Nuevo día, nueva historia sobre un trabajador sanitario que sufre una “reacción alérgica grave” después de recibir la vacuna COVID de Pfizer, esta vez, en Nueva York. El informe se corresponde con la noticia que Children’s Health Defense (CHD) ha estado cubriendo sobre reacciones severas similares, primero en el Reino Unido,luego en Alaska e Illinois.

A la luz de estos acontecimientos, y porque CHD anteriormente advirtióa los funcionarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration,FDA, por sus siglas en inglés) y al Dr. Anthony Fauci,director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (National Institute for Allergy and Infectious Diseases, NIAID por sus siglas en inglés), sobre el potencial de las vacunas de Pfizer y Moderna para causar reacciones anafilácticas, tenemos algunas preguntas que nos gustaría que Fauci y la FDA respondieran.

Son:

1. ¿Por qué el Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA no exigió a Moderna y Pfizer-BioNTech que realizaran pruebas de inmunogenicidad en sus vacunas COVID-19 para anticuerpos antimedicamentos como se recomienda en las propias directrices de las agencias para el desarrollo de fármacos durante los ensayos clínicos?

En enero de 2019, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, la FDA, el Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos y el Centro de Evaluación e Investigación Biológica publicaron un documento,“Pruebas de Inmunogenicidad de Productos De Proteína Terapéutica — Desarrollo y Validación de Ensayos para la Detección de Anticuerpos Antimedicamentos (Anti-Drug Antibody, ADA por sus siglas en inglés).”

El documento, descrito como “recomendaciones para facilitar el desarrollo y validación de ensayos por parte de la industria para la evaluación de la inmunogenicidad de los productos proteicos terapéuticos durante los ensayos clínicos”, reconoce claramente la existencia de anticuerpos antimedicamentos como el polietilenglicol (PEG),en humanos. El documento manifiesta:

  • Las respuestas inmunitarias a los productos proteicos terapéuticos tienen el potencial de afectar a la farmacocinética del producto, la farmacodinámica, la seguridad y la eficacia.
  • Los efectos clínicos de las respuestas inmunitarias en los sujetos son muy variables, y van desde ningún efecto medible hasta efectos extremadamente dañinos.
  • La detección y el análisis de la formación de ADA es una herramienta útil para comprender posibles respuestas inmunitarias.
  • La información sobre las respuestas inmunitarias observadas durante los ensayos clínicos, en particular la incidencia de inducción de ADA o cualquier implicación de las respuestas de ADA que afecten a la farmacocinética, farmacodinámica, seguridad o eficacia es crucial para cualquier programa de desarrollo de productos proteicos terapéuticos.
  • En consecuencia, dicha información, en su caso, debe incluirse en la información de prescripción como subsección de la sección REACCIONES ADVERSAS titulada Inmunogenicidad.

Sin embargo, a pesar de la propia guía de la FDA que recomienda que se incluya información sobre la inmunogenicidad en los prospectos del envase de la vacuna, no se incluye tal información ni en los prospectos de vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna para COVID-19.

La página seis del documento de la FDA cita investigación que aborda específicamente la necesidad de “entender adecuadamente el riesgo de anticuerpos antimedicamentos … en productos con modificaciones como la pegilación.” Pero sin esa información proporcionada en los prospectos de envases, los receptores de la vacuna no pueden tener en cuenta esos riesgos.

Las vacunas con ARNm, rápidamente desarrolladas y distribuidas actualmente, dependen de un nuevo “sistema portador” basado en nanopartículas que utiliza PEG. El sistema portador de nanopartículas lipídicas (LNP) utilizado en las dos vacunas COVID-19 para facilitar la administración del ARNm en la célula está pegilado, lo que significa que está recubierto con PEG. Recubrir la nanopartícula lipídica con PEG evita que se degrade.

Un artículo publicado este año en Advanced Drug Delivery Reviews informó:

“Conjugación de polietilenglicol (PEG) a proteínas o nanosistemas de administración de fármacos es un método ampliamente aceptado para aumentar el índice terapéutico de nanobiofarmacéuticos complejos. Sin embargo, estos fármacos y agentes son a menudo inmunogénicos, lo que desencadena el aumento de los anticuerpos anti-medicamentos (ADA). Entre estas ADA, se demostró que anti-PEG IgG e IgM explicaron la pérdida de eficacia debido al aclaramiento sanguíneo acelerado del fármaco (fenómeno ABC) y las reacciones de hipersensibilidad (HSR) que implican síntomas alérgicos graves con anafilaxia ocasionalmente mortal.”

