Hay un nuevo estudio de Alemania. Permítanme darles los detalles más destacados.

Los autores comienzan señalando que existe incertidumbre en torno a los riesgos absolutos de COVID en niños.

A menudo, la gente divide (el número de niños con malos resultados) entre (el número de niños que acuden al sistema de salud), pero esta ecuación siempre exagerará el riesgo, ya que no incluye a todos los niños cuyos síntomas son tan leves que no buscan atención médica. Es decir, el denominador es menor que el denominador real.

Nota al margen: los estudios que afirman que el COVID-19 produce más casos demiocarditis que la vacuna también sufren este error. Hablo de ese tema aquí.

Los autores de Alemania lo hacen de la manera correcta, combinando los datos de seroprevalencia con los datos de malos resultados en niños. Dividen (niños con malos resultados) entre (niños que tuvieron COVID-19). Estoy tentado en decir que esto es sorprendente, pero la verdad es que este estudio está haciendo algo muy básico y obvio. Otros estudios, citados por mucha gente, son erróneos.

Esto es lo que encontramos con respecto a niños sanos con COVID-19:

  • Para los niños sanos, el riesgo de ir al hospital es de 51 por cada 100,000 niños.
  • Para los niños sanos, el riesgo de ir a la unidad de terapia intensiva es de 8 por cada 100,000.
  • Para los niños sanos, el riesgo de muerte es de 3 por cada 1,000,000, y no se han registrado muertes en niños mayores de 5 años.
  • Los niños de 5 a 11 años tienen un riesgo menor que los niños<5 años y que los adolescentes de 12 a 17 años.
  • Los niños de 5 a 11 años tienen un riesgo de ingresar a la unidad de terapia intensiva de 2 en 100,000; 0 niños murieron.
  • Entre los niños que murieron de COVID-19, el 38% ya recibía cuidados paliativos y de hospicio.
  • El síndrome inflamatorio del multisistémico en niños (MIS-C / PIMS) fue menos común con la variante Delta.

¿Cuál es la conclusión de todo esto?

En mayo del 2021, Wes Pegden, Stef Baral y yo discutimos en el British Medical Journal que la vacunación de niños debe proceder por la vía del acuerdo de licencia biológica y no por la autorización de uso de emergencia.. Dado que estos riesgos fueron tan bajos, debemos exigir pruebas sólidas y estudios clínicos con un alto número de participantes que demuestren que los beneficios potenciales de la vacunación superan los posibles daños.

Los beneficios, en el mejor de los casos, van a ser muy pequeños (¿qué es menor que 3 por cada millón?) y por esta razón incluso señales de seguridad raras pueden inclinar la balanza. Queríamos ensayos aleatorios a gran escala.

Nuestra petición puede haber afectado al Reino Unido, que no está vacunando a los niños de 5 a 11 años debido a la incertidumbre, y puede haber ayudado a la FDA a ampliar el tamaño de la muestra del estudio. Fue cuando Gruber y Kraus renunciaron al FDA y la autorización de uso de emergencia (EUA) fue concedida.

Escuche mi conversación con el Dr. Cody Meissner, jefe de la división pediátrica de enfermedades infecciosas del Centro Médico Tufts, sobre este tema:

El estudio de Alemania muestra que los riesgos para los niños sanos son muy bajos. También muestra los esfuerzos masivos que tratan de distorsionar el riesgo.

Al agrupar a los niños sanos y a los niños con comorbilidades, se pueden encontrar tasas de riesgo que no ayudan a ninguno de los dos grupos. Los grupos son muy pequeños para los niños vulnerables y muy grandes para los niños sanos. Tenemos demasiado de esto en los Estados Unidos.

Estos resultados ponen en perspectiva el riesgo para los niños. Nos demuestran que el cierre de la escuela fue un error. Nos hacen pensar en preguntas fáciles: ¿Cuál es el beneficio máximo de obligar a un niño de 6 años a usar un cubrebocas en la escuela? Pista: aunque funcione (psst – no está probado) no será grande el beneficio.

Y esta información también sugiere preguntas difíciles: ¿Se beneficia de la vacunación un niño sano de 8 años que ya ha tenido COVID-19? Si es así, ¿cuánto? Si es así, ¿qué pruebas lo avalan?

Cuando se conocen los riesgos absolutos se pone en perspectiva la enfermedad COVID-19 en los niños.

Este estudio es importante.

Publicado originalmente por el Instituto Brownstonea través de la página de Substack de Vinay Prasad.