En un episodio de “Conversaciones que importan“, Robert F. Kennedy Jr. dijo al presentador Alex Newman que el Dr. Anthony Fauci, Bill Gates y sus aliados están utilizando el COVID para someter a la humanidad a un régimen totalitario global.

Kennedy presidente y principal asesor jurídico de “Children’s Health Defense”, es autor del arrollador bestseller“The Real Anthony Fauci: Bill Gates, Big Pharma, and the Global War on Democracy and Public Health” (“El verdadero Anthony Fauci: Bill Gates, Big Pharma y la guerra global contra la democracia y la salud pública”.).

Kennedy le dijo a Newman que Fauci – el “J. Edgar Hoover de la salud pública” – tiene una historia oscura que debe ser expuesta.

Kennedy elaboró:

“[Fauci] ha orquestado la transformación del HHS [Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.] de ser una agencia de salud pública a convertirse en una incubadora de productos farmacéuticos y un promotor de la agenda de la gran industria farmacéutica, “Big Pharma”.

Se las ha arreglado para permanecer durante 50 años en el cargo, como yo muestro en mi libro, no por lograr realmente ningún éxito medible en la salud pública -la salud pública se ha deteriorado dramáticamente bajo su régimen- sino por servir a los intereses de las compañías farmacéuticas -contribuyendo a hacer de este país la nación más dependiente de las farmacéuticas en el mundo.”

Kennedy dijo que los niños están siendo las principales víctimas, ya que los resultados de los niveles de salud en Estados Unidos están ahora en la parte inferior de las tablas entre las naciones industrializadas a pesar de gastar más en “salud” que otros.

“La presión para vender más y más vacunas a todo el mundo es peligrosa y debe ser detenida”, dijo Kennedy.

Lea la transcripción aquí:

Newman: ¿Quién es el verdadero Anthony Fauci, y por qué debemos preocuparnos? ¿No es el simpático experto en salud pública que vemos en la televisión?

Kennedy: Anthony Fauci es el arquitecto de la captura de la agencia dentro de las agencias de salud pública.

Ha orquestado la transformación del HHS [Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.] de ser una agencia de salud pública a convertirse en una incubadora de productos farmacéuticos y un promotor de la agenda de las grandes industrias farmacéuticas, “Big Pharma”.

Es el J. Edgar Hoover de la salud pública. En mi libro muestro que se las ha arreglado para permanecer durante 50 años en el cargo, no por haber logrado algún éxito medible en la salud pública -la salud pública se ha deteriorado drásticamente bajo su régimen-, sino más bien por servir a los intereses de las compañías farmacéuticas, ayudando a convertir a este país en la nación más dependiente de las farmacéuticas del mundo.

Tomamos tres veces más fármacos de lo que es la media en otras naciones occidentales.

Pagamos los precios más altos por esos medicamentos y tenemos, con diferencia, los peores resultados sanitarios de todo el mundo desarrollado. Estamos en el puesto 79 del mundo en cuanto a nuestros resultados sanitarios totales.

Esta generación de niños, que ha alcanzado la mayoría de edad durante el régimen de Tony Fauci -desde 1984-, es la más enferma de la historia.

Cuando entró en el NIH [National Institutes of Health] las tasas de enfermedades crónicas [entre los niños] de nuestro país rondaban el 6%.[in our children] Hoy son el 54%.

Por enfermedad crónica me refiero, no sólo a la obesidad, sino a las enfermedades del neurodesarrollo como el TDA, el TDAH, el retraso del habla, el retraso del lenguaje, los tics, la narcolepsia, el síndrome de Tourette, el autismo.

El autismo ha pasado de darse en una de cada 10.000 personas en mi generación -lo que sigue siendo igual hoy- a uno de cada 34 niños en la generación de mis hijos.

Durante la administración de Tony Fauci, las alergias alimentarias aparecieron en 1989. Las alergias a los cacahuetes, las enfermedades celíacas, las alergias al trigo, todas estas otras alergias alimentarias, y luego las enfermedades autoinmunes: la artritis reumatoide, la diabetes juvenil, el lupus se han convirtido en una epidemia.

Todas estas enfermedades eran básicamente desconocidas en la década de 1960, y la ciencia remonta su origen a las innovaciones que Tony Fauci controlaba.

No se puede culpar completamente a Tony Fauci -una sola persona- de esta cascada, de este tsunami de enfermedades crónicas.

El trabajo de Tony Fauci en el NIAID [National Institute of Allergy and Infectious Diseases] es investigar las fuentes de estas enfermedades crónicas e inmunitarias y alérgicas y luego ayudarnos a eliminarlas: identificar las causas.

