En una amplia entrevista en el New York Times, Melinda Gates hizo la siguiente declaración extraordinaria: “Lo que verdaeramente nos sorprendió es que realmente no habíamos pensado detenidamente en los impactos económicos”. Un cínico podría observar que uno no está dispuesto a pensar mucho en los asuntos que no le afectan a uno personalmente.

Es una declaración exasperante, ciertamente, como si la “economía” fuera de alguna manera una preocupación periférica al resto de la vida humana y la salud pública. El contexto más amplio de la entrevista revela que la declaración es aún más confusa. Ella está de alguna manera bajo la impresión de que es la pandemia y no los confinamientos lo que ha causado la devastación económica que incluye tal vez el 30% de los restaurantes que se han ido a pique, entre muchos otros efectos terribles.

Ella no dice eso abiertamente, pero, al igual que muchos artículos en la prensa convencional durante este año, elabora con mucho cuidado sus palabras para evitar el tema crucial de los confinamientos como la causa principal del desastre económico. Es posible que ella realmente crea que este virus es lo que derrumbó la economía mundial por sí solo, pero esa es una propuesta completamente insostenible.

Además, sus comentarios proporcionan una ilustración perfecta del problema central que ha habido todo el tiempo: la mayoría de las personas que han estado abogando por los confinamientos de hecho no tienen experiencia real en el manejo de las pandemias. Para muchos de ellos, COVID-19 se convirtió en su nuevo patio de recreo para probar un experimento sin precedentes en la gestión social y económica: cancelar viajes, cerrar negocios, escuelas, iglesias y emitir órdenes de encierros en casa que huelen a imposiciones totalitarias.

Esto es lo que ella dice:

“Puedes proyectar y pensar en cómo podría ser o parecer una pandemia, pero hasta que la vives, es muy difícil saber cómo será en la realidad. Así que creo que predijimos bastante bien que, dependiendo de cuál fuera la enfermedad, podría propagarse muy, muy, muy rápidamente. La propagación no nos sorprendió.

“Lo que nos sorprendió es que realmente no habíamos pensado detenidamente en los impactos económicos. ¿Qué pasa cuando tienes una pandemia que está corriendo desenfrenada por las poblaciones de todo el mundo? El hecho de que todos estaríamos en casa, y trabajando desde casa si tuviéramos la suerte de poder hacer eso. Esa fue una pieza para la que creo que no nos habíamos preparado del todo”.

Hay muchos especialistas que han vivido pandemias en el pasado y las han gestionado manteniendo un funcionamiento social y económico esencial. Un caso importante es Donald A. Henderson, que estuvo al frente de la Organización Mundial de la Salud y al se le otorga el mérito principal de la erradicación de la viruela. Él escribió lo siguiente en 2006:

“La experiencia ha demostrado que las comunidades que se enfrentan a epidemias u otros acontecimientos adversos responden mejor y con la menor ansiedad cuando el funcionamiento social normal de la comunidad es menos alterado. Un fuerte liderazgo político y de salud pública para proporcionar tranquilidad y garantizar que se presten los servicios de atención médica necesarios son elementos críticos. Si se considera que cualquiera de los dos es menos que óptimo, una epidemia manejable podría avanzar hacia la catástrofe”.

Melinda, junto con su esposo Bill, han sido la principal fuente de financiación para los esfuerzos a favor de los confinamientos en todo el mundo, dando $500 millones desde que comenzó la pandemia, pero también financiaron una gran variedad de departamentos académicos, laboratorios y medios de comunicación a lo largo de muchos años, durante los cuales ambos han hecho sonar la alarma en todas las entrevistas posibles sobre el patógeno que se avecina. Su política favorecida ha sido el confinamiento, como si se confundiera un virus biológico con un virus informático que simplemente necesita ser bloqueado para que no pueda golpear el disco duro.

Podemos ver cómo esta enfermedad viajó por todo el mundo y vemos que los países que se encerraron primero lo están llevando mejor. Muchos países africanos lo vieron venir y se encerraron temprano. Su tasa de replicación nunca llegó a ser tan alta como muchos otros países. Y eso es algo bueno.

Si bien es cierto que Africa es un caso atípico extraño, la afirmación de que esto se debe enteramente a los confinamientos tempranos no tiene apoyo. Quienes han examinado la anomalía en Africa señalan a que la población es muy joven (sólo el 3% son mayores de 65 años), y a las inmunidades cruzadas con otros coronavirus como la razón principal de la baja tasa de mortalidad y las inmunidades generales más fuertes. De hecho, la demografía por sí sola podría explicar casi la totalidad de la diferencia de mortalidad con Europa y los Estados Unidos.

Además, Melinda dice aquí lo que Bill ha dicho durante años: La única solución a un virus es suprimirlo y desarrollar una vacuna; el experimento que nunca antes se había probado y que ha traído pobreza, muerte y desesperación al mundo entero. Africa en particular fue devastada por los confinamientos.

Aún así es una buena cosa que ella se abra al New York Times para que podamos obtener una mejor perspectiva de su punto de vista. Habrá un ajuste de cuentas en el próximo año sobre por qué y cómo nos pasó todo esto. No habrá ninguna posibilidad de suprimir la realidad de lo que ha sucedido. De hecho, la prensa de centro-izquierda ya está empezando a admitir lo que el Instituto americano para la investigación económica (American Institute for Economic Research, AIER por sus siglas en inglés) ha estado diciendo desde marzo de 2020.

