El Dr. Sin Hang Lee es un héroe en el mundo de las lesiones por vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH). Es responsable de la investigación científica innovadora que demostró que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (‘U.S. Food and Drug Administration’, FDA, por sus siglas en inglés) y Merck mintieron sobre fragmentos de ADN del VPH en las vacunas. Los obligó a confesar, después de negarlo públicamente muchas veces.

Lee ha presentado declaraciones como experto en el Programa Nacional de Compensación de Lesiones por Vacunas (National Vaccine Injury Compensation Program) en nombre de adolescentes que resultaron heridos o murieron. Ha evaluado muestras de tejidos y vacunas, y ha abogado incansablemente ante la Organización Mundial de la Salud, la FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sobre los riesgos inaceptables de las vacunas contra el VPH.

El Dr. Lee publicó recientemente un libro extraordinario,“From Pap Smear to the VPH Vaccine: The Cervical Cancer Prevention Industry”, (“De la prueba de Papanicolaou a la vacuna VPH: la industria de la prevención del cáncer de cuello uterino”) con Nova Science Publishers. No te dejes desanimar por el título simple y convencional, este libro es dinamita. Lee dice nombres concretos y señala la corrupción que se ha cobrado miles de vidas en el mundo entero, todo mientras genera miles de millones de dólares para los titulares de patentes.

En muchos sentidos, el relato de Lee prefigura la vacuna COVID-19. Este es un extracto particularmente relevante y explosivo:

“¡SON LAS VACUNAS, ESTÚPIDO!

“Mientras que la palabra economía en la frase ‘¡Es la economía, estúpido!’ se utilizó para recordarle a Bill Clinton y a todos los que trabajaban para él que mantuvieran el foco en ese tema durante su exitosa campaña presidencial de 1992, la vacuna es el foco principal de las acciones de algunos reguladores gubernamentales oportunistas, académicos y miembros de una sociedad profesional que son funcionarios de facto de las compañías farmacéuticas.” (sin cursivas en el añadido)

Con detalles precisos, Lee describe cómo los poderes, tanto en el gobierno como en la industria, dejaron de lado la prueba de detección de Papanicolaou, una herramienta de diagnóstico eficaz para el cáncer de cuello uterino y causaron estragos en los diagnósticos a través del“Sistema Bethesda”, sólo para seguir esos estragos de las prueba con vacunas anunciadas a bombo y platillo para erradicar el cáncer de cuello uterino de una vez por todas. Lee describe cómo ciertas personas en “asociaciones público-privadas” incubaron este plan y lo llevaron a cabo.

Lee explica cómo, basándose en investigación científica distorsionada, fue posible vender la vacuna contra el VPH a las mujeres cuando “> 90% de las infecciones por VPH” se auto-eliminan y desaparecen sin consecuencias residuales para la salud en el seguimiento clínico. > Sólo cuando el sistema inmunitario del paciente no puede eliminar la infección y la infección por el VPH se vuelve persistente, la carcinogénesis cervical puede tener lugar en un pequeño porcentaje de pacientes.”

La experiencia médica y científica de Lee brilla a través de todo el libro, así como su conciencia moral. Deja claro que la corrupción en la medicina no sólo es errónea, sino mortal:

“La profesión médica, incluidos algunos científicos médicos empleados por el gobierno, ha sido comprada por la industria farmacéutica. Las instituciones académicas, las diversas sociedades médicas y las revistas médicas siguen permitiéndose ser los agentes pagados en la difusión de investigación científica que está distorsionada a favor de la industria farmacéutica a expensas del interés público. “

Lee no tiene pelos en la lengua:

“Retrospectivamente, la ejecución exitosa de la estrategia para comercializar un ensayo de ADN del VPH como prueba de detección de cáncer de cuello uterino y una vacuna contra el VPH como vacuna contra el cáncer de cuello uterino fue una artimaña bien orquestada. Exigía la cooperación de varios actores clave de organismos reguladores gubernamentales, colaboradores de la profesión médica y fabricantes de vacunas para un objetivo común quenes obtener beneficios de una multimillonaria industria del VPH de reciente creación.” (sin cursivas en el añadido)

Lee incluye una carta típica de una joven dañada por Gardasil. Sus heridas, como las de tantos, son múltiples, complejas y alteran la vida.

“Dr. Lee

“Consentí y reaccioné a la vacuna Gardasil contra el VPH a los 17 años desarrollando varias enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide, raynauds) POTS, taquicardia sinusal inadecuada, presión arterial alta, migrañas intratables, intolerancias alimentarias a la carne roja y lácteos, SII, etc., y cáncer de cuello uterino que requiere una histerectomía a los 24 años. Me gustaría preguntar sobre cómo hacer que mi sangre se someta a pruebas para detectar la presencia del fragmento de VPH-16 l1 y cualquier costo asociado con esta prueba. No he podido encontrar tratamiento o recuperación y mi salud continúa deteriorándose. Gracias de antemano por cualquier respuesta que pueda proporcionar.”

Lee concluye que la medicina ha dejado de ser una profesión hace mucho tiempo y, en cambio, se ha convertido en un negocio, en detrimento de los consumidores y los pacientes. Las preocupaciones que impulsan hoy son los beneficios y la protección de responsabilidad, no la salud.

Lee condena las pruebas diagnósticas descuidadas que las agencias federales desarrollaron y aprobaron que han reemplazado a la detección de Papanicolaou y han dado lugar a muchos diagnósticos falsos positivos de lesiones cervicales o cáncer, lo que conduce a cirugía innecesaria y a veces dañina.

Algunos de los mismos problemas han surgido en la era COVID-19 con resultados de pruebas moleculares falsas. Los resultados falsos negativos y falsos positivos pueden llevar a consecuencias fatales, como Lee ha explicado directamente a la FDA. Lee argumenta que “el brote de COVID-19 y su pandemia en los Estados Unidos demostraron que la burocracia gubernamental y la industria de la salud son incapaces de tomar las mejores decisiones para los ciudadanos individuales”.

El libro también incluye un prefacio perspicaz del Dr. James Lyons-Weiler, otro científico que ha escrito sobre la ciencia distorsionada e inexacta sobre las vacunas contra el VPH.

El libro de Lee sólo tiene un inconveniente: su precio. Presumiblemente con una audiencia médica en mente, los editores han fijado un precio de $230 por libro. Los lectores interesados deben ponerse en contacto con Nova Publishers,pidiéndoles que hagan un formato de libro electrónico disponible, para que sea accesible para todos aquellos que lo deseen.

‘Children’s Health Defense’ apoya a Robert F. Kennedy Jr. y a la firma Baum Hedlund en demandas contra Merck por lesiones causadas por Gardasil. Buscan juicios con jurado en todo el país. The Defender ha informado recientemente sobre siete casos que Kennedy y Baum Hedlund han presentado contra Merck.

‘Children’s Health Defense’ está profundamente agradecido a Lee por este importante libro, que dice la verdad sobre la tragedia y la parodia de la vacuna contra el VPH.