Es desconcertante cómo se permitió a una tecnología de vacunas nunca antes utilizada que contenía un polímero sintético, no degradable y cada vez más controvertido (PEG), que se sabe que está asociado con respuestas inmunitarias adversas y con el desarrollo de anticuerpos antimedicamentos, que evitara el cimiento fundamental del desarrollo farmacéutico, que es la prueba inmunológica.

2. ¿Por qué la FDA parece sorprendida por los recientes informes de reacciones anafilácticas potencialmente mortales después de que la agencia aprobó el uso de emergencia de dos vacunas COVID-19 de ARNm que contienen polietilenglicol?

En un artículo de noticiasrecientes, Marks de la FDA dijo a los periodistas que la FDA no estaba segura de qué causó las reacciones, pero que PEG “podría ser el culpable”. Agregó que la reacción que algunas personas han experimentado “podría ser más común de lo que se pensaba”.

Una simple búsqueda en la base de datos PubMed de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos para anticuerpos anti-PEG dio como resultado 32.061 resultados. Esta información está fácilmente disponible para cualquier persona que tenga curiosidad científica sobre el uso de este compuesto de poliéter artificial, derivado del petróleo,que tiene muchas aplicaciones, desde la fabricación industrial hasta la medicina.

A principios de este año, el teniente coronel retirado Harold Gielow, un miembro de CHD que sufre de anafilaxia potencialmente mortal por la exposición a productos que contienen PEG, nos notificó sobre sus preocupaciones relacionadas con el uso de PEG en la vacuna COVID de Moderna.

Después de revisar la extensa literatura científica sobre el tema, CHD informó sobre ello a las agencias federales responsables de la supervisión del desarrollo de vacunas COVID-19 y de los ensayos clínicos.

A través de nuestra investigación, descubrimos que los científicos que una vez asumieron que el polímero era en gran parte “inerte” ahora están cuestionando su biocompatibilidad y advierten sobre el potencial que tienen las partículas PEGiladas de promover el crecimiento tumoral y desencadenar respuestas inmunitarias adversas que incluyen anafilaxiapotencialmente mortal, la cual está “probablemente infra-diagnosticada”. Los investigadores informaron que estas respuestas indeseables han, en ocasiones, detenido los ensayos clínicos. Como resultado, algunos argumentan que es hora de desarrollar alternativas para reemplazar el PEG.

Investigadores americanos y holandeses declararon en 2013:“… la acumulación de pruebas que documentan los efectos perjudiciales del PEG en la administración de medicamentos hacen imperativo que los científicos en este campo rompan su dependencia de la PEgilación.”

Otro artículo llamado“La importancia de las alternativas al poli(etilenglicol) para superar la inmunogenicidad PEG en el transporte de fármacos y la bioconjugación”, publicado en febrero de 2020, informó que el tratamiento de pacientes que han adquirido anticuerpos anti-PEG debido a fármacos PEGilados resulta en un aclaramiento sanguíneo acelerado, baja eficacia de los medicamentos, hipersensibilidad y, en algunos casos, efectos secundarios potencialmente mortales.

Los autores de ese artículo también reconocieron que los anticuerpos anti-PEG también se encuentran en pacientes que nunca han sido tratados con fármacos PEGilados, pero que han consumido productos que contienen PEG. Esto explicaría por qué la mujer en Alaska, que no tenía antecedentes de alergias,tuvo que ser hospitalizada durante al menos dos noches después de entrar en shock anafiláctico al recibir la vacuna Pfizer.

El 25 de septiembre, Robert F. Kennedy Jr., presidente y asesor jurídico jefe de CHD, envió una carta al Director de la FDA, Steven Hahn, y a Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica, con una copia al Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. En esa carta, expresamos preocupación por el uso del PEG en los ensayos de vacunas Moderna COVID, debido al desarrollo de anticuerpos anti-PEG y también porque en los últimos años el PEG ha sido objeto de un creciente escrutinio.

En nuestra carta a la FDA, CHD recomendó que se tomaran medidas adicionales para reducir el riesgo de exponer a los participantes del ensayo a una sustancia para la que hasta el 72% de la población estadounidense puede tener anticuerpos preexistentes.

Los pasos recomendados incluyeron:

  • Pre-selección de los participantes en el ensayo para detectar la presencia y los títulos de anticuerpos anti-PEG.
  • Utilizar estos datos para caracterizar la posible asociación y el impacto de los anticuerpos anti-PEG en las reacciones adversas en el ensayo.
  • Identificar el nivel de títulos de anticuerpos anti-PEG que impide la administración segura de la vacuna en ausencia de medidas secundarias para abordar la respuesta inmunitaria anti-PEG.
  • Medición del impacto de la respuesta inmunitaria anti-PEG en la eficacia de la vacuna.

