El panel asesor sobre vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) se reunió el miércoles para debatir el tema de una segunda dosis de refuerzo de las vacunas COVID-19 para el público estadounidense.

Después de nueve horas y media, el Comité Consultivo de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados (VRBPAC) no llegó a un consenso, aunque la semana pasada -a pesar de la escasez de datos- la agencia autorizó una segunda dosis de refuerzo para los mayores de 50 años y los inmunodeprimidos.

El comité no debatió la Autorización de Uso de Emergencia ni la aprobación de las vacunas COVID para niños o bebés.

En una sesión plagada de cuestiones técnicas y salpicada por una aleccionadora audiencia pública de 60 minutos de duración, los miembros de la comisión trataron de responder a estas preguntas básicas:

  1. ¿Es eficaz un segundo refuerzo de la vacuna de ARNm?
  2. ¿Cómo debe definirse la eficacia?
  3. ¿Podemos predecir cómo serán las futuras variantes y cuándo aparecerán?
  4. ¿En qué momento será necesaria una nueva formulación de la vacuna?

Tras más de cuatro horas de presentaciones programadas de investigadores de Estados Unidos e Israel, seguidas de un prolongado debate, el comité respondió a las preguntas anteriores de la siguiente manera:

  1. Tal vez, pero no por mucho tiempo
  2. Por una tasa de reducción de las hospitalizaciones aún por determinar
  3. No realmente
  4. No se puede saber hasta que se disponga de más datos

La Dra. Meryl Nass, internista y miembro del Comité de Asesoramiento Científico de “Children’s Health Defense”, registró en directo sus impresiones sobre el debate aquí.

Eficacia de la segunda dosis de refuerzo: ¿dónde están los datos?

A las dos horas de la reunión del miércoles, la Dra. Sharon Alroy-Preiss, directora de los Servicios de Salud Pública de Israel, y el Dr. Ron Milo, presentaron los únicos datos de resultados disponibles sobre la eficacia de una cuarta dosis de la vacuna de Pfizer.

Estos fueron los datos que llevaron a la FDA a actuar más de una semana antes de que se convocara esta reunión.

El gobierno de Israel ofreció el segundo refuerzo a los israelíes mayores de 60 años (no de 50) al menos cuatro meses después de su tercera dosis.

Aproximadamente la mitad de la población mayor de 60 años de Israel recibieron dos dosis de refuerzo.

Con 1,2 millones de israelíes en este grupo de edad, este estudio de “The New England Journal of Medicine” (NEJM) comparó dos grupos de unos 600.000 individuos. Esta población se observó sólo durante ocho semanas.

El gráfico anterior, publicado el 5 de abril en el NEJM, fue una parte clave de la presentación de Milo. Obsérvese que el eje Y es la tasa ajustada (“Adjusted Rate Ratio”, ARR por sus siglas en inglés), no la eficacia de la vacuna. La eficacia de la vacuna puede definirse como 1 – (1/ARR).

La eficacia de la segunda dosis de refuerzo en la prevención de la infección (azul) alcanzó un máximo en la tercera semana y disminuyó al 9,1% en la octava semana. Por el contrario, en lo que respecta a las infecciones graves (rojo), la eficacia alcanzó un máximo en la sexta semana (71%).

A continuación, Milo presentó datos no revisados por expertos que mostraban que la eficacia contra la enfermedad grave disminuía sustancialmente (56%) en la séptima semana. No se hizo hincapié en este punto y los miembros de la comisión no le preguntaron más al respecto.

En particular, la “enfermedad grave” no se definió como la hospitalización, sino como uno de los tres hallazgos clínicos: una frecuencia respiratoria >30, una saturación de oxígeno inferior al 94% o una relación entre la presión parcial de oxígeno arterial y la fracción de oxígeno inspirado <300.

Estos hallazgos clínicos son indicativos de un compromiso respiratorio importante, pero no constituyen necesariamente una necesidad de hospitalización.

Los puntos clave aquí son:

  • La eficacia de la vacuna comenzó a disminuir muy pronto después de la segunda dosis de refuerzo (cuatro semanas con respecto a la infección y siete semanas con respecto a la enfermedad grave).
  • La enfermedad grave, tal y como se definió en el estudio, difería de la posición consensuada por el comité sobre lo que constituía un resultado medible para determinar la eficacia (la hospitalización).

Variantes de rápida aparición: ¿necesitamos nuevas vacunas?

Antes de los informes de los investigadores israelíes, la empleada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Heather Scobie, Ph.D., MPH, presentó la información de los CDC sobre las cepas emergentes de SARS-CoV-2 en los Estados Unidos.

El gráfico anterior demuestra la rápida aparición en el tiempo de cepas variantes en Estados Unidos.

Desde principios de 2022, la variante Omicron es responsable de la inmensa mayoría de los casos, hospitalizaciones y muertes en este país.

Esto hace que la estrategia de seguir ponindo dosis de refuerzo con una formulación de vacuna diseñada para proteger contra la cepa original de Wuhan sea cuestionable.

Una de las ventajas de utilizar vacunas basadas en ARNm es que se pueden desarrollar rápidamente nuevas formulaciones. Sin embargo, aunque se identifique una nueva variante, todavía se tarda meses en fabricar, probar y desplegar.

Robert Johnson, subsecretario de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, que hizo una presentación durante la reunión, dijo:

“Si a principios de mayo no está en camino ese ensayo clínico, va a ser muy difícil satisfacer la demanda [de septiembre].” [by September]

La FDA se encuentra en una posición difícil. Surgirán nuevas variantes. Las vacunas actuales muestran una eficacia decreciente en pocos meses. ¿Cuándo será apropiado autorizar una nueva serie primaria de vacunas reformuladas?

