Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés) añadieron el jueves la vacuna COVID-19 a su calendario de vacunaciónrutina para niños y adultos.

Aunque los CDC no tienen autoridad para establecer requisitos por sí mismos, el calendario de vacunación de la agencia proporciona orientación formal a los funcionarios de salud pública estatales y locales que establecen las normas sobre qué vacunas son obligatorias para asistir a la escuela.

El calendario también es la base de las recomendaciones de vacunación que hacen la mayoría de los médicos.

“Teniendo en cuenta todo lo que hemos aprendido sobre los peligros y la ineficacia de las vacunas COVID-19 en los últimos dos años, es horrible ver que los CDC la recomiendan ahora como vacuna de rutina para los niños”, dijo a “The Defender” Mary Holland, presidenta y consejera general de “Children’s Health Defense” (CHD).

“Aunque no es sorprendente dado lo capturada que está la agencia, no deja de ser trágico”, añadió.

La medida del jueves formalizó la recomendación del comité asesor sobre vacunas de la agencia, que el 20 de octubre de 2022 votó por unanimidad (15-0) la recomendación de añadir las vacunas COVID-19 para niños a partir de 6 meses al nuevo Calendario de Vacunación Infantil y Adolescente.

Según las nuevas directrices, los CDC recomiendan que los niños sanos de entre 6 meses y 11 años reciban una serie primaria de dos dosis de la vacuna COVID-19 monovalente de ARNm Moderna o Pfizer-BioNTech, seguida de una dosis de refuerzo de la vacuna bivalente.

Recomienda que las personas sanas a partir de 12 años reciban dos dosis de la vacuna Moderna, Pfizer o Novavax, seguidas de una dosis de refuerzo bivalente.

Todas las vacunas COVID-19 que se están administrando en los Estados Unidos a personas menores de 18 años son productos con Uso de Emergencia Autorizado (“Emergency Use Authorized”, EUA por sus siglas en inglés). La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (“Food and Drug Administration”, FDA por sus siglas en inglés) concedió la aprobación total a la vacuna Comirnaty COVID-19 de Pfizer para mayores de 12 años, sin embargo, la vacuna Comirnaty no está disponible en los Estados Unidos, lo que significa que todos los niños a los que se les administra la vacuna de Pfizer están recibiendo un producto con EUA.

El miércoles en la audiencia en el congreso sobre la respuesta de la administración Biden a COVID-19, el Diputado Dan Crenshaw (republicano de Texas) preguntó a la Directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walenskypor qué los CDC infringieron sus propias normas y pusieron una vacuna EUA en el calendario de inmunización infantil para una enfermedad que plantea muy poco riesgo para los niños y para la cual la vacuna plantea muchos efectos secundarios potenciales sin prevenir la transmisión.

Walensky respondió:

“La razón por la que el ACIP [Advisory Committee on Immunization Practices] recomendó a los CDC que incluyeran la vacuna COVID-19 en el calendario pediátrico fue únicamente porque era la única forma de que se pudiera incluir en nuestro programa ‘Vacunas para niños’.

“Era la única forma de que nuestros niños con seguro insuficiente pudieran acceder a las vacunas… Esa fue la razón para ponerlo ahí”.

Los datos recogidos por los CDC a través de su Sistema de Notificación de Efectos Adversos de Vacunas(VAERS) y un número creciente de otras fuentes indican graves riesgos para la salud asociados a la vacunación infantil con COVID-19.

“Las vacunas COVID no han demostrado ser eficaces ni seguras para los niños”, argumentó CHD en un informe ‘amicus curiae’ presentado en Luisiana el año pasado. “Los beneficios para los niños son minúsculos, mientras que los riesgos -incluido el riesgo de daños cardíacos potencialmente mortales– son “conocidos” y “graves”, como ha reconocido la propia FDA.”

