Por Richard Gale y Gary Null

En una carta

publicada en The Lancet, los investigadores advierten que la tecnología de vectores de adenovirus que se utiliza en todo el mundo para desarrollar vacunas contra el SARS-Cov-2

podría poner a las poblaciones en riesgo de desarrollar infecciones por VIH.

Los investigadores —del Fred Hutchinson Cancer Research Center de Seattle, la Universidad de California en San Francisco y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas— dijeron que el uso de vacunas con vector adenovirus 5 (Ad5) podrían tener un impacto devastador en regiones de países en vías de desarrollo que todavía están asoladas por altas tasas de VIH. Las personas con inmunidad preexistente al adenovirus son más susceptibles de contraer el VIH, dijeron los investigadores.

Las vacunas de Moderna, Pfizer y Sanofi basadas en el ARNm vacunas son una novedad en el desarrollo de vacunas. Sin embargo, las vacunas basadas en virus recombinantes, como la vacuna Ad5 desarrollada por la firma china CanSino, llevan en marcha más de una docena de años. Ad5 es un adenovirus.

 

Según Global Data, 38 empresas están desarrollando vacunas de vector de adenovirus contra SARS-Cov-2 o COVID-19.

La tecnología de vectores de adenovirus humanos Ad5 se utilizó en varios esfuerzos fallidos para desarrollar una vacuna contra el VIH. La tecnología también se emplea en vacunas contra ántrax

y ébola.

En 2007, se cancelaron dos ensayos de la vacuna contra el VIH Ad5 de Merck. En lugar de proporcionar inmunidad, la vacuna en realidad aumentó el riesgo de infecciones por VIH.

En 2013, la revista Nature informó:“En general, las personas que habían recibido la vacuna tenían significativamente más probabilidades de infectarse que las que habían recibido el placebo”.

Después de analizar los datos, el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson estimó que la vacuna contra el VIH de Merck elevó el riesgo de contraer el VIH en un 41 por ciento.

El aumento del riesgo de contraer el VIH es uno de los problemas asociados con las vacunas basadas en adenovirus, pero también hay otros.

En junio, la revista ‘Clinical Trials’ informó que las vacunas COVID desarrolladas por AstraZeneca,Johnson & Johnson y CanSino estaban en desventaja y podían “acabar tropezando debido a anticuerpos preexistentes a los vectores utilizados”.

Los adenovirus, a menudo confundidos con virus de la gripe, se estima que representan el 5% de todas las infecciones respiratorias en los Estados Unidos. Durante la temporada de gripe 2018-2019 hubo cinco grandes brotes de adenovirus en los campus universitarios. La inmunidad para el adenovirus puede durar muchos años, y alrededor del 40 por ciento de los estadounidenses ya tienen anticuerpos neutralizantes para los virus.

AstraZeneca/Oxford y Johnson & Johnson utilizan vectores que no son humanos: un vector de chimpancés y el vector Ad26 respectivamente. Se supone que estas vacunas tienen ventaja porque los receptores no tendrían anticuerpos neutralizantes preexistentes contra el vector.

Pero esto parece ser una hipótesis falsa. Hildegund Ertl en el Instituto Wistar estima que entre el 10% – 20% de los estadounidenses y europeos tienen anticuerpos neutralizantes Ad26, y que en algunas partes de Africa, el 90% de la población tiene los anticuerpos.

¿Otro problema con las vacunas basadas en adenovirus? Según la profesora de la Escuela de Medicina Vanderbilt, Kathryn Edwards, administrar más de dos dosis de estas vacunas a lo largo de toda la vida, podría “generar anticuerpos neutralizantes para atacar el vector. Si esto se produjera, aumentaría en gran medida el riesgo de desencadenar una enfermedad autoinmune”.

A pesar de estas y otras preocupaciones, AstraZeneca ya está desarrollando una vacuna de adenovirus contra el COVID, y se encuentra en ensayos de fase 3. No se sorprenda al ver que en un futuro cercano se lleva a toda velocidad a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para su aprobación.

Estamos entrando en el nuevo territorio de la tecnología de vacunas vectoriales virales utilizando bioingeniería, y tenemos un largo camino por recorrer antes de comprender plenamente las consecuencias a largo plazo.