“La prevención es la cura para el cáncer de niños/adolescentes”. Esta es la declaración de bienvenida en un sitio web llamado“TheReasonsWhy.Us”,donde las familias afectadas por cánceres infantiles pueden inscribirse en un trascendental nuevo estudio sobre las posibles causas ambientales.

El estudio es un proyecto conjunto entre Texas Children’s Hospital, parte del centro médico más grande del mundo, y The Oliver Foundation, fundada por los padres de un niño de 12 años que murió 36 horas después de que le diagnosticaron leucemia mieloide aguda, una semana después de la aparición de dolores de cabeza.

Después de inscribirse, la escuela de medicina del hospital se pone en contacto con los participantes, Baylor College of Medicine,para rellenar un cuestionario sobre su entorno que se remonta a antes de la concepción e incluye el embarazo y la infancia, para identificar contaminantes químicos en los lugares donde viven, aprenden, trabajan y juegan, hasta llegar al punto en el que desarrollaron el cáncer.

El Dr. Michael Scheurer,director del programa de epidemiología y prevención del cáncer infantil en el Texas Children’s Hospital, el centro de cáncer pediátrico más grande del país, es citado en The Guardian:

[This research]”[Este estudio] … permitirá a las familias que puede que no vivan cerca de uno de los centros de estudio existentes participar en el modo en que se sientan cómodas. Al final, si vemos que varios tipos de cánceres comparten algunos factores de riesgo, eso es información importante, pero queremos comenzar con un grupo muy homogéneo de cánceres y empezar a mirar a estos pacientes primero. Por el camino irán apareciendo postes indicativos.”

Cuando Oliver murió en 2015, sus padres Simon y Vilma Strong se esforzaron por entender lo que pudo haber llevado al cáncer de su hijo, y si podría haberse evitado. Se atormentaban por haber usado Roundup, el herbicida que contiene glifosato, que está vinculado con la leucemia, para matar las hierbas en su patio y jardín. ¿O podrían haber sido los campos deportivos de césped artificial de caucho granulado, que se hace con sustancias petroquímicas tóxicas, donde su hijo portero había jugado al fútbol?

Además del cáncer, la exposición a sustancias químicas nocivas puede conducir a deficiencias en el aprendizaje y en el comportamiento, a retrasos en el desarrollo, a daños reproductivos y a enfermedades crónicas, como enfermedades autoinmunes, asma y obesidad. La importante labor de prevención de estos daños para la salud sólo puede realizarse si aumentamos nuestros esfuerzos para identificar las causas —incluidos los contaminantes industriales y ambientales— y las reducimos o reemplazamos para prevenir exposiciones nocivas.

Lamentablemente, como confirma el Informe de Prevención del Cáncer Infantil 2020, las tasas de incidencia del cáncer infantil, esto es el número de nuevos casos por cada 1.000 niños, han aumentado constantemente en las últimas décadas en todos los grupos raciales y étnicos. El cáncer es ahora responsable de más de la mitad de todas las muertes infantiles y adolescentes,lo que hace que este estudio sea aún más urgente.

La familia de Oliver tal vez nunca sepa exactamente qué le llevó al cáncer que le quitó la vida. Pero el estudio que han ayudado a lanzar puede identificar a los contribuyentes ambientales al cáncer y otras enfermedades, y este conocimiento puede dar forma a medidas políticas y prácticas para proteger mejor a las familias de los productos tóxicos y la contaminación.

Publicado originalmente por Environmental Health News.