Durante el segmento del martes del programa “Rising” de “The Hill”, la periodista y comentarista política Kim Iversen denunció la naturaleza coercitiva de los mandatos de vacunación COVID-19.

“La coacción funciona, pero ¿es ética?”, preguntó Iversen.

Iversen estableció comparaciones entre los mandatos y el movimiento #MeToo, nacido de la creciente conciencia pública sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo.

“Durante el movimiento #MeToo, numerosas personas estaban confundidas sobre por qué una mujer podría sentirse presionada a acostarse con su jefe para mantener su trabajo”, dijo Iversen.

Imitando a los opositores al movimiento, dijo: “Si tu jefe te obliga a hacer algo con tu cuerpo con lo que no te sientes cómoda, ¡dimite y busca un nuevo jefe!”

Pero, ¿es realmente tan sencilla la decisión de dejar un trabajo, se preguntaba Iversen?

“¿Se han enfrentado estas personas alguna vez al estrés y la ansiedad de perder un trabajo y no tener ni idea de cómo van a pagar las facturas del mes siguiente? ¿O se han enfrentado a haber encontrado el trabajo de sus sueños, o a tener una carrera profesional en la que llevan años trabajando, y van a aceptar que una sola demanda de un solo jefe en un solo momento lo amenace todo?”

Iversen dijo que muchas personas que podrían no haberse enfrentado a este tipo de coacción en el lugar de trabajo están recibiendo una dosis de ella ahora, con los mandatos de vacunación.

“En las últimas semanas muchas personas se han visto obligadas a elegir entre su trabajo y su autonomía corporal”, dijo Iversen.

“A los médicos, los pilotos de avión, los abogados, los contratistas, los presentadores de noticias, los profesores, las enfermeras y otros se les está diciendo que tienen que vacunarse a pesar de sus objeciones personales, o perderán su trabajo”.

Pero todos los demás jefes en su área de trabajo también podrían exigir la vacuna, dijo Iversen, con lo que quedan pocas opciones para los que no se la quieren poner.

Ella explicó:

“Para muchas personas, la elección es desarrollar una carrera profesional completamente nueva, que probablemente les reportará menos dinero, lo que podría hacerles perder sus casas entre otras cosas, o hacer esta simple cosa con sus cuerpos que realmente no quieren hacer”.

Iversen comparó las advertencias de “simplemente ponte la vacuna aunque no quieras” con lo que, supuestamente, le decía Harvey Weinstein a las víctimas de sus violaciones: “Será rápido, indoloro y terminará antes de que te des cuenta”.

Citando al periodista de “The New York Times”, Noam Scheiber, que tuiteó que el mandato de la vacuna COVID de “United Airlines” ha sido “notablemente eficaz” para impulsar la aceptación de las vacunas, Iversen dijo: “Claro, obviamente poner en peligro el sustento y el trabajo de alguien es eficaz”.

Iversen continuó:

“Desgraciadamente, en estos escenarios, un breve momento de malestar físico que puede tener o no consecuencias duraderas parece más fácil que perder un trabajo y … tener que lidiar con una inmensa cantidad de estrés y ansiedad, y en algunos casos, con la ruina total”.

Vea el segmento aquí: