony Orr, de 18 años, condujo su coche a un estacionamiento y terminó su vida en agosto después de experimentar un alterado último año de escolaridad.

Jara le dijo al Times que la víctima más joven del condado de Clark tenía sólo 9 años. Un estudiante dejó una nota diciendo que no tenía nada que esperar.

Cuando las escuelas no abrieron en el otoño, los padres comenzaron a manifestar su opinión. Brad Hunstable le dijo al Washington Post que cree que COVID mató a su hijo llevándolo al punto en que hizo un “acto impulsivo del que no pudo dar marcha atrás”. Su escuela había cerrado, no podía practicar deportes y su única conexión con sus amigos era a través de un juego llamado Fortnite. Hunstable instó a otros padres a hablar abiertamente con sus hijos sobre la salud mental y fundó una organización sin fines de lucro para alentar a las escuelas a hacer lo mismo.

Según el Post, algunos padres y expertos están preocupados de que los distritos escolares no estén haciendo lo suficiente para llegar a los estudiantes, que no hay suficiente financiación dirigida a la salud mental y el gobierno no está tomando en serio este “efecto secundario” de la pandemia.

Aunque las estadísticas para el año 2020 aún no se han compilado, los profesionales especulan que la creciente tasa de suicidios entre los niños se debe a no tener acceso a los servicios de salud mental en las escuelas, cierres de escuelas, desesperanza, aumento de la ansiedad y el estrés, y a que los estudiantes se sienten desconectados de sus compañeros.

Otros países con confinamientos estrictos y cierres de escuelas están viendo aumentos similares en los suicidios. LaCorte News informó que Ian Hickie, ex comisionado de salud de Australia y jefe del Centro de Cerebro y Mente, proyectó que el número de muertes anuales por suicidio en Australia aumentará de 3.000 a hasta 4.500, y los jóvenes constituirán casi la mitad de ese número.

En el Reino Unido, el suicidio y las lesiones o envenenamientos con intención indeterminada fueron la principal causa de muerte tanto para hombres como para mujeres de 20 a 34 años antes de la pandemia, según un informe de la Oficina de Estadísticas Nacionales que abarca los años 2001 a 2018.

“El suicidio ya es la principal causa de muerte entre los jóvenes de Inglaterra”, Ellen Townsend, profesora de psicología de la Universidad de Nottingham dijo a Express, “y tenemos que priorizarlos ahora para evitar más tragedias. Los responsables políticos deben hacer lo correcto para los niños y hacer que vuelvan a la normalidad lo antes posible…”

Townsend agregó que la soledad de los encierros ingleses es tan perjudicial para la salud como el tabaquismo y la obesidad y está directamente asociada con los pensamientos suicidas.

Dijo que “la Generation Confinamiento” sufrirá innecesariamente en los años venideros. “Es indiscutible que los jóvenes están sufriendo un daño abrumador a su salud mental en esta crisis”.