La historia de un vistazo:

  • El 14 de septiembre, Politico publicó un informe especial basado en cuatro docenas de entrevistas con funcionarios estadounidenses y europeos y especialistas en salud mundial, que admiten que Bill Gates está dirigiendo la respuesta mundial al COVID-19.
  • Cuatro organizaciones sanitarias -la Fundación Bill y Melinda Gates, GAVI, la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias (“Coalition for Epidemic Preparedness Innovations”, CEPI por sus siglas en inglés) y el “Wellcome Trust” – se pusieron rápidamente al frente de la respuesta mundial a la pandemia, y aunque las cuatro dicen ser organizaciones independientes, en realidad todas están fundadas y/o financiadas por Gates.
  • Durante los primeros días del brote, la Fundación Gates, GAVI, CEPI y “Wellcome Trust” iniciaron un esfuerzo coordinado para identificar a los fabricantes de vacunas, financiar pruebas, tratamientos farmacológicos e inyecciones de ARNm y desarrollar un plan de distribución mundial en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al final, no lograron cumplir sus propios objetivos en todos los frentes.
  • Gates no está cualificado para hacer recomendaciones sanitarias, y nunca ha sido elegido para representar a los ciudadanos.
  • Gates ha aprovechado su riqueza, su influencia y su astucia para llegar a una posición en la que puede dictar las medidas políticas sanitarias mundiales en su propio beneficio económico.

La idea de que Bill Gates ejerce una influencia indebida sobre la salud mundial ha sido negada sistemáticamente y tachada de teoría conspiratoria. Pero como en tantas otras cosas, esta teoría de la conspiración está resultando ser un hecho de conspiración.

El 14 de septiembre, Politico publicó un extenso reportaje especial basado en “cuatro docenas de entrevistas con funcionarios estadounidenses y europeos y especialistas en salud global”, titulado “Cómo Bill Gates y sus socios se hicieron cargo de la respuesta global al COVID” (“How Bill Gates and His Partners Took Over the Global COVID Response”).

Como señaló Igor Chudov en Substack, a las pocas horas el titular se editó para decir: “Cómo cuatro grupos privados utilizaron su influencia para controlar la respuesta global al COVID – con poca supervisión” (“How Four Private Groups Used Their Clout to Control the Global COVID Response — With Little Oversight”), como se ilustra en la captura de pantalla de Chudov que aparece a continuación.

politico bill gates
Crédito: Substack de Igor Chudov

Curiosamente, cinco horas después de esa edición, Politico volvió a cambiar el titular, por lo que en el momento de escribir este artículo, se lee: “Cómo Bill Gates y sus socios utilizaron su influencia para controlar la respuesta global al COVID – con poca supervisión” (“How Bill Gates and Partners Used Their Clout to Control the Global COVID Response — With Little Oversight”).

La única palabra que ahora falta en el titular original es “su”. En archive.today se puede ver cómo el titular cambió de un lado a otro en el transcurso de 15 horas.

Cuatro organizaciones de Gates monopolizan la respuesta mundial al COVID

Según Político,cuatro organizaciones sanitarias, la Fundación Bill y Melinda Gates,GAVI, la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias, o CEPI, y la “Wellcome Trust” – rápidamente tomaron la delantera en la respuesta global a la pandemia, y aunque las cuatro dicen ser organizaciones independientes, en realidad todas están fundadas y/o financiadas por Gates.

“Cuando el COVID-19 golpeó, los gobiernos del mundo no estaban preparados”, escribe Politico.

“Mientras las naciones más poderosas miraban hacia dentro, cuatro organizaciones sanitarias mundiales no gubernamentales comenzaron a hacer planes para una lucha a vida o muerte contra un virus que no conocería fronteras.

“Lo que siguió fue un cambio de poder constante y casi inexorable de los gobiernos abrumados hacia un grupo de organizaciones no gubernamentales, según una investigación de siete meses realizada por periodistas de POLITICO con sede en Estados Unidos y Europa y el periódico alemán WELT.

“Armadas con conocimientos técnicos, reforzadas por contactos en los niveles más altos de las naciones occidentales y facultadas por relaciones bien avenidas con los fabricantes de medicamentos, las cuatro organizaciones asumieron funciones que a menudo desempeñan los gobiernos, pero sin la responsabilidad de éstos.”

Seis conclusiones de la investigación de Político

Durante los primeros días del brote, mientras los gobiernos aún debatían la gravedad del mismo, la Fundación Bill y Melinda Gates, GAVI, CEPI y el “Wellcome Trust” iniciaron un esfuerzo coordinado para identificar a los fabricantes de vacunas, financiar pruebas, tratamientos farmacológicos y pinchazos de ARNm y desarrollar un plan de distribución global en colaboración con la OMS..

En un recuadro, Político destaca seis puntos clave de su investigación:

“1. Las cuatro organizaciones han gastado casi 10.000 millones de dólares en la lucha contra el COVID desde 2020, la misma cantidad que la principal agencia estadounidense encargada de combatir el COVID en el extranjero.

“2. Las organizaciones dieron colectivamente 1.400 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud, donde ayudaron a crear una iniciativa fundamental para distribuir las herramientas de COVID-19. Ese programa no logró sus objetivos originales.

“3. Los líderes de las organizaciones tuvieron un acceso sin precedentes a los niveles más altos de los gobiernos, gastando al menos 8,3 millones de dólares para presionar a legisladores y funcionarios en Estados Unidos y Europa.

“4. Funcionarios de Estados Unidos, la Unión Europea y representantes de la OMS rotaron por estas cuatro organizaciones como empleados, lo que les ayudó a consolidar sus conexiones políticas y financieras en Washington y Bruselas.

“5. Los líderes de las cuatro organizaciones se comprometieron a reducir la brecha de equidad. Sin embargo, durante las peores oleadas de la pandemia, los países de bajos ingresos se quedaron sin las vacunas que salvan vidas.

“6. Los líderes de tres de las cuatro organizaciones mantuvieron que el levantamiento de las protecciones de la propiedad intelectual no era necesario para aumentar el suministro de vacunas, lo que los activistas creían que habría ayudado a salvar vidas.”

No cualificados y no elegidos

Tal y como detalla Politico, gracias al poder financiero y de presión de Gates, la respuesta internacional al COVID-19 pasó rápidamente de los gobiernos individuales a “una agrupación mundial de expertos no gubernamentales supervisada de forma privada”.

En Estados Unidos, el presidente Biden ha destinado 500 millones de dólares sólo a la CEPI en su presupuesto de 5.000 millones de dólares de COVID-19, que aún debe ser aprobado por el Congreso.

Pero, como señala Kate Elder, asesora principal de política de vacunas de la Campaña de Acceso de Médicos Sin Fronteras:

“¿Qué hace que Bill Gates esté cualificado para dar consejos y asesorar al gobierno de EE.UU. sobre dónde deberían invertir… tremendos recursos?”

Lawrence Gostin, profesor de la Universidad de Georgetown especializado en derecho de la salud pública, declaró a Politico:

“Creo que deberíamos estar muy preocupados. Dicho de una manera muy burda, el dinero compra la influencia. Y esta es la peor clase de influencia.

“No sólo porque se trata de dinero -aunque eso es importante, porque el dinero no debe dictar las medidas políticas-, sino también porque se trata de un acceso preferente, a puerta cerrada.

“[Es] antidemocrático, porque es extraordinariamente poco transparente y opaco, y deja atrás a la gente corriente, a las comunidades y a la sociedad civil”. [It’s] [and]

Gates es “dueño” de la OMS

Muchos han señalado que Gates, a través de sus miles de millones en donaciones a la OMS, tiene una gran influencia en las decisiones de la OMS.

En septiembre de 2021, la doctora Astrid Stuckelberger, una persona de la OMS, denunció a Gates, explicando cómo la OMS está, de hecho, controlada por Gates, que a su vez dicta las medias políticas para su propio beneficio financiero.

De las cuatro organizaciones en las que se centra Politico, GAVI, la Alianza para las Vacunas, puede ser la más importante.

GAVI, fundada por Gates, tiene su sede en Suiza.

En 2009, GAVI fue reconocida como institución internacional y se le concedió una inmunidad total, incluida la inmunidad diplomática cualificada, lo que resulta muy extraño si se tiene en cuenta que la organización no tiene ningún poder político que justifique la inmunidad diplomática.

Más extraño aún es que las cláusulas de inmunidad de GAVI van más allá incluso de la de los diplomáticos. La inmunidad de GAVI cubre todos los aspectos del compromiso, incluidos los negocios criminales.

Igualmente extraño es el hecho de que estén completamente exentos de impuestos. GAVI puede hacer básicamente lo que quiera sin ninguna repercusión.

La policía ni siquiera puede investigar o recoger pruebas sobre GAVI si se ve implicada en una investigación penal.

Así de bien protegidos están. Y, según Stuckelberger, GAVI es la entidad que realmente dirige la OMS.

Según Stuckelberger, Gates sí solicitó en 2017 entrar en el consejo ejecutivo de la OMS -como un estado miembro-, aparentemente porque les da mucho dinero.

No hay pruebas de que a Gates se le haya concedido nunca oficialmente el estatus de Estado miembro, pero parece que ideó un juego de poder alternativo.

Stuckelberger señaló que Gates y la OMS firmaron un acuerdo contractual a tres bandas con Swissmedic, la administración de alimentos y medicamentos de Suiza, lo que es muy poco habitual.

Así que, esencialmente, cuando Gates no fue votado como un estado-nación unipersonal, creó contratos tripartitos con los estados miembros y la OMS, ¡esencialmente colocándolo a la par con la OMS!

Una curiosidad que apoya la idea de que o bien Gates es el verdadero poder detrás de la OMS, o tiene la misma cantidad de poder que la OMS, es el hecho de que Gates ha sido repetidamente el primero en anunciar lo que el mundo necesita hacer para hacer frente a la pandemia, y luego la OMS saldría con un mensaje idéntico que los estados miembros tuvieron que seguir.

¿Pero quién demonios es Gates para dirigir las respuestas sanitarias y pandémicas a nivel mundial?

Es un don nadie.

No tiene formación médica. No está en absoluto cualificado para hablar de ningún tema de salud. Ni siquiera se graduó en la universidad. Y nunca ha sido elegido para representar al pueblo en ninguna capacidad.

Básicamente, lo que tenemos aquí es un individuo acaudalado que descubrió la manera de monopolizar extraoficialmente la capacidad de decisión de una autoridad sanitaria mundial para enriquecerse, lo cual va más allá de la locura.

La OMS fue decisiva para el ascenso de Gates al poder

La influencia de Gates sobre la OMS es, sin duda, la razón por la que la OMS permitió que estos cuatro grupos financiados por Gates dirigieran la respuesta mundial al COVID-19 en primer lugar.

Según informa Político:

“La OMS fue crucial para el ascenso al poder de estos grupos. Todos ellos tenían una larga relación con el organismo sanitario mundial. Los consejos de administración tanto de la CEPI como de Gavi cuentan con un representante de la OMS especialmente designado.

“También existe una puerta giratoria entre el empleo en los grupos y el trabajo para la OMS: Los antiguos empleados de la OMS trabajan ahora en la Fundación Gates y el CEPI; algunos, como Chris Wolff, subdirector de asociaciones con países de la Fundación Gates, ocupan puestos importantes.

“Gran parte de la influencia de los grupos con la OMS proviene simplemente del dinero. Desde el inicio de la pandemia en 2020, la Fundación Gates, Gavi y “Wellcome Trust” han donado colectivamente más de 1.400 millones de dólares a la OMS, una cantidad significativamente mayor que la mayoría de los demás estados miembros oficiales, incluidos Estados Unidos y la Comisión Europea, según datos facilitados por la OMS.”

Una cosa sería si estas organizaciones realmente hubieran hecho un trabajo excelente. Pero no lo hicieron.

Una revisión independiente realizada por “Dalberg Global Development Advisors”, una empresa de asesoramiento político de Nueva York, concluyó que la iniciativa creada por los grupos de Gates, el Acelerador de Herramientas de COVID-19, o ACT-A (siglas en inglés de “Access to COVID-19 Tools Accelerator”), fracasó en todos los frentes.

A pesar de contar con un presupuesto de 23.000 millones de dólares, ACT-A sólo adquirió el 16% del número de pruebas que se había fijado como objetivo para los países de ingresos bajos y medios, y de los 245 millones de tratamientos que debía suministrar a los países de ingresos bajos y medios, sólo asignaron 1,8 millones.

Del mismo modo, de los 2.000 millones de inyecciones de COVID-19 que debían entregarse a finales de 2021, solo se entregaron 319 millones de dosis.

Por supuesto, se podría argumentar que el fracaso de las pruebas fraudulentas de PCR y los peligrosos tratamientos e inyecciones de ARNm fueron una bendición.

Pero el hecho es que estas organizaciones están lejos de ser excelentes y fracasan estrepitosamente en la consecución de muchos de sus objetivos declarados.

Prometen demasiado y no cumplen. Están dispuestos a sacrificar vidas para mantener el control de las patentes que generan dinero.

Y, aunque están dando forma, más o menos solos, a la respuesta mundial a las pandemias, no hay nadie que les pida cuentas de su actuación.

Lo que Politico omitió

Si bien el informe de Político es amplio, no incluye una serie de piezas importantes del rompecabezas que figuran en el artículo de Chudov sobre Substack.

Por ejemplo:

  • El SARS-CoV-2 parece ser un arma biológica diseñada intencionadamente.
  • La Fundación Bill y Melinda Gates ayudó a organizar el Evento 201, un ejercicio de preparación para la pandemia en octubre de 2019 que predijo proféticamente el COVID-19 – y la necesidad de una campaña de propaganda y censura masiva para silenciar las “conspiraciones” sobre el virus.
  • Gates compró 3,1 millones de acciones de BioNTech en septiembre de 2019 por 55 millones de dólares. En ese momento, BioNTech trabajaba en inmunoterapias específicas para pacientes con cáncer y otras enfermedades crónicas. A mediados de marzo de 2020, BioNTech se asoció con Pfizer para desarrollar un pinchazo de ARNm de COVID-19. En agosto de 2021, la clarividente inversión de Gates tenía un valor de 1.700 millones de dólares.
  • La Fundación Gates financió a “EcoHealth Alliance”, la organización sospechosa de haber participado en el desarrollo del SARS-CoV-2.
  • La Fundación Gates también financió a la Universidad de Carolina del Norte con al menos 56 subvenciones diferentes, donde el doctor Ralph Baric llevó a cabo una investigación de ganancia de función vinculada al desarrollo del SARS-CoV-2. Baric también colaboró con “EcoHealth Alliance” y el Instituto de Virología de Wuhan.

Como señaló Chudov en sus observaciones finales:

“Sin embargo, la mera publicación de este artículo tiene una enorme importancia. Las cosas que la mayoría de nosotros conocemos y de las que hablamos, están apareciendo en la llamada “prensa principal” – después de que el daño ya estaba hecho, por supuesto.

“El virus fue liberado; millones murieron; más de mil millones de jóvenes fueron vacunados a la fuerza bajo falsos pretextos. Cuando ya es demasiado tarde para cambiar algo, Político por fin dice lo evidente. Aun así, es mejor que nada.

“Casi todo lo que aparece en el artículo de Politico se sabía hace un año. ¿Dónde estaba Politico entonces? Ocupado aceptando el dinero de la publicidad de la vacuna COVID del gobierno. La pandemia fue un crimen, no un accidente”.

El plan Gates-Fauci para vacunar al mundo

Sin embargo, Gates no es la única némesis en este drama orquestado. El Dr. Anthony Fauci es otro actor clave. Irónicamente, Gates afirma que “se ha llevado la peor parte del maltrato por la conspiración COVID” porque los europeos no están familiarizados con Fauci.

Recientemente declaró a la revista Fortune:

“Fue todo un fenómeno; aquí, en Estados Unidos, se centró en mí y en Tony Fauci, e internacionalmente fue más bien en mí, porque no sabían quién era Tony, ¡la verdad es que se lo perdió!”.

Pero mientras Gates trata de hacer pasar por una broma la preocupación de la gente por su indebida influencia sobre nuestra salud, no faltan pruebas de que realmente está moviendo unos hilos para los que no está cualificado.

En “Bill Gates expone su plan para la toma de control mundial” (“Bill Gates Lays Out Plan for Global Takeover“), repaso el papel de Gates en la OMS y el plan de la OMS para, en última instancia, hacerse con el control de todas las decisiones sanitarias, en todo el mundo.

También he repasado cómo Gates y Fauci han colaborado, formando una formidable asociación público-privada que ejerce un increíble poder sobre la población estadounidense.

Ya en el año 2000, Fauci y Gates llegaron a un acuerdo para controlar y ampliar la empresa mundial de vacunas, que en 2021 culminó con un plan para inyectar a todos los hombres, mujeres y niños del planeta una inyección experimental de COVID-19.

La colaboración de Gates y Fauci se detalla en el exitoso libro de Robert F. Kennedy Jr. “The Real Anthony Fauci”.

El vídeo de arriba resume su plan conjunto.

Publicado originalmente por Mercola.