Otros cambios en el calendario infantil incluyen la incorporación de la vacuna PVC15, una vacuna antineumocócica conjugada utilizada para ayudar a proteger contra las bacterias neumocócicas y aprobada recientemente para los niños; la actualización de las directrices para las vacunas contra la gripe y la hepatitis B; y nuevas recomendaciones para las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR) y la poliomielitis.

Los CDC recomiendan ahora una dosis adicional de la vacuna triple vírica en los lugares donde hay un brote de paperas. También recomienda una vacuna adicional contra el poliovirus para niños y adultos si aparecen nuevos casos de poliomielitis.

Esto significaría que el calendario de vacunación infantil aumentaría el número de inyecciones recomendadas de 54 a 72 a lo largo de la infancia de una persona, entre los 6 meses y los 18 años de edad, informó “The Defender” el año pasado.

El calendario de los CDC protege a las farmacéuticas de la responsabilidad por lesiones causadas por vacunas

Los fabricantes de vacunas no son responsables de los daños o muertes asociadas a las vacunas con EUA, pero pueden ser considerados responsables de los daños causados por una vacuna plenamente autorizada, a menos que esa vacuna se añada al calendario de vacunación infantil de los CDC.

Los padres de niños lesionados por vacunas incluidas en el calendario infantil pueden solicitar una indemnización a través del Programa Nacional de Indemnización por Lesiones Causadas por Vacunas (NVICP ), financiado por los contribuyentes, una alternativa sin culpa al sistema judicial tradicional para resolver las reclamaciones por lesiones causadas por vacunas.

Sin embargo, las revisiones votadas por el comité ACIP el año pasado establecen explícitamente (diapositiva 24) que las vacunas antineumocócica polisacárida (PPSV23) y COVID-19 no están cubiertas por el NVICP.

En cambio, las vacunas COVID-19 añadidas al calendario infantil seguirán estando cubiertas por el Programa de Compensación de Lesiones por Contramedidas (“Countermeasures Injury Compensation Program”, CICP por sus siglas en inglés). Hasta la fecha, sólo 19 reclamaciones relacionadas con COVID-19 presentadas ante el CICP han sido consideradas susceptibles de indemnización, aunque todavía no se ha pagado ninguna compensación.

Desde su creación en 2010, el CICP solo ha indemnizado a 30 de las casi 12.000 reclamaciones presentadas.

¿Estamos asistiendo al “principio del fin del reinado de las grandes farmacéuticas, ‘Big Pharma'”?

La incorporación de la vacuna COVID-19 al calendario de inmunización “ayuda a ‘normalizar’ esta vacuna y envía un poderoso mensaje tanto a los proveedores de atención sanitaria como al público en general de que todas las personas a partir de los 6 meses de edad deben estar al día con las vacunas COVID-19 recomendadas (incluida una dosis de refuerzo, cuando sea elegible), al igual que lo harían con cualquier otra vacuna recomendada de forma rutinaria”, dijeron el Dr. Neil Murthy y la Dra. A. Patricia Wodi en un comunicado sobre el que informó la CNN.

Esta “normalización” se produce en un momento en que más del 85% de la población estadounidense no se ha puesto la dosis de refuerzo, a pesar del enorme empuje mediático patrocinado por el gobierno.

A nivel nacional, sólo al 12% de los niños de 6 meses a 4 años se les ha administrado una dosis de la vacuna. Sólo al 58% de los niños de 12 a 17 años y al 32% de los niños de 5 a 11 años se les ha administrado dos dosis de la vacuna. Las cifras varían mucho de un estado a otro.

Holland comentó las implicaciones de añadir esta inyección al calendario:

“El horario infantil ya es anticientífico e injustificable. Añadir esta inyección puede ser la gota que colme el vaso. Es probable que los padres se resistan, poniendo finalmente en tela de juicio todo el calendario de vacunación infantil.

