Chris Exley, profesor de bioquímica inorgánica, tiene muchos talentos. No sólo lleva a cabo investigaciones importantes sobre aluminio, sino que en su libro, “Imagine You Are an Aluminum Atom: Discussions With Mr. Aluminum”, Exley comunica la importancia de sus hallazgos de investigación en el lenguaje que personas no científicas pueden digerir fácilmente, e incluso logra entretener al lector en el proceso.

A lo largo de su libro, Exley comparte anécdotas sobre sus colaboraciones con médicos y científicos de todo el mundo. Espolvorea referencias a Shakespeare, comentarios sobre historia, música y política a lo largo del libro, e incluso añade un poco de lenguaje británico para completarlo todo.

El libro es tan entretenido que a pesar de que lo comencé al final de una larga semana de trabajo, me encontré reacio a dejar de leerlo, incluso para dormir que en ese momento me hacía mucha falta.

Como pediatra interesada en las lesiones causadas por vacunas,he seguido el trabajo de Exley desde 2005. Aún así, aprendí información nueva e importante leyendo este libro. Los capítulos más relevantes para mí fueron los que tratan sobre los efectos del aluminio en el embarazo y los efectos del aluminio en las vacunas.

Estos son algunos de los temas clave tratados en “Imagine You Are an Aluminum Atom”:

  • Se encuentran altas concentraciones de aluminio en tejidos placentarios y en fetos abortados. La literatura médica ha demostrado que un alto nivel de aluminio en la sangre de la madre está asociado con el riesgo de defectos congénitos en el bebé.
  • El semen es un sumidero para la concentración de aluminio, y una mayor exposición al aluminio contribuye de manera significativa a la disminución de los recuentos de espermatozoides.
  • La encefalopatía de diálisis es un resultado conocido de la exposición al aluminio en diálisis, y sirve como un cuento de precaución para los vaccinólogos.
  • Todas las leches maternizadas para bebés analizadas para la investigación de Exley estaban “contaminadas con aluminio” y muchas estaban “altamente contaminadas”. Los niveles más altos de contaminación se encuentran en leches maternizadas destinadas a bebés prematuros, bebés que no pueden aumentar de peso y bebés con intolerancias a la leche maternizada, un hallazgo que Exley calificó de “escandaloso”.
  • Las vacunas con adyuvantes de aluminio se asocian con insuficiencia ovárica primaria.

Es impactante que los bebés vacunados según el calendariode los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estén expuestos a suficiente aluminio como para causar daño cerebral en bebés susceptibles. Pero según el libro de Exley, “El contenido de aluminio de las vacunas pediátricas es absurdamente alto … y no hay ningún requisito de seguridad que realice pruebas del adyuvante de aluminio por sí solo.”

Inyectar múltiples vacunas que contienen un adyuvante de aluminio tiene un potencial significativo para amplificar el título de anticuerpos de aluminio. A medida que se administran más adyuvantes de aluminio, la carga corporal de las vacunas anteriores, además de la dosis aguda de las vacunas actuales, se convierte en un objetivo de ataque por parte del sistema inmunitario, lo que puede resultar en autoinmunidad.

Animo a todos a leer las páginas 77-81 de “Imagine You Are an Aluminum Atom” para una excelente explicación del impacto del aluminio en el citoplasma de las células inmunitarias invasoras que han tratado de venir al rescate del niño.

Me gustaría que todos los médicos y políticos que toman decisiones sobre la medidas políticas sobre vacunas conocieran la investigación que Exley explica en esas pocas páginas. Exley afirma: “Nuestros éxitos en este campo de la vacunología se han logrado a pesar de un telón de fondo, a veces hostil y no científico, de críticas mal fundamentadas”.

Proporciona explicaciones claras sobre las formas en que estamos expuestos al aluminio y las formas en que sacamos el aluminio de nuestros cuerpos.

El capítulo más impactante del libro de Exley es el que aborda el efecto que tienen las empresas comerciales que utilizan aluminio en sus productos en sofocar la financiación de la investigación e interferir con las publicaciones científicas. En lo que podría describirse como una película de conspiración a la espera de ser hecha, Exley establece cómo los habitantes de Camelford en Inglaterra estaban siendo contaminados por aluminio en su suministro de agua -y tendrá usted que comprar el libro para averiguar cómo respondió su gobierno.

La discusión de la influencia corporativa es especialmente importante a la luz de las investigaciones recientes de Hooker & Miller y Thomas & Lyons-Weiler. Ambos estudios sugirieron que muchas enfermedades crónicas en la infancia son más frecuentes en los niños altamente vacunados en comparación con los niños no vacunados o subvacunados.

Este no es un mensaje popular. Imagine que es un pediatra que ha pasado su vida haciendo todo lo posible para cuidar de sus pacientes. Le enseñaron que las vacunas eran seguras y eficaces.

Es emocionalmente perturbador considerar la posibilidad de que usted haya lastimado a los mismos niños que estaba tratando de proteger. Primero tal vez no crea que esto pueda haber pasado. Después, usted podría enojarse.

 

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Yehuda Shoenfeld, uno de mis héroes, ha publicado extensamente desde 2011 sobre el síndrome autoinmune/inflamatorio inducido por el síndrome de adyuvantes (‘autoimmune/inflammatory syndrome induced by adjuvants’, ASIA por sus siglas en inglés). La autoinmunidad puede ser provocada por ciertos adyuvantes en las vacunas, el más común de los cuales es el aluminio.

El aluminio es ideal para la investigación de laboratorio cuando lo que se desea es aumentar la reactogenicidad inmune. Pero cuando se trata de inyectar vacunas que contienen aluminio en las personas, Shoenfeld recomienda que tratemos de identificar subpoblaciones en riesgo definiendo cuatro grupos de individuos que podrían sufrir ASIA inducida por la vacunación: 1) pacientes con fenómenos autoinmunes post-vacunación previas; 2) pacientes con antecedentes médicos de autoinmunidad; 3) pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas; y 4) individuos propensos a desarrollar autoinmunidad.”

Deberíamos valorar seriamente estas mismas precauciones al tomar decisiones sobre nuestro calendario actual de vacunas infantiles, y las muchas vacunas COVID en curso, incluidas las que se apresuraron a aprobar bajo el programa de Autorización de Uso de Emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.