Los abogados de Baum Hedlund, junto con el coasesor Robert F. Kennedy Jr. presidente de Children’s Health Defense, presentaron el mes pasado una demanda contra Merck & Co. con sede en Nueva Jersey, acusando a Merck de ocultar activamente el hecho de que la vacuna Gardasil contra el VPH de la farmacéutica puede causar múltiples enfermedades autoinmunes.

La demanda también alega que Merck ocultó a sabiendas las enfermedades autoinmunes declaradas por los participantes en el ensayo clínico de Gardasil al catalogarlas como “nuevas condiciones médicas”.

La demanda se presentó en el Tribunal Superior del Estado de California, en el condado de Los Ángeles, en nombre de Hayden Shain. Se trata de la undécima demanda presentada por Baum Hedlund y Kennedy en nombre de personas que alegan haber sufrido daños por la vacuna Gardasil.

Según la demanda, la campaña de propaganda de Merck contribuyó a difundir la creencia de que “las buenas madres vacunan” a sus hijos con Gardasil, y que los adolescentes deben “vacunarse inmediatamente” o “arriesgarse a padecer cáncer de cuello de útero o de ano”.

La historia de Hayden

Hayden Shain era un adolescente feliz con un estilo de vida activo. Obtenía notas sobresalientes en la escuela, competía en dos equipos de natación y tenía una rica vida social con muchos amigos.

Al igual que muchos adolescentes, Hayden creyó que estaba “haciendo lo mejor” para su salud al recibir la vacuna Gardasil contra el VPH cuando tenía 15 años.

La decisión de vacunarse contra el VPH persigue a Hayden y a su madre, Grace, hasta el día de hoy.

“Cuando pienso en el día en que recibí la inyección de Gardasil, recuerdo pensar que si esta vacuna es “eficaz” y “limitará el impacto del VPH”, quiero hacer lo correcto para mi salud y tomarla”, dijo Hayden. “No tenía ni idea de lo destructivo que sería. De haber conocido el riesgo que estaba corriendo, de haber sabido que en esto se convertiría mi vida, de ninguna manera habría dicho que sí a la inyección.”

Hayden estaba muy ilusionado por empezar su nueva trayectoria en el instituto, pero menos de un mes después de la inyección de Gardasil, empezó a experimentar una serie de problemas médicos que le robarían la mayor parte de su adolescencia.

Hayden, un joven nadador prometedor que soñaba con obtener una beca en una universidad de alto nivel, tenía graves síntomas que le impedían nadar o asistir a la escuela.

Los dolores corporales, los insoportables dolores de cabeza, la niebla cerebral, el insomnio, la debilidad y los problemas para hablar requerían una atención médica constante.

Los médicos han tratado a Hayden por problemas gastrointestinales, fatiga crónica, dificultad para concentrarse, pensamiento desorganizado, problemas de memoria, incapacidad para mantenerse concentrado o alerta, depresión, ansiedad y otros trastornos neurológicos. Sus diagnósticos incluyen (entre otros):

Hayden sigue sufriendo muchos de estos síntomas y está casi siempre en cama. Sus limitaciones físicas y cognitivas tienen un efecto devastador en su vida diaria y su bienestar.

Además del caso de Hayden, Baum Hedlund ha presentado casos en nombre de Abby Stratton de Carolina del Sur, Savannah Flores de Nevada, Korrine Herlth de Connecticut, Kayla Carrillo de California, Michael Colbath de California, Sahara Walker de Wisconsin, Zach Otto de Colorado, Julia Balasco de Rhode Island y otros dos.

Todos estos demandantes tienen historias únicas, pero todos comparten un hilo conductor: Nunca habrían consentido recibir esta vacuna si Merck les hubiera advertido de los verdaderos riesgos.

Si la vacuna Gardasil le ha perjudicado, puede presentar una reclamación. Por favor, visite Baum Hedlund Law para una evaluación gratuita de su caso, o llame al 844-RFK-HPV1.