Nass lo resumió así:

“La FDA no tiene ni idea de lo que quiere ni de lo que va a hacer en cuanto a la planificación de nuevas versiones de dosis de refuerzo. Ninguno de sus ponentes está dispuesto a aventurar una conjetura sobre lo que se necesitará. Por supuesto, todos tienen miedo de que recomienden alguna variante que haya desaparecido antes del lanzamiento de la vacuna”.

El Dr. Cody Meissner, miembro del comité del VRBPAC y jefe de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Tufts, formuló la que quizá sea la pregunta más obvia en relación con la aparición de variantes: “¿Por qué estamos viendo tantas?”.

Su pregunta no fue respondida. No se debatió la teoría de que la introducción de vacunas altamente específicas y permeables (las que no impiden la infección o la transmisión) en medio de una pandemia mundial necesariamente dará lugar a cepas resistentes.

Geert Vanden Bossche, DVM, advirtió a las autoridades de esta inevitabilidad el año pasado.

El público y las personas dañadas por las vacunas opinan

La comisión escuchó 21 presentaciones separadas de tres minutos de los miembros del público.

Entre ellos se encuentran:

  • Jessica Rose, Ph.D., que expresó su consternación por el hecho de que al menos uno de los miembros temporales con derecho a voto de la comisión tuviera un conflicto de intereses financieros.
  • El estadístico Mathew Crawford, que declaró inequívocamente que “no hay datos transparentes que demuestren ninguna eficacia de las vacunas experimentales COVID-19”, ofreciendo numerosos ejemplos de sesgos y análisis inadecuados en los datos de los ensayos y los estudios posteriores. También recordó a los miembros las claras señales de seguridad procedentes de la Base de Datos de Epidemiología Médica de la Defensa.
  • El doctor David Wiseman presentó una avalancha de datos de los CDC, Israel y otros lugares que demuestran la rápida disminución de la eficacia de las vacunas y el aumento de la mortalidad por todas las causas entre los vacunados. Planteó preguntas adicionales sobre la evidencia de la transcripción inversa del ARNm de la vacuna y la persistencia de la proteína de espiga o pico en los vacunados.
  • El doctor Peter Doshi, profesor asociado de Investigación de Servicios Sanitarios Farmacéuticos en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Maryland y editor de “The BMJ”, recordó al comité a Brook Jackson, una coordinadora de ensayos clínicos y denunciante que ofreció pruebas de manipulación de datos en uno de los centros de ensayo de Pfizer.

  • Una joven que estuvo a punto de morir de COVID expresó su apoyo al programa de vacunación.
  • El doctor Josh Guetzkow informó sobre el enorme factor de infradeclaración de acontecimientos adversos en Israel.
  • Rebecca Rotem, la madre de un niño de 12 años totalmente vacunado que posteriormente se contagió de COVID, preguntó si es seguro que se ponga una dosis de refuerzo. Sin datos de seguridad respecto a los niños en su situación, ¿por qué los campamentos de verano insisten en que se pongan dosis de refuerzo para poder asistir?

Además, más de una docena de personas contaron historias personales sobre cómo las vacunas COVID devastaron sus vidas y cómo el sistema médico y el gobierno ignoraron sus peticiones de ayuda.

Brianne Dressen, una joven que resultó gravemente dañada en el ensayo de la vacuna COVID de Astra-Zeneca y que fue ignorada por los investigadores y el fabricante de la vacuna.

Los miembros del Comité se abstuvieron de reconocer la excelente investigación ofrecida por los científicos independientes o la difícil situación de los perjudicados por los pinchazos.

Más información

Tras la última presentación programada, se abrió un amplio debate. El Dr. Arnold Monto, miembro temporal de la comisión y presidente de la reunión, trató de establecer una posición consensuada sobre cómo proceder.

En resumen:

  • Muchos miembros y ponentes estuvieron de acuerdo en que los niveles de anticuerpos no son una medida válida de la inmunidad, es decir, un correlato de la protección. Por lo tanto, la única manera de determinar la eficacia de la vacuna es mediante un ensayo clínico.
  • Realmente no hay tiempo para hacer un ensayo clínico para elegir una cepa o cepas antes de junio para hacer una vacuna que se dirija a dichas cepas y que esté disponible para el otoño.
  • El Dr. Peter Marks, director de la división de vacunas de la FDA, el Centro de Evaluación e Investigación Biológica, admitió que la cuarta dosis de refuerzo aprobada la semana pasada era una “medida provisional”, es decir, una medida temporal que se aplicará hasta que se encuentre una solución adecuada en el futuro.
  • A pesar de los resultados equívocos de Israel, se afirmó repetidamente que la vacuna actual sigue protegiendo contra los resultados graves y la muerte, pero el científico principal de la FDA para esta presentación, Doran Fink, admitió que la eficacia también está disminuyendo para los resultados graves.

No se presentó ningún dato relativo a la elección de la cepa/la predicción de qué utilizar como antígeno(s) para una nueva vacuna.

Comentando esa falta de datos, Nass dijo:

“Fue como si a todo el mundo se le ocurriera empezar a pensar en esto ayer. Parecía que ni los CDC, ni la FDA, ni los asesores del VRBPAC querían tomar ninguna iniciativa o responsabilidad para averiguar qué tipo de vacuna es la siguiente.

“¿Todo el mundo estaba dando vueltas a la elección de la cepa/variante porque en realidad nadie quiere una vacuna más nueva, o porque nadie quería ser responsable de elegir una perdedora? No sabría decir si se trata de un tema de lentitud o de una agencia y unos asesores con gran aversión al riesgo”.

El comité volverá a reunirse a principios de este verano, cuando disponga de más datos.