Jeanie Evans murió de “anafilaxia debida a la vacuna COVID-19”, según el informe de su autopsia obtenido por el “Topeka Capital-Journal”.

Evans, de 68 años, de Effingham, Kansas, murió el 24 de marzo de 2021, un día después de recibir la vacuna COVID de Moderna en el condado de Jefferson.

Según el informe de la autopsia, obtenido de la oficina del forense del condado de Shawnee a través de una solicitud de la Ley de Registros Abiertos (“Open Records Act”) de Kansas, Evans dijo que sus vías respiratorias se sintieron obstruidas entre 15 y 20 minutos después de recibir su primera dosis el 23 de marzo de 2021.

Fue trasladada en ambulancia terrestre a las 17:21 horas al hospital Stormont-Vail, donde falleció a las 11:55 horas del día siguiente.

Evans tenía un historial médico de hipertensión, alergias ambientales, trastornos alérgicos y enfermedad reactiva de las vías respiratorias. Anteriormente había experimentado una reacción anafiláctica al medicamento Albuterol, según el informe.

Según la Clínica Mayo, la anafilaxia es una “reacción alérgica grave y potencialmente mortal” que puede producirse en segundos o minutos tras la exposición a algo a lo que se es alérgico.

El sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés) afirma que la anafilaxia después de la vacunación contra la COVID es poco frecuente y se produce en aproximadamente cinco personas por cada millón de vacunados en Estados Unidos.

Según los datos más recientes del Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas -gestionado conjuntamente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y los CDC- se han producido 2.300 informes de anafilaxia tras las vacunas COVID, en los que la reacción puso en peligro la vida, requirió tratamiento o provocó la muerte.

Colt Umphenour, uno de los hijos de Evans, dijo que la familia planea presentar una demanda.

“Estoy buscando activamente un nuevo abogado para representar a la familia”, dijo Umphenour.

Los miembros de la familia de Evans contrataron el pasado mes de abril a Lynn Johnson, del bufete de abogados Shamberg, Johnson y Bergman de Kansas City, Missouri. Pero Johnson declaró el martes al “Topeka Capital-Journal” que había decidido no emprender acciones legales en su nombre.

Los fabricantes de vacunas quedan exentos de responsabilidad por las lesiones causadas por sus productos

Como informó “The Defender” el 8 de julio de 2021, en virtud de la ley federal, los fabricantes de vacunas están protegidos de responsabilidad, dejando a las personas que se lesionan por las vacunas COVID y sus familiares con poca opciones.

En 2005, el Congreso aprobó la Ley de Preparación para Emergencias (“Public Readiness and Emergency Preparedness Act”, PREP por sus siglas en inglés), que autoriza al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (“Department of Health and Human Services”, HHS por sus siglas en inglés) a emitir una declaración que proporcione inmunidad de responsabilidad extracontractual para las reclamaciones de pérdidas causadas por contramedidas médicas (por ejemplo, vacunas, medicamentos, productos) contra enfermedades u otras amenazas de emergencias de salud pública.

El 4 de febrero de 2020, el HHS invocó la Ley PREP al declarar el COVID-19 como una emergencia de salud pública.

El 21 de enero de 2021, el HHS modificó la ley, ampliando la protección frente a responsabilidad para incluir categorías adicionales de personas cualificadas autorizadas a prescribir, dispensar y administrar vacunas COVID autorizadas por la FDA.

A cambio de la inmunidad de los fabricantes de vacunas, en virtud de la Ley PREP, el gobierno federal se comprometió a compensar las reacciones adversas a los tratamientos y vacunas COVID a través de un programa denominado Programa de Compensación de Lesiones por Contramedidas (“Countermeasures Injury Compensation Program”, CICP por sus siglas en inglés), gestionado por el HHS.

En diciembre de 2021, el CICP aprobó su primera reclamación de contramedidas COVID, una de las 65 reclamaciones relacionadas con anafilaxia y reacciones anafilácticas tras las vacunas de COVID. La reclamación está pendiente de la revisión de los gastos subvencionables.

En el sitio web del CICP se describen los parámetros del programa, que ofrece indemnizaciones por gastos médicos, pérdida de ingresos laborales y prestaciones por ser superviviente de una persona fallecida como “pagador de último recurso”, cubriendo únicamente lo que queda sin pagar o lo que no pueden pagar otros terceros, como el seguro médico.

En el marco del programa CICP, los honorarios de los abogados no están cubiertos. No hay tribunal, ni juez, ni derecho de apelación.

“Children’s Health Defense” pide a cualquier persona que haya experimentado una reacción adversa a cualquier vacuna, que presente un informe siguiendo estos tres pasos.