Un estudio revisado por expertos y publicado este mes en el “Journal of Translational Science” encontró que a los niños total o parcialmente vacunados se les diagnostica autismo, alergias graves, trastornos gastrointestinales, asma, infecciones de oído recurrentes y TDA/TDAH con más frecuencia que a los niños que no han sido vacunados en absoluto.

El estudio también demostró que había un efecto protector contra estos trastornos cuando los niños no estaban vacunados y eran amamantados durante un mínimo de seis meses, o no estaban vacunados y nacían por vía vaginal.

El estudio, “Health Effects in Vaccinated Versus Unvaccinated Children, With Covariates for Breastfeeding Status and Type of Birth” (“Efectos sobre la salud de los niños vacunados frente a los no vacunados, con covariantes según el estado de la lactancia materna y el tipo de nacimiento”), se basa en una cohorte de 1.565 niños de tres consultas médicas de EE.UU.

En los tres consultorios, los padres completaron cuestionarios basados en el estado de vacunación y la salud de sus hijos. Los resultados de los cuestionarios se confirmaron con los registros de los historiales clínicos de cada consulta.

Según el estudio:

“Los hallazgos de este estudio deben sopesarse contrastando los puntos fuertes y las limitaciones de los datos disponibles y el diseño del estudio. Investigaciones adicionales, que utilicen una muestra más grande procedente de diversas prácticas médicas, producirán una mayor certeza en los resultados, lo cual es esencial para comprender el alcance completo de los efectos sobre la salud asociados con la vacunación infantil.”

La investigación se suma a un creciente cuerpo de literatura científica que demuestra que los niños no vacunados están más sanos. Estudios similares han sido publicados anteriormente por Hooker y Miller (2020), Lyons-Weiler y Thomas (2021) y Mawson et al. (2017).

“Este estudio proporciona otra prueba muy importante sobre la salud general de los niños vacunados frente a los no vacunados”, dijo el coautor Brian S. Hooker, Ph.D., P.E., director científico de “Children’s Health Defense” y profesor de biología en la Universidad de Simpson.

“Es imperativo que las autoridades sanitarias se tomen en serio esta investigación para la mejor protección de los niños en Estados Unidos y en todo el mundo”, dijo Hooker.

Hooker dijo que, dados los resultados del estudio, “es imperativo” que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades abran su propio Enlace de Datos de Seguridad de las Vacunas (“Vaccine Safety Datalink” VSD por sus siglas en inglés) a investigadores independientes, para que se puedan realizar estudios adicionales sobre el efecto de todo el calendario de vacunación de bebés y niños.

Neil Z. Miller, periodista especializado en investigación médica y director del “ThinkTwice Global Vaccine Institute” (Instituto global de vacunas Piénsatelo dos veces), es coautor del estudio junto con Hooker.