“Children’s Health Defense” (CHD) se ha unido a “Doctors for COVID Ethics” (Médicos por la Ética de COVID) y a otras organizaciones de todo el mundo para animar y facilitar a los profesionales sanitarios y a los receptores de vacunas la notificación de lesiones y reacciones adversas a cualquier vacuna, incluidas las vacunas COVID.

CHD y “Doctors for COVID Ethics” instan a todos los profesionales sanitarios que tengan conocimiento de un efecto adverso de una vacuna, y a cualquier persona que sospeche que ha sufrido algún tipo de efecto secundario adverso -de cualquier vacuna- a que notifique estos daños. Esta información es fundamental para evaluar la seguridad de las vacunas.

Hay tres formas de notificar un acontecimiento adverso:

VaxxTracker ofrece a las personas un lugar seguro para informar de los síntomas que creen que aparecieron como resultado de una vacuna.

A los consumidores y profesionales de la salud que reúnan los requisitos para informar al VAERS, les recomendamos que lo notifiquen a través de este sistema gubernamental, ya que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (“Food and Drug Administration”, FDA por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés) supervisan los acontecimientos adversos notificados al VAERS.

Todos los usuarios de VaxxTracker pueden ver tablas y gráficos que ilustran los tipos de síntomas que se notifican, así como el número de síntomas asociados a vacunas específicas y otras tendencias.

El portal VaxxTracker para los profesionales de la salud ofrece las siguientes características:

  • Confidencialidad: Se anima a los profesionales de la salud que presentan informes a que compartan su información personal junto con su informe, pero no se les exige. VaxxTracker ofrece a los profesionales sanitarios la oportunidad de hacerlo una vez que han completado el informe del caso. Cualquier información personal que se comparta se almacenará únicamente de forma encriptada.
  • Gestión y evaluación profesional de los datos: El soporte del sitio web funciona con la aplicación web VaxxTracker, que almacena y gestiona los datos de forma segura. Los datos serán evaluados por epidemiólogos profesionales y expertos médicos.
  • Integridad de los datos: Los datos se dejarán intactos tal y como se han introducido. No se archivará ningún expediente porque no se ajuste a las nociones preconcebidas o a los relatos.
  • Soporte de idiomas: VaxxTracker utiliza una terminología médica internacionalizada. Lo más probable es que los profesionales sanitarios puedan presentar un informe en su propio idioma.
  • Informes específicos de cada país: VaxxTracker es capaz de generar informes específicos para los países que participan en el suministro de datos. Esto es especialmente importante para aquellos países que no tienen la infraestructura necesaria para crear sus propios sistemas de notificación de efectos adversos de las vacunas.

El propósito de VaxxTracker es proporcionar al público mundial información veraz sobre las reacciones adversas a las vacunas COVID, en particular. Para lograrlo, necesitamos su apoyo:

  • Si usted es un profesional de la salud y tiene información precisa y de primera mano sobre un acontecimiento adverso específico, presente un informe de caso.
  • Independientemente de si tiene o no un informe que presentar, ayude a dar a conocer el sitio VaxxTracker compartiéndolo en las redes sociales y llamando la atención de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud que puedan tener información de primera mano que compartir.

“Ahora que las vacunas están en el punto de mira, tenemos una gran oportunidad de conseguir que se enfoque la atención sobre los problemas de seguridad de las vacunas y elección de las vacunas“, dijo la presidenta emérita de CHD, Lyn Redwood, RN, MSN. “Pero necesitamos la ayuda del público y de los profesionales sanitarios. Por eso CHD se ha unido a este esfuerzo con “Doctors for COVID Ethics” para garantizar que se comuniquen las lesiones por vacunas, de modo que puedan ser analizadas y se tomen las medidas adecuadas.”

CHD, “Doctors for COVID Ethics” y otras organizaciones vigilarán de cerca los informes de eventos adversos recogidos por VaxxTracker para seguir las tendencias e informar de las señales a las agencias federales responsables, a los fabricantes de vacunas y al público, dijo Redwood.

“La pandemia ha dado lugar al mayor esfuerzo mundial de la historia para convencer, y en algunos casos coaccionar e intimidar a la gente, no sólo para que se vacune, sino para que acepte sin rechistar vacunas experimentales sin licencia, comercializadas a toda prisa y aprobadas sólo para uso de emergencia “, dijo Redwood.

“En lugar de centrarse en la prevención y en una terapéutica eficaz, los principales medios de comunicación, ayudados por hábiles campañas de relaciones públicas, siguen informando de que todas las vacunas contra el COVID son seguras y eficaces, y que son la única forma de acabar con la pandemia.”

Las noticias sobre lesiones y muertes han seguido aumentando en EE. UU. y otros países, desde que se pusieron en marcha las vacunas.

“The Defender” informó recientemente de que los datos del VAERS (publicados el 30 de julio) muestran que entre el 14 de diciembre de 2020 y el 23 de julio de 2021, se notificaron al VAERS un total de 518.770 eventos adversos, incluidas 11.940 muertes, lo que supone un aumento de 535 respecto a la semana anterior. En el mismo periodo se registraron 63.102 heridos graves, lo que supone un aumento de 14.717 en comparación con la semana anterior.

Por ley, dijo Redwood, el personal sanitario está obligado a informar de cualquier acontecimiento adverso que sospeche que pueda estar relacionado con una vacuna, pero históricamente esto no siempre ha ocurrido. A veces, el efecto secundario no se producía inmediatamente, y ni el paciente ni el médico eran capaces de ver la relación entre la vacuna y los síntomas.

Un estudio federal de 2010 encargado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (“Department of Health and Human Services”, HHS por sus siglas en inglés) y realizado por consultores de Harvard en nombre de la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Sanitaria descubrió que menos del 1% de los efectos adversos de las vacunas se notifican al VAERS.

En su carta del 18 de diciembre al Dr. David Kessler, recién nombrado copresidente del Comité Asesor de COVID-19 del entonces presidente electo Biden, Robert F. Kennedy Jr. presidente de CHD y principal asesor jurídico, dijo que los funcionarios reguladores no pueden contar con la vigilancia posterior a la comercialización para revelar las lesiones de la vacuna COVID-19 porque el VAERS “no funciona”.

Kennedy escribió:

“Los defensores de las vacunas COVID argumentan que la vigilancia posterior a la concesión de licencias subsanará las deficiencias en el sistema de recopilación de datos de ensayos clínicos previos a la concesión de licencias. Como sabe, esto no es verdad. El Sistema de Informes de Eventos Adversos de Vacunas (VAERS), un sistema de informes voluntarios coadministró por la FDA y los CDC desde 1990, es un fracaso público bien documentado”.

“VAERS afirma claramente que es un ‘sistema de informes pasivos’,” Redwood dijo. “Eso significa que el HHS no está haciendo un seguimiento de las lesiones de las vacunas, el sistema depende totalmente de que las personas que han sido dañadas hagan los informes. Es fundamental, ahora que tanto empresarios como funcionarios de sanidad recomiendan que haya mandatospara las vacunas contra el COVID, que se notifiquen todas las lesiones”.

Visite la página “sobre nuestro proyecto” de VaxxTracker para saber más sobre el sistema y cómo puede utilizarlo.