3. ¿Por qué los funcionarios de la FDA no reconocieron las preocupaciones válidas y científicamente apoyadas con respecto al uso de PEG en las vacunas COVID-19 cuando CHD las notificó por primera vez en septiembre?

A pesar del hecho de que la carta enviada a la FDA solicitó una revisión oportuna de nuestras preocupaciones cruciales, ya que el tiempo es esencial para proteger a aquellos individuos con anticuerpos PEG de la exposición y el daño innecesarios, la FDA no respondió hasta el 2 de diciembre, más de 2 meses después.

CHD aún no ha recibido una respuesta de Fauci ni del NAIAD. El NIAID es socio de Moderna en el desarrollo de su vacuna COVID-19 y ha tomado un papel de supervisión en los ensayos clínicos, que por sí solo plantea preguntas sobre conflictos de intereses.

4. ¿Por qué la FDA abandonó su autoridad reguladora frente a las compañías farmacéuticas que desarrollan vacunas COVID-19?

En la respuesta que CHD recibió de la FDA, nos indicaron que nos comunicáramos directamente con la compañía farmacéutica con respecto a nuestras preocupaciones sobre PEG. Pero nos preguntamos si la FDA leyó la carta. Aquí está el porqué.

En julio, Gielow se puso en contacto con la Red de Prevención COVID por sus preocupaciones sobre el uso del PEG en las vacunas de Moderna. Citó un estudio de 2016 de la revista Analytical Chemistry que notificó niveles detectables y a veces altos de anticuerpos anti-PEG (incluyendo anticuerpos IgM de primera línea de defensa y anticuerpos IgG en etapa posterior) en aproximadamente el 72% de las muestras humanas contemporáneas y alrededor del 56% de las muestras históricas desde la década de 1970 hasta la década de 1990. Del 72% con anticuerpos PEG IgG, el 8% tenía anticuerpos anti-PEG IgG superiores a 500ng/ml., lo que se considera extremadamente elevado.

Los autores de ese estudio concluyeron que “… la detección sensible y la cuantificación precisa de los niveles anti-PEG Ab en un entorno clínico serán esenciales para garantizar el uso seguro de los medicamentos PEGilados en todas las poblaciones de pacientes objetivo en el futuro.”

En su carta a la Red de Prevención COVID, Gielow citó las conclusiones del estudio sobre la necesidad de pruebas de anticuerpos anti-PEG e hizo la siguiente pregunta: “Como la vacuna candidata al mRNA-1273 de Moderna utiliza un vector LNP PEGilados, ¿qué procedimientos se incluyen en el ensayo para mitigar este riesgo?”

Así es como respondió la red:

“Muchas gracias por esta pregunta científica. Consulté con varios de los médicos científicos que trabajan en el estudio Moderna, y me han proporcionado esta respuesta para enviarle:

“Los niveles de anticuerpos preexistentes, junto con varios polimorfismos genéticos, pueden afectar el perfil de seguridad de una intervención biomédica en una variedad de poblaciones. Si hay señales de seguridad significativas de los ensayos clínicos de CoVPN, se harán todos los esfuerzos para entender los mecanismos que pueden haber contribuido a estas señales. Las poblaciones de preselección basadas en biomarcadores hipotéticos, como los anticuerpos anti-PEG, no es una estrategia empleada actualmente en nuestros ensayos clínicos”.

Mientras que los científicos de Moderna alegan que el desarrollo de anticuerpos PEG es puramente hipotético, la literatura científica documenta claramente que el sistema inmunitario puede y forma anticuerpos contra el PEG (anti-PEG Abs) tanto en animales como en humanos. La existencia de anticuerpos anti-PEG amenaza la seguridad del paciente a través de posibles reacciones de anafilaxia,y la reexposición a fármacos que contienen PEG puede aumentar en gran medida la posibilidad de efectos adversos debido a la memoria de las células B de anti-PEG Abs.

Además, los documentos y publicaciones de Moderna indican que la empresa era muy consciente de los riesgos de seguridad asociados con el PEG y otros aspectos de su tecnología de ARNm. En el folleto corporativo que apoya el lanzamiento del mercado de valores de Moderna a finales de 2018, la compañía fue franca sobre el hecho de que su enfoque técnico tiene numerosos riesgos.

Específicamente, Moderna reconoció el potencial de sus nanopartículas lipídicas patentadas y PEG para producir “efectos secundarios sistémicos”, dada la documentación de la literatura científica de estos tipos de efectos secundarios para otros LNP. En comentarios no vistos generalmente por el público, Moderna declaró (pág. 33):

“No puede haber ninguna garantía de que nuestros LNP no tendrán efectos no deseados. Nuestros LNP podrían contribuir, total o parcialmente, a una o más de las siguientes: reacciones inmunitarias,reacciones a la perfusión, reacciones complementarias, reacciones de opsonación, [hipervínculos añadidos] reacciones de anticuerpos… o reacciones a la PEG de algunos lípidos o PEG asociados de otro modo con el LNP.[links added] Ciertos aspectos de nuestros medicamentos en investigación pueden inducir reacciones inmunitarias del ARNm o de los lípidos, así como reacciones adversas dentro de las vías hepáticas o la degradación del ARNm o del LNP, cualquiera de los cuales podría conducir a eventos adversos significativos en uno o más de nuestros ensayos clínicos.”

En lugar de expresar preocupación por el bienestar de los participantes en los ensayos clínicos, el folleto concluyó que cualquiera de estos problemas “podría perjudicar materialmente los negocios, las condiciones financieras y las perspectivas [de la empresa]”.[the company’s]

Tales preocupaciones se derivan de este hecho: los receptores de la vacuna no sólo pueden sufrir una reacción alérgica potencialmente grave, sino que además las respuestas inmunitarias específicas de PEG pueden realmente reducir la eficacia de las vacunas y aumentar la aparición de eventos adversos.

El hallazgo en 2016 de que el 72% de las personas tienen anticuerpos anti-PEG es muy preocupante cuando los datos se extrapolan a la población estadounidense de 330 millones de personas que pueden recibir esta vacuna.

Según las cifras de ese estudio, alrededor de 237,6 millones de personas podrían experimentar una eficacia reducida de la vacuna. De estos, los 16,6 millones que pueden tener niveles altos de anticuerpos podrían estar en riesgo de anafilaxia. Según esas cifras, veríamos reacciones alérgicas más graves a la vacuna que contiene PEG de Pfizer de lo que hemos visto hasta ahora. Eso plantea la pregunta: ¿El fabricante de la vacuna alteró la molécula de PEG para reducir el riesgo de una reacción alérgica? Si es así, ¿qué proceso utilizaron y se revisó y aprobó ese proceso?

Sobre la base del creciente número de noticias sobre la aparición de reacciones alérgicas y anafilácticas en individuos que han recibido la primera dosis de la vacuna, nuestras preocupaciones están justificadas. Estas reacciones graves y potencialmente mortales continuarán y se volverán aún más comunes cuando se administre la segunda ronda de vacunas.

5. ¿Exigirán ahora la FDA y el NIAID a los fabricantes de vacunas con ARNm que lleven a cabo evaluaciones de la inmunogenicidad de las nanopartículas lipídicas pegiladas utilizadas en sus vacunas COVID-19, y también considerarán la preselección de todos los receptores de la vacuna con ARNm para detectar la presencia y los títulos de anticuerpos anti-PEG?

El hecho de que a nuestras agencias federales, responsables de asegurar al público que los productos que reciben son seguros y eficaces, se les haya escapado la pelota en su apuro por desarrollar vacunas COVID-19 es verdaderamente trágico. Se perdió una oportunidad importante.

Según Zhang, “La detección y el seguimiento de los anti-PEG Abs en sangre antes y durante el tratamiento con fármacos que contienen PEG son de particular importancia para proporcionar seguridad y mantener la eficacia terapéutica. La generación de anti-PEG Abs puede acelerar el aclaramiento de las terapias PEGiladas, reduciendo así la eficacia terapéutica. Además, la existencia de anti-PEG abs amenazaba la seguridad del paciente con anafilaxia y otras reacciones. La re-exposición a fármacos que contienen PEG puede aumentar en gran medida la posibilidad de efectos adversos debido a la memoria de células B de los anti-PEG Abs.”

Debido al uso de PEG en miles de productos de consumo, incluyendo cigarrillos electrónicos y medicamentos, es razonable suponer que un número creciente de personas desarrollarán anticuerpos anti-PEG.

Si los anti-PEG abs de alto título están presentes en la sangre, incluso las personas sin alergias conocidas pueden tener reacciones hipersensibles graves al recibir por primera vez tratamientos médicos que contengan PEG,según muestran los estudios .

Instamos a las agencias federales a que se recomiende dicha detección antes de la administración de cualquier vacuna que utilice PEG en su proceso de fabricación. Idealmente, dado que, sin saberlo, cualquiera podría tener anticuerpos anti-PEG, todos deben ser examinados antes de recibir las vacunas de Pfizer o Moderna. Pero por lo menos, recomendamos que cualquier persona que haya tenido una reacción alérgica no diagnosticada consulte con sus médicos y solicite pruebas para detectar anticuerpos anti-PEG antes de ponerse cualquier vacuna COVID.