El Parlamento Europeo votará la próxima semana sobre un “pase verde” digital que los ciudadanos deberán presentar como prueba de que han sido vacunados o han dado negativo en las pruebas de COVID.

El pase sería necesario para viajar entre países de la UE. También se podría exigir a quienes viajen desde fuera de la UE que presenten un pase equivalente.

La organización ‘Children’s Health Defense’ (CHD) pide a los ciudadanos de Estados Unidos y de la UE que llamen a los diputados de la UE para pedirles que rechacen el “Pase Verde”.

Descargue la lista de eurodiputados. Haga clic en cada nombre para ser redirigido a la página web del Parlamento Europeo, donde encontrará el número de teléfono directo de cada uno.

Además, descárgate esta lista de cuentas de redes sociales de los eurodiputados y etiquétalos en las publicaciones sociales pidiéndoles que rechacen el Pase Verde.

El Pase Verde propuesto incluiría información sobre la marca de la vacuna que recibió una persona, la fecha y el lugar de la inoculación y el número de dosis administradas, así como información de un laboratorio u hospital que confirme los resultados negativos de las pruebas.

Los miembros de la UE ya han acordado las especificaciones técnicas del pase digital, y está previsto lanzar una fase piloto a principios del verano.

“Los ciudadanos estadounidenses deberían estar preocupados porque si la UE aprueba el Pase Verde, sentará el precedente para que Estados Unidos también desarrolle y exija pasaportes de vacunación”, dijo la presidenta de CHD, Mary Holland. “Por eso pedimos que todo el mundo, no sólo los que viven en Europa, llame a los eurodiputados”.

El presidente de CHD, Robert F. Kennedy escribió al Parlamento de la UE en nombre de CHD, afirmando que en CHD estamos “profundamente preocupados por las consecuencias imprevistas de la crisis del COVID, incluyendo cómo afectan a los niños en todo el mundo.”

En la carta de Kennedy que aparece a continuación, explica que el Pase Verde “promete libertad. Pero cuando la puerta permanece cerrada, y sólo los poseedores de la llave pueden pasar, ¿somos libres? Un pase a la libertad es, en su naturaleza, una garantía de discriminación”.

Aquí está la carta de Kennedy al Parlamento de la UE:

Carta a los diputados del Parlamento Europeo pidiendo el rechazo del certificado digital verde

La libertad no necesita pase; pero el pueblo necesita libertad

Estimados miembros del Parlamento Europeo,

Escribimos como presidente de Children’s Health Defense (CHD), una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos, y como presidenta de CHD-Europa. Nuestra organización mundial de defensa busca proteger la salud de los niños sacando a la luz las causas de la mala salud y llevando ante la justicia a quienes la perjudican. Nos preocupan profundamente las consecuencias imprevistas de la crisis del COVID, entre ellas la forma en que afectan a los niños de todo el mundo.

Nos oponemos a que el Parlamento apruebe el “Pase Verde” (Certificado Verde Digital, introducido el 17 de marzo de 2021 con la propuesta #COM 2021 130) sin un debate profundo y vigoroso. Aunque la intención del Pase Verde es facilitar los viajes durante la pandemia de COVID-19, nos tememos que hará exactamente lo contrario: Asfixiará los viajes y la interacción humana.

Escribo en calidad de Presidente del Consejo de Administración de ‘Children’s Health Defense Europe’ en relación con la propuesta de certificado digital verde, y a raíz de mi muy publicitada carta del 22 de marzo de 2021 sobre este importante tema.

Está claro que vivimos tiempos excepcionales, ya que vemos cómo la Unión Europea se apresura a erigir un nuevo “marco universal” para el control de las enfermedades dentro del espacio Schengen. Es una respuesta a la repentina cascada de Estados miembros que el año pasado cerraron sus puertas a los ciudadanos europeos por miedo a la enfermedad.

La UE nos ofrecería ahora la clave: una tarjeta de vacunas en forma de certificados digitales “interoperables”, que se conocerá como Certificado Digital Verde (‘Green Digital Certificate’, GDC por sus siglas en inglés). La propuesta del GDC promete libertad. Pero cuando la puerta permanece cerrada, y sólo los poseedores de la llave pueden pasar, ¿somos libres? El pase a la libertad es, por su naturaleza, una garantía de discriminación.

De hecho, el 19 de abril, la OMS pidió que se abandonara cualquier plan para hacer de la prueba de vacunación una condición de entrada, debido a las consecuencias inevitablemente discriminatorias.

Un grupo interdisciplinar belga de juristas y científicos ha demostrado en un extenso análisis jurídico que esta propuesta es un “obstáculo desproporcionado, ineficaz e injusto a la libre circulación de los ciudadanos europeos”, en particular por las afirmaciones científicas incompletas e inexactas en las que se basa para su justificación.

La afirmación de la Comisión de que la introducción de restricciones a la libre circulación facilitará de algún modo el ejercicio de ese mismo derecho es sencillamente absurda.

A pesar de sus peligros inherentes, la propuesta del sistema de control fronterizo del GDC carece del complemento habitual de evaluación de impacto, análisis de costes y beneficios y consulta pública. Como eurodiputado, sabrá que las normas de mejora de la legislación, introducidas recientemente, subrayan la importancia de estos procedimientos para mantener el equilibrio de poder en Europa.

Dado que la información pertinente es fácilmente accesible, pensamos que la Comisión, al elaborar la propuesta, puede haber incurrido en esta omisión por error. En respuesta, han surgido iniciativas populares en toda Europa, como la Petición sobre COVID-19 y Derechos y Libertades Fundamentales La propuesta fue presentada por 21 ciudadanos y organizaciones de 17 Estados miembros con el fin de convocar una comisión parlamentaria para investigar la gestión de la crisis; un comité ad hoc de científicos y abogados de diferentes países y organizaciones para analizar la ciencia y la legislación subyacentes a la propuesta; y el grupo ‘Doctors for COVID Ethics’, que ha advertido a la Agencia Europea del Medicamento y al Parlamento Europeo de los graves riesgos asociados a las vacunas COVID-19 en cartas personales y correspondencia abierta. Ante el creciente sentimiento de la ciudadanía europea, es nuestro deber garantizar que los parlamentarios dispongan de lo necesario para un debate profundo y abierto.

Por tanto, por respeto a la soberanía parlamentaria y con la esperanza de suscitar un debate vivo y constructivo, nos gustaría que considerara los siguientes motivos. Si nuestro argumento le parece convincente, en la sesión plenaria podría considerar la posibilidad de votar a favor de la enmienda propuesta por el eurodiputado Rob Rooken para el rechazo total de esta impopular propuesta.

Atentamente,

Robert F. Kennedy Jr., Presidente del Consejo de Administración de ‘Children’s Health Defense Europe’, Senta Depuydt, Presidenta de ‘Children’s Health Defense Europe’