Los científicos criticaron que la administración Biden presione para distribuir las vacunas de refuerzo contra el COVID en Estados Unidos el próximo mes, diciendo que los datos proporcionados por los funcionarios federales de salud esta semana no eran lo suficientemente convincentes como para recomendar una tercera dosis para la mayoría de los estadounidenses.

Según “Kaiser Health News”, algunos científicos afirman que el anuncio es “precipitado y se basa en evidencia poco sólida”, y les preocupa que pueda socavar la confianza en las vacunas, sin que proporcione un beneficio claro en el control de la pandemia.

Mientras tanto, se necesita más información sobre los posibles efectos secundarios o adversos de una vacuna de refuerzo, dijeron los expertos.

El gobierno de Biden anunció el martes que los estadounidenses deberían ponerse una dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID ocho meses después de haber recibido su segunda inyección, a pesar de que el mes pasado los expertos en salud de Estados Unidos coincidieron en que no había datos suficientes como para recomendar las dosis de refuerzo para la población en general.

Funcionarios anunciaron el miércoles que los líderes sanitarios de Estados Unidos se están preparando para ofrecer vacunas de refuerzo a todos los estadounidenses que reúnan los requisitos necesarios, en un plan esbozado por la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés), la Dra. Janet Woodcock, comisionada en funciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (“Food and Drug Administration”, FDA por sus siglas en inglés), y el Dr. Anthony Fauci, asesor médico jefe de la Casa Blanca.

El plan aún está sujeto a la aprobación de la FDA y del comité asesor de vacunas de los CDC, pero las autoridades dicen que están preparadas para comenzar el despliegue de las vacunas de refuerzo a partir de la semana del 20 de septiembre.

Sin embargo, los CDC han aplazado una semana la reunión de un grupo de asesores externos que iban a revisar las vacunas de refuerzo de COVID, ya que el debate sobre la necesidad de una tercera dosis se ha intensificado, según Bloomberg.

El Comité Asesor de Prácticas de Inmunización de los CDC tenía previsto reunirse y posiblemente hacer una recomendación sobre la necesidad de los refuerzos el 24 de agosto, pero ahora se reunirá durante dos días a partir del 30 de agosto.

Las autoridades citaron datos de Israel, un estudio de Mayo aún no revisado por pares y tres nuevos estudios publicados por los CDC que muestran que la protección de las vacunas contra el COVID disminuye a lo largo de varios meses, y es menos eficaz contra la variante Delta.

Pero los científicos y los expertos en salud dijeron que los datos citados no eran convincentes, y calificaron de prematuro el impulso que ha dado la administración a las dosis de refuerzo, informó la CNBC.

La Dra. Anna Durbin, investigadora de vacunas de la Universidad Johns Hopkins, dijo que la gente sigue estando muy protegida contra las enfermedades graves, y que las vacunas están haciendo lo que se supone que deben hacer.

“Si empezamos a ver repuntes significativos de enfermedades más graves y hospitalizaciones en personas vacunadas, eso sería una señal para considerar las dosis de refuerzo”, dijo Durbin. “Si bien la presencia de anticuerpos inducidos por la vacuna puede disminuir, lo que da lugar a un aumento de las infecciones por fallos de la vacunación, el cuerpo tiene otros mecanismos, como las células T, que pueden proteger a alguien de enfermar gravemente”, añadió.

Hay algunos grupos en Estados Unidos que se beneficiarían de una tercera dosis en este momento, según la Dra. Archana Chatterjee, miembro del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados de la FDA.

Chatterjee dijo que los datos apoyan la necesidad de dosis de refuerzo principalmente entre aquellos que están moderada o severamente inmunocomprometidos. Sin embargo, “las infecciones por fallos de la vacunación entre la población en general tienden a ser asintomáticas o leves”, dijo.

La Dra. Priya Sampathkumar, epidemióloga de la Clínica Mayo, dijo que podría ser necesaria una dosis de refuerzo para el público en general en el futuro, pero “no hay datos suficientes para apoyar una tercera dosis de refuerzo para todos en este momento.”

El Dr. Hooman Noorchasm, cirujano cardiotorácico y defensor de la seguridad de los pacientes, el cual se ha manifestado abiertamente en relación a los posibles daños que puede ocasionar la vacunación de personas que tienen inmunidad natural a la infección, dijo:

“La FDA y los CDC han estado ignorando el hecho real de que la vacunación indiscriminada de personas que han estado infectadas con COVID-19 de forma reciente o asintomática ha causado un daño que era totalmente evitable a un número no despreciable de estadounidenses.

“Ahora, los CDC han anunciado una normativa de ‘vacunas de refuerzo’ generalizadas en un subconjunto de estadounidenses que han aceptado las vacunas. Utilizando de nuevo este enfoque inadecuadamente calibrado, de “talla única”, los CDC de forma casi segura van a magnificar el daño a un subconjunto de estadounidenses para los que la vacunación de refuerzo puede ser innecesaria o peligrosa.”

Jennifer Nuzzo, epidemióloga y profesora asociada de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, dijo: “Sería bueno entender qué efectos secundarios sufre la gente después de su tercera dosis”.

Se han notificado efectos secundarios graves tras las vacunas de ARNm, incluidos casos de miocarditis, o inflamación del corazón.

Lawrence Gostin, director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud sobre Derecho Sanitario Nacional y Global, dijo que los funcionarios federales de salud deberían poner su atención en otro lugar: en los no vacunados, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

El anuncio sobre las vacunas de refuerzo pendientes alimentó una mayor confusión sobre lo que los estadounidenses deben hacer para protegerse del COVID.

