La esposa de un médico de Florida que murió 15 días después de recibir la vacuna COVID-19 de Pfizer dijo a los periodistas de USA Today y Daily Mail que su esposo estaba “perfectamente sano” antes de recibir la vacuna.

Heidi Neckelmann dijo que su esposo, el Dr. Gregory Michael, de 56 años, “buscó atención de emergencia tres días después de la inyección porque tenía puntos en la piel que indicaban sangrado interno”.

Michael recibió la vacuna el 18 de diciembre en Mount Sinai Medical Center en Miami Beach, donde había trabajado durante 12 años como ginecólogo obstetra. Murió el 3 de enero después de sufrir un accidente cerebrovascular hemorrágico relacionado con la falta de plaquetas, una condición llamada trombocitopenia,o como informó el Daily Mail, púrpura trombocitopénica idiopática aguda (ITP).

Neckelmann dijo al Daily Mail:

“Estaba en muy buena salud. No fumaba, bebía alcohol de vez en cuando, pero sólo socialmente. Hacía ejercicio, teníamos kayaks, era un pescador de aguas profundas.”

“Le hicieron pruebas de todo lo que se pueda imaginar después, incluso cáncer, y no encontraron absolutamente nada más que tuviera mal”.

Pfizer, en una declaración a ‘USA Today’, dijo que el fabricante de la vacuna conocía e “investigaba activamente” la muerte, pero también agregó que “no creemos en este momento que haya ninguna conexión directa con la vacuna”.

Pfizer también le dijo a USA Today:

“No hay ninguna indicación, ya sea proveniente de los grandes ensayos clínicos ni de las personas que han recibido la vacuna desde que el gobierno autorizó su uso el mes pasado, de que pudiera estar relacionada con la trombocitopenia”.

Pero Neckelmann le dijo al Daily Mail que en su mente, la muerte de su marido estaba “100% vinculada” a la vacuna.

La presidenta de Children’s Health Defense (CHD), Lyn Redwood, RN, MSN,dijo que la púrpura trombocitopénica inmunológica (‘immune thrombocytopenic purpura’, ITP por sus siglas en inglés) es un evento adverso bien conocidoasociado con las vacunas.

La vacuna más frecuentemente implicada es la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (la triple vírica, MMR por sus siglas en inglés), donde la enfermedad se produce en aproximadamente 1 de cada 25.000 a 40.000dosis de la vacuna, dijo Redwood. La ITP también se ha asociado con las vacunas del virus de la hepatitis A y B (VHB)), del virus del papiloma humano (VPH), la varicela-zoster, difteria-tétanos-tos ferina acelular (DTap), de la poliomielitis y del neumococo..

Según Redwood, un estudio que comparó los efectos adversos después de la vacunación antigripal encontró que la ITP era la tercera afección autoinmune más común (después de Guillain Barre y la artritis reumatoide).

Redwood también señaló que hay estudios queinforman de que la ITP se produce después de la exposición a medicamentos que contienen polietilenglicol (PEG),un compuesto utilizado en las vacunas Pfizer y Moderna.

“Considerando que, según el Tribunal de Reclamaciones Federales de los Estados Unidos,casos de ITP han recibido compensaciones en el Programa Nacional de Compensación de Lesiones por Vacunas (NVICP, por sus siglas en inglés),es completamente engañoso que los fabricantes de vacunas nieguen este riesgo”, dijo Redwood.

Como Neckelmann le dijo al Daily Mail, Michael no sufrió ninguna reacción inmediata a la vacuna, pero tres días después notó que tenía petequias —manchas rojas que indican sangrado debajo de la piel— en las manos y los pies.

Después de ingeresar por sí mismo en el hospital, los médicos confirmaron que Michael sufría de una aguda falta de plaquetas. Según Neckelmann:

“Todos los resultados de sus análisis de sangre estaban dentro de la normalidad, excepto las plaquetas que dieron cero.

