Según el Dr. Peter Gøtzsche, médico danés, investigador y cofundador de la Colaboración Cochrane, cuando científicos, funcionarios de salud pública y políticos colaboraron para ocultar los orígenes de la COVID-19, protagonizaron el mayor encubrimiento de la historia de la medicina.
En un ensayo publicado el 6 de octubre en el sitio web del Instituto para la Libertad Científica, que Gøtzsche fundó en 2019, dijo que el gobierno chino ocultó los probables orígenes del virus en la investigación de ganancia de función realizada en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV).
El encubrimiento se extendió entonces a académicos estadounidenses con conflictos de intereses, revistas médicas, medios de comunicación y al doctor Anthony Fauci, que entonces asesoraba a la administración Trump sobre la respuesta del gobierno estadounidense al brote de COVID-19.
Teniendo en cuenta las probabilidades de cómo pudo surgir el virus, Gøtzsche dijo que él no tenía “ninguna duda de que la pandemia fue causada por una fuga de laboratorio en Wuhan y que el virus se fabricó allí”.
Escribió:
“COVID-19 es la pandemia que nunca debería haber ocurrido. Es profundamente preocupante que la OMS [World Health Organization] y nuestros gobiernos aún no hayan pedido la prohibición de esta investigación tan peligrosa que juega con fuego y que no ha llevado a nada útil, y ha provocado la muerte de más de 7 millones de personas.”
El encubrimiento comenzó en China
El gobierno chino fue el primero en encubrir los orígenes, escribió Gøtzsche. Citó una investigación de 2023 que descubrió que las tres primeras personas infectadas por el virus e ingresadas en el hospital trabajaban en el laboratorio de Wuhan, donde realizaban investigaciones de ganancia de función.
Después, cuando el WIM publicó su primer artículo sobre el COVID-19, omitió mencionar que una de las características clave del virus, a saber, el punto de corte de la furina que hace que la proteína de espiga sea más infecciosa para los humanos, se había creado en el WIV.
Los militares chinos también desempeñaron un papel en el encubrimiento. Ellos habían financiado investigaciones de ganancia de función, algunas de ellas supuestamente sin el conocimiento de colaboradores estadounidenses como el presidente de la “EcoHealth Alliance”, Peter Daszak.
Uno de los investigadores militares chinos, Zhou Yusen, presentó una patente para una vacuna COVID-19 en febrero de 2020, “con notable rapidez”. Murió misteriosamente en mayo de 2020, escribió Gøtzsche.
Fauci impulsó el engaño del “origen próximal”
Gøtzsche escribió sobre correos electrónicos publicados y mensajes que revelan que durante la audiencia del Congreso de julio de 2023 sobre los orígenes del laboratorio, los principales científicos estadounidenses mintieron al Congreso sobre sus preocupaciones iniciales de que el virus se fabricara en el laboratorio de Wuhan con el apoyo financiero de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Los científicos Robert Garry, Ph.D., y Kristian Andersen, Ph.D., dos de los autores del artículo “Proximal Origin” publicado en Nature Medicine en el que se afirmaba que el virus tenía un origen zoonótico (transmitido de animales a humanos), declararon ante el Congreso que creían que el virus había surgido de la naturaleza.
Sin embargo, las comunicaciones hechas públicas desde entonces muestran que los científicos, tanto antes como después de publicar su artículo, creían que el virus se había filtrado de un laboratorio.
Por ejemplo, Andersen escribió el 1 de febrero de 2020:
“Creo que lo principal que aún tengo en mente es que la versión de escape de laboratorio de esto es tan jodidamente probable que haya sucedido porque ya estaban haciendo este tipo de trabajo y los datos moleculares son totalmente consistentes con ese escenario”.
Esta declaración, señaló Gøtzsche, fue una de las 60 declaraciones claras realizadas en enero y febrero de 2020 entre los autores del documento “Origen Proximal ” en las que expresaban su creencia de que COVID-19 era un virus de bioingeniería filtrado de un laboratorio.
A pesar de sus dudas expresadas en privado, los autores menospreciaron públicamente las mismas “teorías conspirativas de filtraciones de laboratorio” en las que creían. Y, escribió Gøtzsche, trataron activamente de dar información errónea a los periodistas, incluido Don McNeil, de “The New York Times”, que estaba haciendo “preguntas difíciles”.
Andersen dijo al Congreso que sus ideas cambiaron en 2020 basándose en “muchos factores, incluidos datos adicionales, análisis, aprender más sobre los coronavirus y discusiones con colegas y colaboradores.”
Pero los correos electrónicos publicados muestran que la presión de Fauci y otros “altos cargos ” llevó a los autores a “abandonar la teoría de la fuga de laboratorio por inverosímil”, escribió Gøtzsche.
Fauci utilizó entonces el artículo de “Nature Medicine” al que ayudó a dar forma en una rueda de prensa en la Casa Blanca en abril de 2020 como prueba de que el virus surgió de forma natural.
Fauci influyó en las investigaciones de los servicios de inteligencia nacionales
Fauci también trató de influir en la revisión de la CIA de los orígenes de COVID-19, escribió Gøtzsche, visitando la sede mientras se realizaba la revisión, sin firmar la entrada y salida del edificio para que no quedara constancia de su visita.
Siete analistas de la CIA “con importantes conocimientos científicos” en el Equipo de Descubrimiento de COVID-19 de la agencia “recibieron primas de rendimiento tras cambiar un informe para restar importancia a las preocupaciones sobre un posible origen de laboratorio del virus”, añadió.
El informante de la CIA también afirmó que Fauci impulsó el documento “Origen próximal” en reuniones del Departamento de Estado y la Casa Blanca para despistar sobre el origen de la filtración del laboratorio.
“Fauci tenía razones para promover que los científicos y los analistas de inteligencia creyeran que el virus tenía un origen zoonótico, ya que su agencia había concedido una subvención para financiar la peligrosa investigación en Wuhan”, señaló Gøtzsche.
Daszak, colaborador del WIV desde hace mucho tiempo, dirigió la financiación de fuentes como los NIH para realizar investigaciones de ganancia de función en el laboratorio.
Y la propuesta DEFUSE de Daszak buscó financiación de DARPA (“Defense Advanced Research Project Agency”) en 2018 para introducir sitios de escisión específicos para humanos en coronavirus relacionados con el SARS.
Aunque DARPA se negó a financiar esa investigación, los investigadores estadounidenses informaron de que los científicos de Wuhan habían procedido entonces a hacer exactamente lo que proponía la solicitud de financiación fallida de Daszak.
“Si el virus SARS-CoV-2 se hubiera escapado de la investigación financiada por Daszak, éste sería potencialmente culpable”, escribió Gøtzsche.
Revistas médicas y plataformas de redes sociales colaboraron en el encubrimiento
No sólo la revista “Nature Medicine” desempeñó un papel en el encubrimiento. En lo que Gøtzsche calificó de “el momento más oscuro de la ciencia en mi vida”, “The Lancet” publicó una carta, organizada por el propio Daszak, para “condenar las teorías conspirativas que sugieren que el COVID-19 no tiene un origen natural”.
Daszak también trabajó entre bastidores para impedir que colegas implicados en la investigación firmaran la carta con el fin de ocultar su conexión.
Finalmente, fue denunciado por un grupo de científicos conocido como el Grupo de París, que instó a los NIH y al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. a que lo destituyeran porque “ocultó información crítica y engañó a la opinión pública expresando falsedades”.
A pesar de las revelaciones que mostraban la implicación de Daszak, Gøtzsche dijo que los “verificadores de datos” de las empresas de medios sociales seguían citando el artículo de “Nature Medicine” y la carta de “The Lancet” para censurar como “información errónea” los mensajes que describían la teoría de la fuga de laboratorio como plausible.
Basándose en todo esto, Gøtzsche concluyó que “el encubrimiento del origen del SARS-CoV-2 es el peor de la historia de la medicina. Esto se erigirá como un pilar de la vergüenza en los siglos venideros”.
Lea aquí el ensayo de Gøtzsche.