“Ese día ha tardado en llegar, pero ya está aquí. Creo que estamos asistiendo al principio del fin del reinado de las grandes farmacéuticas, “Big Pharma”, sobre los niños de la nación”.

En la comparecencia del miércoles ante el Congreso, los legisladores plantearon repetidamente su preocupación por cómo las recomendaciones erróneas de las agencias reguladoras conducían a una falta de confianza en las instituciones públicas.

La representante Cathy McMorris Rodgers (republicana de Washington) declaró: “Hoy en día existe una grave desconfianza hacia nuestras agencias de salud pública. [Las encuestas indican que] el 40% de la población no confía en nuestras agencias de salud pública para manejar la próxima emergencia de salud pública.”

Walensky indicó que las tasas de vacunación de todas las vacunas del calendario infantil entre los niños de guardería disminuyeron el año pasado, pasando del 95% al 93% en los dos últimos años, lo que supone que cientos de miles de padres optaron por no cumplir el calendario de vacunación infantil.

Los más recientes datos del VAERS sobre lesiones por vacunas, actualizados el 2 de febrero para niños de 6 meses a 5 años a los que se les administró la vacuna COVID-19, mostraron informes de 5.737 acontecimientos adversos, incluidos 244 casos calificados de graves y 14 muertes notificadas.

En el caso de los niños de 5 a 11 años, se notificaron 16.910 efectos adversos, 805 de ellos calificados de graves y 33 muertes.

VAERS es el principal sistema financiado por el gobierno para notificar las reacciones adversas a las vacunas en los EE.UU. Aunque los informes enviados a VAERS requieren una investigación adicional antes de que se pueda confirmar una relación causal, VAERS ha demostrado históricamente que sólo informa del 1% de los eventos adversos reales a las vacunas.

Según el doctor Retsef Levi, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, las vacunas “causan niveles de daño sin precedentes, incluida la muerte de jóvenes y niños”.

Múltiples estudios han determinado que las vacunas aumentan el riesgo de miocarditis y pericarditis, sobre todo en hombres jóvenes.

Un estudio de octubre de 2022 reveló que los CDC conocían la señal de seguridad de estos efectos secundarios meses antes de informar al público.

En la reciente reunión del comité asesor sobre vacunas de la FDA, varios miembros del comité también expresaron su preocupación sobre la recomendación de dosis de refuerzo bivalentes anuales para los niños, dada la falta de datos.

En palabras de la Dra. Archana Chatterjee, miembro del comité y decana de la Facultad de Medicina de Chicago y vicepresidenta de asuntos médicos de la Universidad Rosalind Franklin:

“Cuando analizamos esta cuestión [simplificar el calendario de vacunación] para los niños pequeños, los datos son demasiado escasos para que podamos tomar realmente decisiones científicamente sólidas al respecto. Los datos de los ensayos tienen que ser mucho más sólidos de lo que hemos visto en el pasado”.

A la luz de datos como éste, la vacunación de COVID-19 para niños y personas sanas está perdiendo el apoyo de la población e incluso el apoyo gubernamental en algunos lugares.

Bajo la presión de la opinión pública y enfrentándose a una serie de demandas judiciales, la semana pasada California abandonó su plan de imponer la vacunación contra la COVID-19 a los escolares.

Hasta el 6 de febrero, había 21 estados que contaban con legislación u órdenes ejecutivas que prohibían la obligación de vacunar a los estudiantes, según la Academia Nacional de Política Sanitaria Estatal, una organización no partidista de responsables de políticas sanitarias estatales.

En la actualidad, sólo el Distrito de Columbia tiene mandato de vacunación para los escolares, aunque no entrará en vigor hasta el curso 2023-2024.

A partir del 12 de febrero, el Reino Unido dejará de recomendar las dosis de refuerzo de COVID-19 para las personas sanas menores de 50 años.

Dinamarca finalizó su campaña de vacunación universal COVID-19 para personas sanas en febrero de 2022.