Sabemos que es una toxina ambiental, tiene que serlo. Los genes no causan epidemias.

Lo que muestro en el libro es que, en lugar de hacer esa investigación, gasta prácticamente todo su presupuesto de 7.700 millones de dólares en desarrollar nuevos medicamentos para las compañías farmacéuticas y en hacer investigaciones sobre armas biológicas para el Pentágono y para el complejo militar-industrial.[is that]

1.600 millones de dólares al año de su presupuesto se destinan esencialmente al desarrollo de armas, a la investigación de armas biológicas.

Es el individuo mejor pagado del gobierno federal. Recibe 434.000 dólares al año, es decir, 34.000 dólares más que el presidente de los Estados Unidos. Tiene muchas, muchas otras fuentes de ingresos junto con ese trabajo.

El 68% de ese presupuesto proviene de su gestión de la investigación de armas biológicas, y por eso se vio obligado a hacer los estudios de ganancia de función en Wuhan y dirigirlos en Wuhan, porque el Pentágono le paga por hacer ese tipo de investigación y si dejara de hacerlo [doesn’t] perdería la mayor parte de su salario.

Newman: Entonces, ¿dónde encaja Bill Gates en este cuadro? Es el tipo simpático con el chaleco de jersey, y que simplemente regala miles de millones para mejorar la salud pública, y sin embargo su libro sugiere que también hay un lado más oscuro en todo esto.

Kennedy: Gates convocó a Anthony Fauci a su mansión de 87 millones de dólares a orillas del lago Washington en Seattle en el año 2000 y le propuso una asociación entre ambos que acabaría imponiendo un aluvión de diferentes vacunas para el año 2020 a todos los hombres, mujeres y niños del planeta.

En 2009 rebautizaron su esfuerzo con el nombre de “Década de las Vacunas”. Prometieron que para el año 2020, los niños, todos los habitantes de la tierra, estarían vacunados, no sólo con una vacuna, sino con toda una serie de vacunas.

Gates tiene grandes inversiones en prácticamente todas las empresas que fabrican todas estas vacunas.

Utiliza su filantropía – la llama filantrocapitalismo porque no es realmente filantropía.

Se lleva 33.000 millones de dólares y los esconde de los impuestos, así que en realidad estamos pagando sus políticas.

Luego ha utilizado ese dinero para hacerse con el control de la política sanitaria mundial. Básicamente es el dueño de la OMS [World Health Organization].

Ha creado una serie de organizaciones cuasi-gubernamentales que dictan la política sanitaria mundial: GAVI, CIFI y otras en las que ha invertido mucho y que controla, como la Brighton Collaboration.

Utiliza su control de esos organismos para exigir a las naciones en desarrollo -África, Asia, América Latina- que obliguen a vacunar a sus poblaciones.

Esos países, por ejemplo los africanos, dependen en gran medida de la OMS para obtener el dinero que sustenta sus ministerios de salud y que apoya sus programas de VIH [acquired immunodeficiency syndrome].

Lo que hacen Gates y la OMS es decirles a esos países que tienen que tener un cierto grado de aceptación de las vacunas contra la polio de Gates, aceptación de sus vacunas DTP.

Si, por ejemplo, el 70 u 80% de su población no se vacuna, no recibirá el dinero para el Ministerio de Sanidad.

Las vacunas que están comprando son vacunas fabricadas por empresas en las que él está personalmente involucrado y la Fundación Gates también está personalmente involucrada.

Cuando organizaciones independientes, como el gobierno danés, han investigado realmente si esas vacunas salvan o no vidas -lo cual afirma Gates que ocurre-, han descubierto que pasa justo lo contrario.

Por ejemplo, la vacuna más popular del mundo, la vacuna DTP (difteria, tétanos y tos ferina), que Gates había promovido en África y Asia durante muchos, muchos años como salvadora de la vida de decenas de millones de niños.

Cuando el gobierno danés financió un estudio en 2017 -el gobierno danés más el “Statens Serum Institut” de Dinamarca, y otra compañía de vacunas- financiaron un estudio, analizaron treinta años de registros en África, para ver cómo les iba a los niños que habían recibido la vacuna en comparación con los niños que no la recibieron.

Lo que descubrieron fue que las niñas que recibieron esa vacuna -aunque estaban protegidas contra la difteria, el tétanos y la tos ferina- morían a un ritmo diez veces superior al de las niñas no vacunadas.

La vacuna las protegía contra ciertas cepas de determinadas enfermedades infecciosas, pero había anulado su sistema inmunitario y las había hecho extremadamente susceptibles a las infecciones menores y, en particular, a las infecciones respiratorias.

La malnutrición, la anemia, la malaria, las otras cosas que matan a muchos niños africanos, resulta que eran mucho menos capaces… los niños vacunados eran mucho menos capaces de defenderse de las enfermedades que los niños cuyo sistema inmunológico no había sido manipulado.

Newman: Eso es absolutamente aterrador.

Kennedy: Permítanme añadir otra cosa. Gates ha transformado básicamente a la OMS, que ha dejado de ser la agencia de desarrollo, higiene y saneamiento y desarrollo económico que era, para convertirse en una agencia que básicamente se dedica a la vacunación.

El cincuenta por ciento del presupuesto de la OMS se destina al proyecto de vanidad de Gates, que es la vacuna contra la polio, aunque la mayoría de los expertos en vacunas del mundo –que son muy pro-vacunas– le dijeron desde el principio: esto no va a funcionar.

No se va a erradicar la polio.

Y hoy la OMS admite que el 70% de los casos de poliomielitis en el mundo son causados por la vacuna de Gates.

En lugar de eliminar la enfermedad, en realidad está agravando el problema. Está causando epidemias en países donde la polio había sido erradicada, como el Congo y Afganistán y muchos, muchos otros países.

Newman: Eso fue incluso notificado por la “Associated Press” basádose en los datos de la OMS. Yo también lo vi allá por noviembre de 2019.

Así que todo esto nos lleva a preguntarnos si esta gente lo hace deliberadamente.

¿Son maníacos malvados? ¿O se trata de una política bienintencionada y tonta, y cuál cree usted que es su objetivo final? ¿Sólo para ganar dinero? ¿Cuál es su plan?

Kennedy: Eso no es un misterio para mí. Los mismos motivos han incentivado a la gente desde el principio de los tiempos, que es acumular poder.[to]

El poder sobre la salud pública y la promoción de la bioseguridad han suplantado básicamente a todos los demás objetivos de la política exterior.

Fue deliberado. Fue a propósito. Fue promovido por estos dos hombres – por Gates y Fauci – pero tenían muchos, muchos aliados.

Como muestro en mi libro, las agencias de inteligencia están profundamente aliadas con el Dr. Fauci y con Bill Gates.

Promovieron una serie de… la CIA en realidad promovió una serie de simulacros a partir del año 2000 en los que participaron cientos de miles de personas, y Gates y Fauci participaron en ellos.

Siempre fueron promovidos por las agencias de inteligencia y también por los militares y las grandes compañías farmacéuticas.

Esto es una alineación muy, muy siniestra que documento en el libro. [is a]

Por cierto, hay 2.200 notas a pie de página en el libro. Cada frase que tengo, cada afirmación de los hechos, está cuidadosamente, cuidadosamente documentada.

Cualquiera puede buscarlos.

Promovieron estos simulacros de pandemia que formaron a trabajadores de primera línea, capacitaron a médicos de hospitales, funcionarios médicos, funcionarios de inteligencia, funcionarios policiales, trabajadores de primera línea en Europa, Estados Unidos, Australia y Canadá.

Prácticamente todos los años se hacían estos simulacros.

Los simulacros eran simulaciones de pandemia. ¿Qué hacer si se produce una pandemia de coronavirus? No tienen nada que ver con las respuestas médicas. He publicado las transcripciones de esas reuniones en mi libro.

No se habló de cómo fortalecer el sistema inmunológico de la gente, de cómo distribuir la vitamina D o el zinc o la quercetina o de cómo reutilizar la medicación, hacer un tratamiento temprano, cómo poner en cuarentena a los enfermos y protegerlos de la enfermedad y así reducir las hospitalizaciones, y de cómo proteger la Carta de Derechos.

Nada de eso se analizó.

Lo único que se debatía era cómo utilizar una pandemia como pretexto para tomar medidas drásticas, para imponer controles totalitarios y para la demolición controlada de la democracia liberal a nivel mundial.

La serie de simulacros de pandemia que pusieron en marcha se denominó “Operation Lockstep” porque era una forma de coordinar ostensiblemente las actividades de todas las democracias liberales del mundo para hacer pivotar de repente a los defensores de la Constitución hacia la censura, hacia los controles totalitarios y la obliteración de los derechos constitucionales y civiles a nivel mundial.

Mucha gente dice, esto suena como una loca teoría de la conspiración, pero cualquiera puede ir a YouTube y buscar el Evento 201, que es uno de los simulacros famosos.

Pude encontrar muchos, muchos más. Esto sucedía año tras año, tras año.