Considere este resumen de sólo los últimos días:

¿Qué nos ha hecho el bloqueo? Por Drew Holden (New York Times):

“Algunos investigadores se preocupan de que el aislamiento social haya infligido daños a la salud mental que durarán más tiempo incluso que lo peor de la pandemia. Es posible que no tengamos una contabilidad completa de las consecuencias en los años venideros …. También habrá consecuencias significativas a largo plazo por parte de los cierres de escuelas. Aproximadamente la mitad de los distritos escolares del país impartían clases remotas, ya sea en exclusiva o parcialmente, al comienzo del año. Este enfoque ha reducido significativamente la calidad educativa, particularmente para los niños de color.

“Estas pérdidas ni siquiera tienen en cuenta los efectos directos de los confinamientos en la economía. Las pequeñas empresas han cerrado sus puertas en tasas muy altas a medida que la economía estadounidense saltó en respuesta a las órdenes de quedarse en casa. Un estudio estima que el 60 por ciento de los millones de empleos perdidos entre enero y abril fueron el resultado de los confinamientos, no del virus en sí. La incertidumbre económica causada por el desempleo conlleva sus propios riesgos para la salud

“Estas tragedias se han convertido en un telón de fondo ambiental para la vida cotidiana: presentes pero olvidadas, reales pero ignoradas. Tal vez Estados Unidos simplemente se ha vuelto cómodo ignorando el sufrimiento silencioso de los demás”.

“Elproblema de subestimar cuánto quieren las personas estar juntos”,por Julia Marcus (The Atlantic)

“Cuando un enfoque de salud pública no está produciendo el resultado deseado, es hora de probar algo diferente. En lugar de gritar aún más fuerte sobre la Navidad que sobre Acción de gracias, funcionarios del gobierno, profesionales de la salud y estadounidenses comunes por igual podrían probar esto: Detener todo el castigo. Recuerde que el público se está crispando. Y considere la posibilidad de que cuando un gran número de personas indiquen a través de sus acciones que ver a sus seres queridos en persona no es negociable, se necesitan maneras prácticas de reducir los riesgos que van más allá de ‘Sólo di que no'”.

COVID utilizado como pretexto para reducir los derechos civiles en todo el mundo, encuentra un informe” (The Guardián)

“El estado de las libertades civiles en todo el mundo es sombrío, según un nuevo estudio que encontró que el 87% de la población mundial vivía en naciones consideradas “cerradas”, “reprimidas” u “obstruidas”… Varios gobiernos han utilizado la pandemia como excusa para restringir derechos como la libertad de expresión, la reunión pacífica y la libertad de asociación, según Civicus Monitor, una alianza de grupos de la sociedad civil que evaluó a 196 países.”

La crisis de agotamiento parental ha llegado a un punto de inflexión,por Anna North (Vox)

“La falta de cuidado infantil es probablemente una gran razón por la que más de 850.000 mujeres abandonaron la fuerza de trabajo en septiembre, más que en cualquier otro mes registrado, excepto en este mes de abril, Covert informa. En general, las madres han soportado una mayor parte de la carga de crianza durante la pandemia que los padres, con el 80 por ciento de las madres de niños menores de 12 años diciendo que son responsables de la mayoría de la enseñanza a distancia en sus hogares en una encuesta de abril. Y las madres solteras han sido las más afectadas de todas: la proporción de madres sin parejas en la fuerza laboral disminuyó del 76,1 por ciento en septiembre de 2019 al 67,4 por ciento en septiembre de 2020, una caída significativamente mayor que las que se ven entre los padres asociados o los padres solteros, según un análisis Pew.”

Muchos no están comprando el mensaje de “quedarse en casa” de los funcionarios públicos. Los expertos dicen que hay una manera mejor” (Los Angeles Times)

“Los funcionarios de salud se enfrentan a un público fatigado, así como a un número de personas que no creen en el peligro del virus, dijo la Dra. Mónica Gandhi. Pero también es parte de un número creciente de expertos que piensan que hay una mejor manera de involucrar a aquellos que sí quieren tomar la pandemia en serio, tomando una lección de la estrategia de salud pública conocida como reducción de daños”.

Finalmente, es tremendamente gratificante que la última columna del poderoso genio Walter Williams nombró específicamente la Declaración del Gran Barrington como la respuesta:

“¿Qué hay de los beneficios y costos de lidiar con la pandemia COVID-19? Gran parte de la profesión médica y los políticos dicen que los encierros, los distanciamientos sociales y el uso de mascarillas son las soluciones. Los datos de los CDC sobre las tasas de mortalidad muestran que si uno es menor de 35 años, las posibilidades de morir de COVID-19 son mucho menores que las de sufrir un accidente montando en bicicleta. ¿Deberíamos confinar las bicicletas? El Dr. Martin Kulldorff, profesor de medicina en la Universidad de Harvard, bioestadístico y epidemiólogo, la Dra. Sunetra Gupta, profesora de la Universidad de Oxford y epidemióloga con experiencia en inmunología, y el Dr. Jay Bhattacharya, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, médico y epidemiólogo fueron los iniciadores de la Declaración de Great Barrington. Más de 50.000 científicos y médicos, así como más de 682.000 personas comunes y corrientes, han firmado la Declaración de Great Barrington oponiéndose a un segundo confinamiento por COVID-19 porque ven que está haciendo mucho más daño que bien”.

Los autores de la Declaración del Gran Barrington nunca tuvieron ninguna duda de que, con el tiempo, la mayoría de las personas llegaría a ver que los principios tradicionales de la salud pública prevalecerían sobre la política de confinamientos que antes había sido probada y ahora se ha demostrado fallida. Se pronunciaron cuando lo hicieron como un medio para forzar el tema, y su valor hará eco durante mucho tiempo en los anales de la historia. Ahora, si pudiéramos hacer que Melinda Gates lo viera.

Publicado con permiso del Instituto Americano de Investigación Económica.