“Creo que hemos asustado a la gente”, dijo el Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia y asesor de los Institutos Nacionales de Salud y la FDA.

“Hemos enviado un mensaje terrible”, dijo Offit. “Acabamos de enviar el mensaje de que las personas que se consideran totalmente vacunadas no lo están. Y ese es el mensaje equivocado, porque están protegidos contra enfermedades graves”.

Walensky dijo que adelantarse al virus fue el principal motor de la recomendación de la dosis de refuerzo a los ocho meses. Y las vacunas han demostrado ser su mejor herramienta.

Las vacunas pueden crear un sinfín de variantes que evaden la protección

Según un artículo del BMJ, desde septiembre de 2020 se han identificado ocho variantes notables del SARS-CoV-2, entre las que se encuentran Alpha, Beta, Gamma, Delta, Eta, Iota, Kappa y Lambda.

Un nuevo estudio -aún no revisado por pares- publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv, mostró que la variante Lambda ha adquirido capacidades de evasión inmunológica por encima del tipo salvaje que implican el acortamiento de los epítopos en la proteína viral de pico o espiga, así como la adquisición de sitios adicionales que pueden ser N-glicosilados.

Los autores de otro estudio reciente preimpreso llegaron a una conclusión similar. Los investigadores observaron una supresión de siete residuos en el dominio N-terminal de la variante Lambda, que según ellos podría hacer que la variante Lambda fuera resistente a la inmunidad antiviral.

En abril de 2021, las autoridades de Perú dijeron que el 81% de los casos de COVID del país estaban asociados a la variante Lambda.

Los investigadores señalaron en el segundo estudio de bioRxiv que la “tasa de vacunación en Chile es relativamente alta; el porcentaje de las personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna COVID-19 fue de [alrededor del] 60%”. [about]

Pero, advirtieron los autores, “sin embargo, en la primavera de 2021 se produjo un gran aumento de COVID-19 en Chile, lo que sugiere que la variante Lambda es capaz de escapar a la inmunidad antiviral desencadenada por la vacunación.”

Brian Hooker, Doctor en Filosofía y Profesor de Biología de la Universidad de Simpson, es el director científico de “Children’s Health Defense”: “Lo que estamos viendo es lo que se estudia en el primer curso de la evolución de los virus“.

Hooker dijo que cuanto más se desvíe la variante de la secuencia original utilizada para la vacuna, menos eficaz será la vacuna en esa variante. Esto podría explicar por qué las personas totalmente vacunadas se están infectando con la variante Delta, dijo Hooker. Pero este no es el caso de la inmunidad natural, explicó.

Dijo Hooker:

“La vacuna se centra en la proteína de espiga o pico, mientras que la inmunidad natural se centra en todo el virus. La inmunidad natural -con un conjunto más diverso de anticuerpos y receptores de células T- proporcionará una mejor protección en general, ya que tiene más objetivos en los que atacar al virus, mientras que la inmunidad derivada de la vacuna sólo se centra en una parte del virus, en este caso, la proteína de espiga o pico. Una vez que esa parte del virus ha mutado lo suficiente, la vacuna deja de ser eficaz”.

Según una investigación publicada el 30 de julio en “Scientific Reports”, las personas vacunadas pueden desempeñar un papel clave en la evolución de las variantes del SARS-CoV-2 que evaden las vacunas existentes contra el COVID.

Los investigadores que analizaron los factores de riesgo que favorecen la aparición y el establecimiento de una cepa resistente a la vacuna descubrieron que el mayor riesgo de establecer una cepa resistente se daba cuando una gran fracción de la población ya había sido vacunada, pero la transmisión no estaba controlada.

El equipo de científicos que publicó los datos en “Scientific Reports” dijo que sus hallazgos siguen lo que se conoce como presión selectiva, la fuerza que impulsa a cualquier organismo a evolucionar.

“En general, cuantas más personas se infectan, más posibilidades hay de que surja una resistencia a la vacuna”, dijo Fyodor Kondrashov, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria.

“Por tanto, cuanto más infecciosa sea la variante Delta, más motivos de preocupación habrá”, dijo Kondrashov. “Al tener una situación en la que se vacuna a todo el mundo, un mutante resistente a las vacunas realmente gana una ventaja selectiva”.

Como informó “The Defender” el 26 de marzo, una combinación de confinamientos y una presión de selección extrema sobre el virus inducida por el intenso programa de vacunación masiva mundial, podría disminuir el número de casos, hospitalizaciones y muertes a corto plazo, pero en última instancia, induciría la creación de más mutantes por las que habrá que preocuparse.

Este es el resultado de lo que el vacunólogo Geert Vanden Bossche llama “escape inmunológico” (es decir, la esterilización incompleta del virus por el sistema inmunológico humano, incluso después de la administración de la vacuna).

Esto provocará que las empresas de vacunas sigan perfeccionando las vacunas, lo que aumentará -en vez de reducir- la presión de selección, produciendo variantes cada vez más transmisibles y potencialmente mortales.

La presión de selección provoca una mayor convergencia en las mutaciones que afectan a la crítica proteína de pico o espiga del virus, responsable de atravesar las superficies mucosas de nuestras vías respiratorias, la ruta utilizada por el virus para entrar en el cuerpo humano, argumentó Vanden Bossche.

El virus superará efectivamente las vacunas altamente específicas basadas en antígenos que se están utilizando y ajustando, dependiendo de las variantes circulantes, y esto podría conducir a un aumento muy agudo y repentino de casos graves y potencialmente letales, lo que de hecho sería una pandemia fuera de control.