“Al principio pensaron que debía ser un error. Así que hicieron la prueba de nuevo y esta vez hicieron un conteo manual que se supone que es más preciso. Esta vez mostró sólo una plaqueta”.

Los médicos le dijeron a Michael que su condición era “increíblemente peligrosa” y que podría conducir a un sangrado cerebral y/o la muerte, dijo Neckelmann.

Neckelmann le dijo a USA Today que un equipo de médicos intentó sin éxito durante dos semanas aumentar su recuento de plaquetas. Ella le dijo al Daily Mail que su esposo no tenía antecedentes de púrpura trombocitopénica idiopática aguda, la enfermedad que le diagnosticaron a su marido. El trastorno hace que el sistema inmunitario confunda las plaquetas con objetos extraños e indica al bazo que las destruya.

En una publicación en Facebook,Neckelmann escribió que su marido era un defensor de las vacunas. Pero ella dijo:

“Creo que la gente debe ser consciente de que los efectos secundarios pueden suceder, que no son buenas para todos y en este caso destruyó una vida hermosa, una familia perfecta, y ha afectado a tantas personas en la comunidad

“No deje que su muerte sea en vano, por favor salve más vidas haciendo que esta información aparezca en las noticias.”


Según el Daily Mail, los niños pueden contraer ITP aguda después de una infección viral como la gripe o las paperas, mientras que en adultos, los desencadenantes pueden incluir VIH,hepatitis o H. pylori, un tipo de bacteria que causa úlceras estomacales.

Al enterarse de la muerte de Michael, Robert F. Kennedy Jr., el presidente y asesor legal jefe de CHD dijo:

“Tenemos que dejar de considerar estas tragedias como daños colaterales aceptables. Tenemos que apartarnos de esta exuberancia vertiginosa y hacer una evaluación de los riesgos con frialdad y dureza cara a estas intervenciones médicas experimentales. Y tenemos que reconocer que estas vacunas de cero responsabilidad conllevan riesgos y que cuando hay riesgo, tiene que haber elección”.

Las vacunas CoVID de Pfizer, y también la de Mderna, utilizan tecnología de ARN mensajero nunca antes utilizada en vacunas. Ambas vacunas están aprobadas para uso de emergencia en los Estados Unidos, reino Unido y otros países, pero ninguna de ellas aún está totalmente autorizada.

Hasta ahora no hay confirmación de muertes directamente relacionadas con ninguna de las dos vacunas, aunque una mujer de 41 años en Portugal murió dos días después de recibir la vacuna Pfizer, y un hombre israelí de 75 años murió de un ataque al corazón dos horas después de recibir la vacuna.

Sin embargo, hay un número creciente de informes de reacciones alérgicas graves a las vacunas Pfizer y Moderna. Según el Wall Street Journal, al menos 29 personas han tenido reacciones alérgicas graves en los Estados Unidos hasta la fecha.

En una conferencia de prensa el miércoles, la Dra. Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo a los medios de comunicación:

“Los beneficios conocidos y potenciales de las vacunas COVID-19 actuales superan los riesgos conocidos y potenciales de contraer Covid-19. Eso no significa, sin embargo, que no podamos llegar a ver posibles eventos graves de salud en el futuro”.

Hasta la fecha, la única explicación ofrecida para las reacciones alérgicas a las vacunas Pfizer y Moderna es que fueron causadas por PEG.

En septiembre, Children’s Health Defense advirtió a la FDA y al Dr. Anthony Fauci sobre la posibilidad de que PEG causara shock anafiláctico, pero como se informó anteriormente, ninguno de los dos tomó medidas.

Inmediatamente después de que las vacunas Pfizer y Moderna se implementaran en los Estados Unidos y el Reino Unido, comenzaron a surgir informes de reacciones alérgicas graves en los medios de comunicación. En algunos casos, las reacciones fueron lo suficientemente graves como para requerir que los receptores de la vacuna fueran hospitalizados.