En lo que la publicación de la industria farmacéutica “Fierce Pharma” calificó de “preocupante signo de los tiempos”, el gobierno de Biden compró esta semana 290 millones de dólares en medicamentos contra la radiación.

En un comunicado de prensa del 4 de octubre, la Administración de Preparación y Respuesta Estratégica (“Administration for Strategic Preparedness and Response”, ASPR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos anunció la compra de Nplate, un medicamento utilizado para tratar el síndrome de radiación aguda.

La ASPR -la agencia federal encargada de la preparación para catástrofes y emergencias de salud pública- dijo que la compra se hizo “como parte de los esfuerzos continuos y de larga duración para estar mejor preparados para salvar vidas después de emergencias radiológicas y nucleares.”

El HHS no aclaró por qué reforzó las reservas de Nplate del gobierno, aparte de describirlo como “parte de nuestro trabajo continuo de preparación y seguridad radiológica”.

Los funcionarios restaron importancia a cualquier conexión con el conflicto entre Rusia y Ucrania, añadiendo que la compra “no se aceleró por la situación en Ucrania.”

Sin embargo, dos días después del anuncio, en medio de las crecientes tensiones relacionadas con el conflicto entre Rusia y Ucrania, el presidente Biden afirmó que el riesgo de “Armagedón” nuclear es el más alto desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962.

En los últimos meses, el gobierno de Estados Unidos ha tomado varias medidas que indican un creciente nivel de preparación nuclear.

Por ejemplo, a finales de septiembre, la Actividad de Proyectos de Investigación Avanzada de Inteligencia lanzó un nuevo programa, -Evaluación Dirigida de la Exposición a la Radiación Ionizante- que investigará métodos para detectar bajas dosis de radiación ionizante.

Según “The Register”, la investigación trabajará para “construir una nueva comprensión de los efectos de las dosis bajas de radiación” mediante el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, el descubrimiento de biomarcadores y la biografía analítica.

La Universidad Estatal de Ohio, la Universidad de Washington, “Areté Associates” y “Signature Science” recibieron subvenciones para realizar la investigación durante un periodo de tres años y medio. La investigación se llevará a cabo en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, el Laboratorio Nacional de Los Álamos y el Instituto de Investigación Radiobiológica de las Fuerzas Armadas.

A principios de este verano, las autoridades de la ciudad de Nueva York levantaron ampollas con el lanzamiento de un anuncio de servicio público (“public service announcement”, PSA por sus siglas en inglés) de 90 segundos sobre la preparación nuclear, que el New York Times describió como “extraño” y como “bien visto”, pero “no bien recibido”.

En ese momento, NPR informó de que el departamento de gestión de emergencias de la ciudad de Nueva York “quiere que los residentes estén preparados si se produce [un ataque nuclear]”, pero que el anuncio de servicio público dejó a muchos de los residentes de la ciudad “confundidos”.

Fuera de Estados Unidos, los países vecinos de Ucrania, como Polonia, habrían empezado a distribuir pastillas de yodo en respuesta a la amenaza de lluvia radiactiva relacionada con el conflicto entre Rusia y Ucrania, como consecuencia de los bombardeos en torno a la central nuclear de Zaporizhzhia (Ucrania).

Desarrollado en el marco del Proyecto BioShield, con financiación de numerosas agencias gubernamentales

Nplate es el nombre comercial del fármaco romiplostim, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (“Food and Drug Administration”, FDA por sus siglas en inglés) en enero de 2021 para el tratamiento de las lesiones de las células sanguíneas derivadas del síndrome de radiación aguda.

El fármaco es una proteína artificial que fomenta la producción de plaquetas -o células coagulantes de la sangre- en el cuerpo humano.

El fármaco recibió la aprobación de la FDA por primera vez en 2008, para el tratamiento de la trombocitopenia inmune, un trastorno autoinmune que provoca graves hemorragias.

Amgen, el fabricante del fármaco, desarrolló Nplate junto con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado o BARDA (siglas en inglés para “Biomedical Advanced Research and Development Authority”), bajo los auspicios del Proyecto BioShield, convertido en ley en julio de 2004 por el entonces presidente George W. Bush.

El Proyecto BioShield, que incentiva a las empresas privadas a desarrollar vacunas y contramedidas contra las amenazas biológicas, químicas, nucleares y radiológicas, proporcionó la financiación para la última compra de 290 millones de dólares del HHS.

BARDA -otra rama del HHS- acaparó la atención en los últimos años por sus amplios acuerdos con los fabricantes de vacunas contra el COVID-19 y por su promoción de las contramedidas contra el COVID-19.

En 2020, BARDA prometió a Moderna hasta 483 millones de dólares para “guiar” su vacuna COVID-19 a través del proceso de aprobación de la FDA.

El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (“National Institute of Allergy and Infectious Diseases”, NIAID por sus siglas en inglés) -dirigido por el Dr. Anthony Fauci- también contribuyó al desarrollo de Nplate.

Por ejemplo, durante una audiencia de supervisión de abril de 2018 del Subcomité de Asignaciones de la Cámara de Representantes sobre Trabajo, Salud y Servicios Humanos y Educación, Fauci describió la participación del NIAID en el desarrollo y la promoción de “candidatos de contramedidas de radiación/nucleares”, incluyendo Nplate, para la aprobación de la FDA bajo la Regla Animal.

Según la FDA, la normativa sobre animales “permite la aprobación de medicamentos y la autorización de productos biológicos cuando los estudios de eficacia en humanos no son éticos y los ensayos de campo para estudiar la eficacia de los medicamentos o productos biológicos no son factibles”.

En el caso del Nplate, drugs.com afirma que la eficacia del fármaco para tratar la exposición a la radiación “sólo se estudió en animales, porque no se pudo estudiar en personas”.

También según drugs.com, el Nplate se asocia a varios efectos secundarios potenciales graves, como el aumento del riesgo de sufrir un coágulo de sangre o un ictus, un mayor riesgo de desarrollar cánceres de sangre y “efectos nocivos en la médula ósea que pueden dar lugar a graves trastornos de las células sanguíneas”.

La página web afirma que “se desconoce” si Nplate puede causar daños a los bebés no nacidos.

Amgen, con sede en Thousand Oaks, California, se describe a sí misma como “Pionera mundial en biotecnología“.

El consejo de administración de la empresa incluye miembros de The Aerospace Corporation, el Instituto David H. Koch para la Investigación Integral del Cáncer, Northrop Grumman, Phillips 66, la Universidad de California y Walmart.

Las reservas recién adquiridas permanecerán en el inventario controlado por el proveedor, dijo el HHS.