Andrew Bridgen, diputado británico, advirtió este mes a sus colegas parlamentarios de que el nuevo tratado sobre pandemias y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) representan “un enorme acaparamiento de poder” por parte de “burócratas no elegidos y que no rinden cuentas”.

La OMS está promoviendo un tratado sobre pandemias y enmiendas al RSI entre sus miembros actuales para aumentar el poder de la organización sanitaria mundial durante las emergencias sanitarias.

En su discurso de 18 minutos -visto desde entonces por casi 100.000 personas- pronunciado el 17 de abril durante un debate parlamentario, Bridgen pidió un referéndum, o votación pública, sobre las propuestas de la OMS.

La gente en el Reino Unido “no quiere ser gobernada” por un grupo de personas no elegidas, dijo Bridgen. “Deberíamos celebrar un referéndum, porque la soberanía pertenece al pueblo. No es nuestra para regalarla”.

El debate se desencadenó después de que 156.086 electores británicos firmaran una petición en la que se pedía al gobierno del Reino Unido “que se comprometa a no firmar ningún tratado internacional sobre prevención y preparación ante pandemias establecido por la OMS, a menos que se apruebe mediante referéndum público”.

Bridgen señaló que los empleados de la OMS están exentos de impuestos y gozan de inmunidad diplomática, lo que significa que están protegidos frente a cualquier acción judicial.

Dijo que el tratado de la OMS sobre pandemias y sus enmiendas al RSI pretenden quitar “enormes poderes” a “este Parlamento y a todos los demás parlamentos del mundo”.

“Estos dos instrumentos reajustarían fundamentalmente la relación entre los ciudadanos y el Estado soberano, no sólo en este país sino en todo el mundo”, añadió.

Las propuestas facultarían a funcionarios “no elegidos, que no rinden cuentas, jerárquicos y supranacionales” para “imponer órdenes arrolladoras y jurídicamente vinculantes” a los Estados miembros, como obligar a las empresas a fabricar y exportar determinados tratamientos médicos o cerrar empresas “independientemente de lo que piense la población local”, dijo Bridgen.

Bridgen dijo que las propuestas de la OMS están sesgadas hacia la agregación de poder en manos de los funcionarios de la OMS – en lugar de las manos de los gobiernos democráticos – porque otorgarían al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Ph.D., el poder de decidir “cuándo termina la pandemia o la emergencia y cuándo nos devolverá posiblemente el poder”.

Bridgen dijo que le preocupaba “seriamente” quién está “dirigiendo y controlando realmente” la OMS y sus iniciativas actuales.

La OMS está formada por sus 192 Estados miembros – “básicamente la totalidad de los miembros de la ONU, excluidos Liechtenstein y la Santa Sede”-, pero en la actualidad recibe el 86% de su financiación de Estados no miembros, explicó Bridgen.

El segundo mayor donante de la OMS es la Fundación Bill y Melinda Gates, y el quinto, Gavi.

“Hay que pensar: ¿por qué hacen esto?”. dijo Bridgen, añadiendo:

“Ellos [la Fundación Gates y Gavi] son también los mayores donantes -o los mayores inversores- en productos farmacéuticos y en la tecnología experimental del ARNm que tan rentable resultó para quienes la produjeron durante la última pandemia”.

Bridgen instó a sus colegas legisladores a revisar con todo detalle las propuestas de la OMS.

“Hay que tener muy en cuenta [las propuestas]. Meter la cabeza en la tribuna no va a servir de nada”, afirmó. “No servirá para mis electores”, añadió.

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