Desde la primavera del año pasado circulan teorías contradictorias sobre si el COVID escapó de un laboratorio de Wuhan (China), donde los científicos estaban experimentando con virus animales, o si evolucionó en la naturaleza, pasando de los murciélagos a los humanos.

Desde el principio, la teoría “natural” dominó la narrativa de los medios de comunicación. En lugar de investigar la teoría del laboratorio, Saagar Enjeti, presentador de “The Hill’s Rising With Krystal and Saagar“, dijo que los medios de comunicación dominantes desacreditaron rápidamente la idea, tachándola de teoría conspirativa impulsada por la extrema derecha.

Ahora, dijo Enjeti, “se ha añadido al discurso un dato digno de mención”, con la admisión de Donald McNeil, ex periodista científico de ‘The New York Times’, que admitió que no dedicó tiempo a investigar la teoría de la fuga de laboratorio debido a sus relaciones personales con científicos y funcionarios del gobierno.

McNeil dijo que confiaba en el Dr. Anthony Fauci y en Peter Daszak, cazador de virus y presidente de ‘EcoHealth Alliance’, cuando insistían en que la teoría era falsa.

Dijo Enjeti:

“Está admitiendo esencialmente que, como periodista científico, aceptó la palabra de Fauci y del Dr. Peter Dasak de que la hipótesis de la fuga del laboratorio estaba desacreditada y era imposible, mientras que hizo caso omiso de toda la información relevante y conocida en ese momento de que ambos responsables estaban íntimamente involucrados y tenían mucho que perder si alguna vez resultaba ser cierta. De forma deliberada, tachó de “personajes marginales” a todos los que defendían la otra alternativa”.

Enjeti destacó un tuit del columnista del Washington Post, Josh Rogin, el cual, según Enjeti, es “la única persona de todos los medios de comunicación dominantes que se toma esto en serio”. Decía:

“Lo que todos estos periodistas científicos no admiten es que fueron engañados por sus mejores fuentes científicas, que les engañaron, a propósito, en detrimento de la ciencia, el periodismo y nuestra salud pública. Los científicos que acertaron fueron los que no tenían conflictos de intereses”.

VEA el vídeo “Hill’s Rising” aquí: