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noviembre 25, 2020

Nuevos zares de censura: Los titanes tecnológicos tienen como objetivo restringir el acceso a la información en el debate sobre las vacunas

 

 

Cuando era niño, era impensable que un liberal estadounidense aceptara la censura. Era axiomático que todas las atrocidades nazis habían empezado con la censura y el silenciamiento de los que eran críticos con las políticas gubernamentales. Nuestros maestros del civismo nos enseñaban que el libre fluir de información —incluso de verdades incómodas— era el alma de la democracia.

Debemos conocer todos los hechos y escuchar todas las alternativas y escuchar todas las críticas.

Mi tío, John F. Kennedy comentó en 1962 que las “bibliotecas estadounidenses deben estar abiertas a todos, excepto al censor. Debemos conocer todos los hechos y escuchar todas las alternativas y escuchar todas las críticas. Démosle la bienvenida a libros polémicos y a autores polémicos. Porque la Carta de Derechos es el guardián de nuestra seguridad, así como de nuestra libertad”.

La historia registrará que, en 2020, fueron hombres que se llamaban a sí mismos “liberales” los que lideraron el clamor por la censura. Harry Truman nos advirtió contra esos hombres: “Una vez que un gobierno está comprometido con el principio de silenciar la voz de la oposición, sólo tiene un camino por recorrer, y ese es el camino de las medidas cada vez más represivas, hasta que se convierte en una fuente de terror para todos sus ciudadanos y crea un país donde todos viven con miedo”.

Hoy silencian abiertamente las trágicas historias de madres estadounidenses de niños heridos por vacunas y todas las demás críticas no aprobadas a los productos farmacéuticos.

A principios de 2019, el congresista demócrata Adam Schiff pidió a los directores ejecutivos (CEO) de Google, Facebooky Amazon que censurasen la “desinformación de las vacunas”, un eufemismo para cualquier declaración que se aparte de las declaraciones oficiales de las grandes farmacéuticas y sus funcionarios reguladores capturados. Cada uno de estos tiranos de Silicon Valley está asociado mediante ricos tratos con los fabricantes de vacunas. Por lo tanto, estuvieron encantados de obedecer a la petición. Hoy silencian abiertamente las trágicas historias de madres estadounidenses de niños heridos por vacunas y todas las demás críticas no aprobadas a los productos farmacéuticos.

¿Dónde cree Adam Schiff que esto terminará? ¿Se imagina a Bill Gates como un amigo de la libertad? En un momento dado, el gusano se volverá. Para Schiff, parafraseo el interrogante de St. Thomas Moore: “Cuando hayas borrado la Primera Enmienda para llegar al Diablo, y el Diablo luego se vuelva contra ti, entonces ¿dónde te esconderás?”

 

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