Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) empezaron a dar la voz de alarma sobre un posible aumento de los brotes de viruela símica (antes denominada viruela del mono) este verano, pocos días antes de publicar estudios que sugerían que dos dosis de la vacuna Jynneos de “Bavarian Nordic”, en lugar de una, ofrecen una protección “real”.

El 11 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso fin a la emergencia sanitaria mundial por la viruela del mono, menos de una semana después de haber dado por terminada la emergencia por COVID-19.

Pero el 15 de mayo, los CDC emitieron una alerta sanitaria, advirtiendo de que, aunque los casos de viruela símica habían disminuido desde que alcanzaron su punto máximo el pasado agosto, “el brote no ha terminado.”

La alerta informaba a los médicos y a las agencias de salud pública de que los CDC y sus socios locales estaban investigando un conglomerado de casos de viruela símica en la zona de Chicago, donde se habían notificado 12 casos confirmados y uno probable de viruela símica al Departamento de Salud Pública de Chicago entre el 17 de abril y el 5 de mayo.

Las autoridades sanitarias deben ser conscientes de “la posibilidad de que se produzcan nuevos conglomerados o brotes de casos de viruela símica”, advertía la alerta sanitaria. Los CDC también advirtieron de que era probable que “la temporada de primavera y verano de 2023 podría dar lugar a un resurgimiento de viruela del mono ya que las personas se reúnen para festivales y otros eventos.”

Nueve de los posibles 13 hombres infectados cerca de Chicago estaban totalmente vacunados contra la viruela del mono, lo que plantea dudas sobre la eficacia de Jynneos. Sin embargo, los CDC subrayaron que “la vacunación sigue siendo una de las medidas de prevención más importantes.”

El anuncio de los CDC y los casos de Chicago tuvieron amplia repercusión en la prensa, lo que llevó a ciudades como San Francisco a publicar anuncios de salud pública animando a la vacunación.

El jueves, sólo tres días después de que los CDC emitieran su alerta, la agencia también publicó tres nuevos estudios observacionales que informan de que la vacuna Jynneos proporciona “protección en el mundo real” contra la viruela símica, y dos dosis parecen ser más eficaces que una.

Dos de los estudios se publicaron en el “Morbidity and Mortality Weekly Report” (MMWR) de los CDC y uno en el “New England Journal of Medicine”.

En uno de los estudios MMWR, un estudio de casos reales realizado en 12 jurisdicciones de EE.UU., se estimó que dos dosis de Jynneos tenían una eficacia del 85,9% contra la viruela del mono. Con una dosis, la eficacia de la vacuna fue del 75,2%.

Sin embargo, el estudio real de los CDC realizado en un grupo más amplio de individuos y publicado en “The New England Journal of Medicine”, mostró una eficacia de Jynneos mucho menor.

En ese análisis de casos y controles, realizado en más de 10.000 personas de una base de datos nacional de historiales médicos electrónicos, se estimó que Jynneos tenía una eficacia del 66% tras dos dosis, mientras que la eficacia de una dosis era de sólo el 35,8%.

Según el Dr. Christopher Braden, responsable de incidentes de respuesta a la viruela símica de los CDC, “las estimaciones de eficacia de la vacuna de estos estudios oscilaron entre el 36% y el 75% para una dosis y entre el 66% y el 86% para dos dosis de la vacuna Jynneos.”

“Lo que extraemos de estos tres estudios es que la eficacia de la vacuna es sustancial y que dos dosis son definitivamente mejores que una”, añadió Braden.

Uno de los informes MMWR también afirmaba que “la información sobre la eficacia de la vacuna Jynneos es limitada”.

Y la Dra. Meryl Nass, miembro del comité asesor científico de “Children’s Health Defense”, también declaró a “The Defender” que faltaban ensayos clínicos que demostraran la eficacia de la vacuna.

Nass informó en su Substack de que los CDC iniciaron un estudio sobre la eficacia de la vacuna contra la viruela del mono en la República Democrática del Congo, pero nunca informaron de los resultados.

“The New York Times también cuestionó la eficacia de la vacuna:

“Quedan muchos interrogantes sobre la vacuna, que no se había utilizado ampliamente antes del brote de viruela símica, antes llamada viruela del mono, del verano pasado, principalmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

“Ninguno de los nuevos estudios eran ensayos controlados aleatorizados, y algunos de los análisis eran pequeños.

“Se necesita más trabajo para determinar lo bien que funciona la vacuna en personas inmunodeprimidas, cuánto dura la protección y si varía en función de cómo se administren las vacunas”.

¿Qué es la viruela símica?

La viruela símica es una enfermedad causada por un poxvirus. Los síntomas de la infección por viruela del mono suelen ser leves e incluyen fiebre, sarpullido e inflamación de los ganglios linfáticos, y ocasionalmente dolor de cabeza intenso, dolor de espalda, dolores musculares, falta de energía y erupciones cutáneas que pueden causar lesiones dolorosas, costras o escamas.

El virus rara vez requiere hospitalización, y los que son hospitalizados suelen serlo para controlar el dolor. Rara vez es mortal. Según la OMS, de los casi 90.000 casos de viruela símica registrados en todo el mundo en 2022-2023, solo hubo 140 muertes.

La viruela del mono se transmite principalmente por contacto piel con piel durante las relaciones sexuales y afecta sobre todo a hombres homosexuales y bisexuales, según las autoridades sanitarias, aunque el virus puede afectar a cualquier persona.

Según los CDC, alrededor del 98% de los pacientes con viruela del mono que proporcionaron información demográfica a las clínicas se identificaron como hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

Los CDC caracterizan la viruela del mono como “una enfermedad generalmente leve”, que implica poco más que erupciones cutáneas, fiebres y escalofríos que no suelen requerir “ningún tratamiento específico“.

Historia de la “amenaza” de la viruela del mono

Como informó “The Defender” en mayo de 2022, la Iniciativa contra la Amenaza Nuclear (“Nuclear Threat Initiative”), junto con la Conferencia de Seguridad de Múnich, celebró en marzo de 2021 un “ejercicio de mesa sobre la reducción de las amenazas biológicas de consecuencias graves”, en el que se planteaba una “cepa inusual del virus de la viruela del mono que aparecería por primera vez en la nación ficticia de Brinia y se extendería por todo el mundo durante 18 meses”.

La fecha ficticia de inicio de la pandemia de viruela del mono en este ejercicio fue el 15 de mayo de 2022. El primer caso europeo de viruela del mono se identificó el 7 de mayo de 2022, y después se notificaron varios casos.

Estos informes precedían a la reunión de la Asamblea Mundial de la Salud -órgano decisorio de la OMS-, fijada para el 22 de mayo de 2022. La Asamblea Mundial de la Salud programó una reunión de emergencia sobre la viruela del mono para el 20 de mayo, informó Nass en su Substack.

A finales de julio de 2022, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, “se saltó” a sus propios asesores para declarar la viruela del mono “emergencia de salud pública de importancia internacional”, la primera decisión de este tipo de la OMS desde el SARS-CoV-2.

En agosto de 2022, el gobierno de Biden hizo lo mismo, declarando la viruela del mono emergencia de salud pública para aumentar la concienciación y permitir fondos adicionales para luchar contra la propagación de la enfermedad, según el Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE.UU., Xavier Becerra.

La vacuna contra la viruela Jynneos ya había sido autorizada para adultos en septiembre de 2019 para la viruela y para la prevención de la viruela del mono.

Durante el susto de la viruela del mono en el verano de 2022, hubo escasez de dosis disponibles de la vacuna.

En agosto de 2022, la U.S. “Food and Drug Administration” publicó una autorización de uso de emergencia para permitir a los profesionales sanitarios administrar una cantidad menor de la vacuna Jynneos a las personas de alto riesgo mediante inyección intradérmica – es decir, entre las capas de la piel y no bajo la piel, en lugar de subcutáneamente o bajo la piel.

El cambio en el método de inyección quintuplicó las dosis disponibles -de 441.000 a más de 2,2 millones-, ya que la inyección intradérmica utiliza sólo una fracción de la dosis pero proporciona la misma protección.