Una mujer sana de 33 años de Bethel Park, Pensilvania, que pidió permanecer en el anonimato, sufrió una parálisis 12 horas después de recibir su primera dosis de la vacuna COVID de Pfizer y sigue hospitalizada, informó WPXI-TV.

La mujer de Pensilvania dijo que inicialmente se sentía bien después de ser vacunada, pero se despertó en medio de la noche sin sentir los brazos ni las piernas.

“Fue lo más aterrador del mundo, irme a dormir completamente bien (y caminando), para despertar a la 1:30 de la mañana y no poder moverme en absoluto”, dijo la mujer. “Literalmente tengo que contar con que mi hija me pase el teléfono para llamar y pedir ayuda”.

Los paramédicos la llevaron de urgencia al hospital, desde donde posteriormente fue trasladada a la Clínica Cleveland, y allí los médicos le hicieron pruebas para averiguar cómo y por qué sufrió la parálisis. La resonancia magnética y la punción lumbar fueron claras y los análisis de sangre resultaron negativos, descartando cualquier enfermedad o trastorno raro.

“No hay nada que puedan encontrar mal en mí”, dijo la mujer al Canal 11. “No hay afecciones subyacentes, no tengo nada en mi historial y básicamente me están diciendo: ‘Estás sana y no podemos averiguar por qué te ocurre esto'”.

Aunque ha recuperado la sensibilidad y la fuerza en los brazos, no tiene ninguna función desde la parte inferior del pecho hacia abajo, aparte de un movimiento muy ligero en algunos dedos de los pies. La familia de la mujer confirmó al Canal 11 que su caso fue notificado a Pfizer.

Pfizer se toma el informe “muy en serio”, pero resta importancia a la relación entre las vacunas y las lesiones en general

El Dr. Dave Weber, médico especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, dijo que no había oído hablar de nada parecido en ningún lugar del mundo con la vacuna de Pfizer.

“Estoy seguro de que hay más de una explicación, y sería prematuro para mí juzgar si es uno de los efectos secundarios de la vacuna o no”, dijo Weber. “Creo que definitivamente hay que investigarlo y notificarlo”.

En una declaración facilitada a Channel 11 News, el director de relaciones globales con los medios de comunicación de Pfizer dijo:

“Nos tomamos muy en serio los acontecimientos adversos potencialmente asociados a nuestra vacuna COVID-19, BNT162b2. Seguimos de cerca todos esos acontecimientos y recopilamos la información pertinente para compartirla con las autoridades reguladoras mundiales. En este momento, nuestra revisión en curso no ha identificado ninguna señal de seguridad con la parálisis y la vacuna Covid-19 de Pfizer-BioNTech. Hasta la fecha, más de 2001 millones de personas en todo el mundo han sido vacunadas con nuestra vacuna. Es importante señalar que, lamentablemente, es probable que se produzcan acontecimientos adversos graves no relacionados con la vacuna en una proporción similar a la que se produciría en la población general.”

Sin embargo, una búsqueda en el Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas (‘Vaccine Adverse Events Reporting System’, VAERS por sus siglas en inglés) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para la parálisis, incluida la mielitis transversa, la mielitis, la parálisis y el síndrome de Guillain-Barré (SGB), arrojó 151 informes totales. Se notificaron 88 casos de trastornos relacionados con la parálisis con Pfizer, 62 con Moderna y 11 con la vacuna de Johnson & Johnson (J&J).

De la publicación de los datos del VAERS del 4-8-21
Informes de parálisis asociados a otras vacunas

‘The Defender’ informó el 15 de abril de que un hombre sano de 43 años de Mississippi sufrió un derrame cerebral y la consiguiente parálisis horas después de ser vacunado con la vacuna COVID de J&J. No puede caminar ni hablar, y tiene un lado del cuerpo paralizado. La familia cree “sin duda” que la vacuna fue la causa.

Como informó ‘The Defender’ el 25 de septiembre de 2020, AstraZeneca detuvo brevemente su ensayo clínico después de que una mujer del Reino Unido informara de un evento adverso grave después de su segunda dosis: una condición desmielinizante llamada mielitis transversa (MT) asociada con dolor, debilidad muscular, parálisis y problemas de intestino y vejiga.

AstraZeneca reveló que la pausa de septiembre era en realidad la segunda pausa en dos meses. El primer incidente, que inicialmente no se hizo público, ocurrió en julio, cuando un participante del Reino Unido experimentó una mielitis trasversa después de una dosis y acabó con un diagnóstico de esclerosis múltiple una condición que no tenía.

La MT está bien reconocida por ser a veces “el primer síntoma de una enfermedad autoinmune o inmunomediada, como la esclerosis múltiple”. Dos tercios de las personas que padecen MT quedan discapacitadas de forma permanente.

‘The Defender’ informó el 8 de octubre de 2020 sobre Colton Berrett, un niño de 13 años que estaba sano y era muy activo, al que se le diagnosticó MT poco después de recibir la vacuna Gardasil. Después de que Colton falleciera el 5 de enero de 2018, en lugar de llevar a juicio a Gardasil, la Secretaría de Salud y Servicios Humanos estipuló un acuerdo y concedió una indemnización por la mielitis transversal permanente de Colton en el Programa Nacional de Compensación por Lesiones Causadas por Vacunas (‘National Vaccine Injury Compensation Program’, NVICP por sus siglas en inglés).

Una revisión sistemática en las revistas SAGE sobre la MT reveló 37 casos de mielitis transversa notificados con diferentes vacunas, incluyendo la triple vírica (MMR), la hepatitis B y la DPT. Los investigadores descubrieron que, en casos raros, las vacunas pueden estar asociadas a fenómenos autoinmunes como la mielitis transversa y especularon que un denominador común, como un adyuvante, podría desencadenar este síndrome.

La mielitis, que se refiere a un proceso de enfermedad inflamatoria que afecta a la médula espinal, es un componente no sólo de la MT, sino también de la encefalomielitis y de la encefalomielitis aguda diseminada (‘acute disseminated encephalomyelitis’, ADEM por sus siglas en inglés) -que implica una inflamación tanto del cerebro como de la médula espinal-, así como de la mielitis flácida aguda y la poliomielitis. Los expertos se refieren a estas condiciones como formas de “daño de la médula espinal no debido a un trauma.”

Según el análisis de la información publicada en el sitio web del Tribunal de Reclamaciones Federales de EE.UU., las afecciones que implican desmielinización y parálisis -MT, ADEM, SGB y polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica- se encuentran entre las principales lesiones causadas por vacunas por las que los estadounidenses (principalmente los adultos) han presentado reclamaciones ante el NVICP.

El SGB es actualmente la segunda lesión vacunal más indemnizada por el NVICP. Hasta el 25 de septiembre de 2020, se habían resuelto 330 peticiones relacionadas con MT y se habían concedido 150 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios a 266 demandantes (incluidas las anualidades estimadas).