El gobierno de Biden realizó pagos directos a casi todos los principales medios de comunicación corporativos para desplegar una campaña de divulgación de 1.000 millones de dólares financiada por los contribuyentes, diseñada para impulsar sólo la cobertura positiva de las vacunas COVID-19 y censurar cualquier cobertura negativa.

Los medios de comunicación de todo el país no revelaron que el gobierno federal era la fuente de los anuncios que aparecían en los informes de noticias promocionando las inyecciones ante sus audiencias.

Según una solicitud de libertad de información presentada por “The Blaze”, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (“Department of Health and Human Services”, HHS por sus siglas en inglés) compró publicidad de los principales medios de comunicación, como ABC, CBS, NBC, Fox News, CNN y MSNBC.

El HHS también ha llevado a cabo campañas en los principales medios de comunicación, como “The Washington Post”, Los Angeles Times, “New York Post”, “BuzzFeed News”, Newsmax y cientos de canales de televisión y periódicos locales de todo el país.

Además de pagar a los medios de comunicación para que promovieran las vacunas, el gobierno federal compró anuncios en la televisión, la radio, la prensa y las redes sociales como parte de una “campaña mediática integral“, según muestran los documentos del HHS.

Las campañas publicitarias se programaron junto con la mayor disponibilidad de las vacunas COVID. En ellos aparecían “personas influyentes” y “expertos”, como el Dr. Anthony Fauci, asesor médico jefe de la Casa Blanca y director de los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas.

En marzo de 2021, Facebook anunció un plan en las redes sociales para “ayudar a que la gente se vacune” y colaboró con el gobierno de Biden y las agencias sanitarias estadounidenses para suprimir lo que denominó “desinformación de COVID“.

“BuzzFeed News” aconsejó a todas las personas de 65 años o más, a las personas con condiciones de salud que los pongan en alto riesgo de enfermedad severa por COVID, a los trabajadores de la salud y a aquellos con alto riesgo de exposición al virus, que se vacunasen con las dosis de refuerzo, de acuerdo con las orientación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés).

Otras publicaciones, como Los Angeles Times, ofrecían consejos de expertos sobre cómo los lectores podían convencer a las “personas reticentes a las vacunas” para que cambiaran de opinión.

“The Washington Post” presentó “los mensajes pro-vacunas que la gente quiere oír”.

Newsmax dijo que las vacunas COVID “han demostrado ser seguras y eficaces” y “animó a los ciudadanos, especialmente a los de riesgo, a vacunarse.”

Sin embargo, los últimos datos del Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas de los CDC muestran 1.151.450 informes de eventos adversos de todos los grupos de edad después de las vacunas COVID, incluyendo 24.827 muertes desde el 14 de diciembre de 2020.

Numerosos científicos y expertos en salud pública han cuestionado la seguridad y la eficacia de las vacunas COVID, así como los datos en los que se basa la autorización de las inyecciones por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.

Los medios de comunicación rara vez cubren las noticias negativas sobre las vacunas COVID, y algunos han etiquetado a cualquiera que cuestione las vacunas como “negacionistas de la ciencia” o “teóricos de la conspiración“.

“Estos medios fueron colectivamente responsables de la publicación de innumerables artículos y segmentos de vídeo relativos a la vacuna que fueron casi uniformemente positivos sobre la vacuna en términos de su eficacia y seguridad”, informó “The Blaze”.

El Congreso destina 1.000 millones de dólares de los impuestos a “reforzar la confianza en las vacunas”

En marzo de 2021, el Congreso asignó 1.000 millones de dólares de los impuestos estadounidenses para que el Secretario de Salud y Servicios Humanos los gastara en actividades para “fortalecer la confianza en las vacunas en los Estados Unidos”, con 3.000 millones de dólares reservado para que los CDC financien “esfuerzos de apoyo y divulgación” en los estados a través de organizaciones comunitarias y líderes de confianza.

Los esfuerzos de educación pública del HHS fueron copresididos por el Dr. Vivek Murthy, Cirujano General de EE.UU., el Dr. Francis Collins, ex director de los Institutos Nacionales de Salud, Fauci, la Dra. Marcella Núñez-Smith y la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, con la vicepresidenta Kamala Harris dirigiendo el esfuerzo desde la Casa Blanca.

La ley federal permite al HHS, actuando a través de los CDC y otras agencias, adjudicar contratos a entidades públicas y privadas para “llevar a cabo una campaña nacional, basada en la evidencia, para aumentar la concienciación y el conocimiento de la seguridad y la eficacia de las vacunas para la prevención y el control de las enfermedades, combatir la desinformación sobre las vacunas y difundir información científica y basada en la evidencia relacionada con las vacunas, con el objetivo de aumentar las tasas de vacunación en todas las edades … para reducir y eliminar las enfermedades prevenibles por vacunación”.

El HHS no respondió inmediatamente a “The Blaze” cuando se le preguntó si la agencia utilizó el dinero de los contribuyentes para pagar a personas que fueran entrevistadas, o para que una empresa de relaciones públicas llevara a expertos y celebridades a entrevistas con los medios de comunicación.

“The Blaze” también se puso en contacto con varias organizaciones de noticias cuyos consejos de redacción afirmaban tener “políticas de cortafuegos” que impedían que los anunciantes influyeran en la cobertura de las noticias, pero que sin embargo aceptaron dinero del HHS para anuncios específicos.

“Los anunciantes pagan por el espacio para compartir sus mensajes, como ocurrió en este caso, y esos anuncios están claramente etiquetados como tales”, dijo en un comunicado Shani George, vicepresidente de comunicaciones de “The Washington Post”. “La redacción es completamente independiente del departamento de publicidad”.

Aunque “The Washington Post” tenga varios departamentos, todos están bajo la autoridad del mismo director general y de un equipo ejecutivo clave.

Una portavoz de Los Angeles Times dijo que su “sala de prensa funciona independientemente de la publicidad”.

Ex presentadora de Newsmax confirma que la cadena pagó para promover sólo la cobertura positiva

Según “Desert News”, Emerald Robinson, una periodista independiente que anteriormente fue corresponsal en jefe de la Casa Blanca para Newsmax y “One America News”, dijo que fue contactada por un informante dentro de Newsmax que confirmó que los ejecutivos de la organización de noticias acordaron aceptar dinero del HHS bajo la administración de Biden para impulsar sólo la cobertura positiva de las vacunas COVID.

Robinson también fue contactada por altos ejecutivos de Newsmax en 2021, y se le dijo que dejara de hacer cualquier cobertura negativa de las inyecciones de COVID, ya que “era problemática”.

Robinson dijo que fue advertida en múltiples ocasiones por los ejecutivos y que los expertos en relaciones públicas que trabajaban con Newsmax le dijeron que los expertos médicos o los doctores que pudieran decir cosas negativas sobre las vacunas COVID no serían contratados como invitados.

Robinson al parecer fue despedida por Newsmax después de tuitear “teorías conspirativas” sobre las vacunas COVID y posteriormente fue expulsada de Twitter por “violar repetidamente las normas de la plataforma sobre la desinformación COVID-19“.

El director general de Newsmax, Chris Ruddy, en un artículo de opinión aplaudió a Biden por sus esfuerzos en materia de vacunas.

Ruddy escribió:

“En Newsmax, hemos defendido firmemente que el público se vacune. Los numerosos expertos médicos que han aparecido en nuestra cadena han apoyado casi unánimemente la vacuna. Yo mismo me he puesto la vacuna de Pfizer. No me cabe duda de que se habrían salvado innumerables vidas si la vacuna hubiera estado disponible antes.”

En otros ejemplos citados por “The Blaze”, los “anuncios de vacunas basados en el miedo” del HHS con historias de “supervivientes” de pacientes de COVID que fueron hospitalizados en unidades de cuidados intensivos fueron cubiertos por la CNN y debatidos en el programa “The View” de la ABC el pasado octubre.

Los anuncios en YouTube del HHS con celebridades como Sir Michael Caine y Sir Elton John obtuvieron millones de visitas.

Como informó “The Defender” en septiembre, un grupo de personas lesionadas por las vacunas COVID se dirigieron a los medios de comunicación para contar sus historias, sólo para que las agencias de noticias les dijeran que no podían cubrir las lesiones causadas por las vacunas COVID.

Kristi Dobbs, de 40 años, resultó dañada por la vacuna COVID de Pfizer. Dobbs pasó meses suplicando a las agencias sanitarias de Estados Unidos que investigaran las lesiones neurológicas que ella y otras personas sufren con la esperanza de encontrar un tratamiento.

Dobbs dijo que ella y otras personas que desarrollaron lesiones neurológicas después de recibir la vacuna COVID compartieron sus experiencias con un reportero, con la esperanza de crear conciencia sobre sus vivencias.

Dobbs dijo que ella y otros sabían que tenían que contar sus historias, sin provocar “dudas sobre las vacunas“, para proteger a otros del mismo destino, así que los miembros del grupo empezaron a escribir y a llamar a todo el que quisiera escuchar, incluidos periodistas, agencias de noticias y miembros del Congreso.

Dobbs dijo que, como simples estadounidenses, trataron de llegar lo mejor posible a aquellos que querían escuchar sus historias. Finalmente, un reportero de un pequeño medio de comunicación estuvo dispuesto a hacer un reportaje. Dobbs y otros miembros del grupo participaron en una entrevista de 2 horas y 40 minutos.

“La historia nunca llegó a ninguna parte”, dijo Dobbs. Dobbs dijo que el periodista les contó que un “alto cargo” de Pfizer llamó a la emisora y presionó al personal para que no cubriera ninguna otra noticia sobre reacciones adversas a las vacunas.

Como ya informó “The Defender”, las mismas empresas de inversión con intereses financieros en Pfizer también tienen grandes participaciones en medios de comunicación corporativos.

Además, Pfizer tiene contratos con el gobierno federal, que ha gastado miles de millones de dólares de los impuestos estadounidenses tanto en la compra de vacunas COVID como en la promoción de la cobertura positiva cara al público.

El fundador y presidente de “Liberty Counsel”, Mat Staver, dijo a “Desert News”: “Hay personas que han resultado dañadas y muertas como resultado de la campaña de propaganda más amplia de la historia de Estados Unidos, y se ha pagado con el dinero de nuestros contribuyentes.”

Las vacunas COVID no son seguras ni eficaces, pero los ciudadanos estadounidenses han recibido la propaganda de la administración Biden en lugar de la verdad en lo emitido por los medios de comunicación, dijo Staver.

“La consecuencia es que muchas personas han sufrido innecesariamente a causa de la censura y la propaganda”.