El evento 201 tiene lugar en octubre de 2019, y en ese momento el coronavirus ya estaba circulando en Wuhan.

La mejor estimación es que comenzó a circular el 12 de septiembre de 2019.

Los chinos ya lo sabían, y uno de los participantes en el evento 201 -que se celebra en el Hotel Pierre de Manhattan- es George Gao, jefe de los CDC chinos.

Los demás son los militares, las empresas de medios sociales, las grandes empresas de medios de comunicación como Bloomberg y “The Washington Post”, las mayores empresas farmacéuticas como Johnson y Johnson.

¿Quiénes son los anfitriones?

Los anfitriones son Bill Gates y Avril Haines, la subdirectora de la CIA, ex subdirectora. Ahora es la jefa de la Agencia de Seguridad Nacional de Joe Biden. Es la jefa de la respuesta al coronavirus.

¿Qué hace la CIA metida en salud pública?

La CIA no se dedica a la salud pública. Hacen golpes de estado.

Esto no es una broma. Está documentado que la CIA ha participado en 73 golpes de Estado contra la mayoría de las democracias o un tercio de los gobiernos del mundo entre 1947 y 2000.

Si miramos atrás, todos los años se hacían estos simulacros de pandemia y ninguno de ellos tenía que ver con la salud pública.

Todo giraba en torno a cómo utilizar la pandemia como pretexto para establecer controles totalitarios y ejecutar un golpe de estado contra todas estas democracias mundiales.

En cada uno de ellos, hay una presencia muy, muy fuerte de la CIA. A veces hay tres, cuatro, cinco personas importantes de In-Q-Tel y de la CIA. Están enseñando a la gente, formando a la gente.

Además, siempre había un pez gordo. Por ejemplo, Madeline Albright. El senador Gary Hart sería otro. El senador Sam Nunn, jefe del Comité de Defensa, o un congresista o Bill Gates. Siempre había una especie de testaferro, un hombre de paja.

Esto da a todo el ejercicio el imprimátur de legitimidad y autoridad. Estaban entrenando a los trabajadores de primera línea, diciéndoles así es como se responde a una pandemia. Se confinan las sociedades, se obliga a la gente a llevar mascarillas, se eliminan los procesos democráticos, como las garantías procesales, se censura a la prensa.

Cualquiera que quiera puede ir a buscar el Evento 201, y el cuarto seminario de ese día, el cuarto ejercicio y el más largo, es un ejercicio -esto es un simulacro, esto es rocambolesco a todas luces- que simula, dos meses antes del anuncio de COVID-19, una pandemia global de coronavirus.

¿Qué es lo que les preocupa?

Están preocupados por cómo conseguir que las redes sociales censuren los rumores de que se trata de una filtración del laboratorio.

De esto hablan todos en octubre de 2019.

Si revisas todas estas simulaciones como yo he hecho, y si leesmi libro -el capítulo “Juegos de gérmenes”-, se detalla la extraordinaria presciencia, el tipo de adivinación que se produjo donde predijeron exactamente, hasta las vacunas deARNm de las que se hablaba hace una década – que es el punto final.

Es muy, muy alarmante cuando lo lees.

Newman: Por favor, danos un par de palabras sobre lo que crees que deberíamos hacer al respecto. ¿Cuál es la solución a esto? ¿Es una cuestión partidista? ¿Debemos tener miedo?

Kennedy: Creo que lo mejor para los oligarcas y para este cártel entre las empresas de medios sociales que se enriquecen engordando con los cadáveres de la clase media arrasada, las empresas de medios de comunicación, las agencias de inteligencia y los médicos tecnócratas médicos, su intención estratégica es mantener a los republicanos luchando contra los demócratas y a los negros contra los blancos, para sembrar la división, para orquestar el miedo.

Vamos a ganar esto persona a persona, hablando con tus vecinos, convenciendo a la gente.

La tasa de conversión siempre está de nuestro lado. Una vez que la gente entiende la verdad, nunca va a volver al otro lado.

Estamos viendo esta enorme y creciente tasa de conversión ahora. Cuando lleguemos a una masa crítica, podremos retomar nuestra democracia, pero necesitamos hacerlo literalmente persona a persona, es decir, hablando constantemente de ello, difundiendo el mensaje.

Yo diría que una de las formas de hacerlo es comprar mi libro, y regalarlo a tus amigos por Navidad.

Por cierto, no gano dinero con el libro. Todos mis beneficios se destinan a “Children’s Health Defense”, a nuestros litigios y a todas las demás cosas, la defensa que hacemos.