Mientras Pfizer hace planes para mantener su flujo constante de mil millones de dólares, asegurando a los inversores que las dosis anuales de refuerzo de COVID serán necesarias mucho después de que termine la pandemia, un grupo de científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés) afirmó que no hay datos suficientes para recomendar las vacunas de refuerzo contra el COVID a la población general.

El grupo de trabajo COVID-19 del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (“Advisory Committee on Immunization Practices”, ACIP por sus siglas en inglés) de los CDC dijo el 23 de junio que sólo recomendaría las vacunas de refuerzo si se demuestra una disminución de la eficacia, y no sólo una disminución de la respuesta de los anticuerpos.

También se pueden recomendar refuerzos si hay una variante capaz de evadir las vacunas, según las diapositivas presentadas en su conferencia por la doctora Sara Oliver, epidemióloga médica del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC.

Actualmente, no hay pruebas que sugieran la necesidad de un refuerzo, dijeron los expertos. Los refuerzos pueden ser apropiados para grupos de riesgo especiales en el futuro, incluyendo personas mayores y receptores de trasplantes. Sin duda, los máximos responsables de salud pública del país dijeron que seguirían vigilando la situación.

“Tendría que estar de acuerdo con la interpretación del grupo de trabajo en el sentido de que no hay datos que respalden las recomendaciones de apoyar los refuerzos en este momento”. dijo la Dra. Sharon Frey, miembro del ACIP y directora clínica del Centro de Desarrollo de Vacunas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis. “En este momento no hay evidencia de que disminuya la protección”.

La Dra. Grace Lee, presidenta del panel de seguridad del ACIP y profesora de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, dijo que le gustaría ver más pruebas de casos de fallos de la vacunación antes de recomendar una vacuna de refuerzo.

“Me gustaría tener una mayor certeza sobre los datos de seguridad si estamos hablando de potenciar antes de que esté claro cómo serán los datos de riesgo”, dijo Lee. “Si vemos casos graves de fallos de la vacunación, creo que la toma de decisiones va a avanzar aunque haya incertidumbre con los datos de seguridad”.

Las recomendaciones de los expertos del CDC amenazan los beneficios de Pfizer

Se espera que las vacunas de refuerzo para COVID sean un motor de ingresos clave en los próximos años para Pfizer y Moderna. Los ejecutivos de Pfizer han asegurado a los inversores que la empresa ve que el mercado de las vacunas evoluciona a medida que la pandemia disminuye, y que probablemente podrá cobrar más por dosis de lo que obtenía con los acuerdos de suministro de la pandemia.

Pfizer ha estado trabajando en dos estrategias de refuerzo diferentes que prevé que podrían llevar las ventas más allá de la necesidad inmediata de la pandemia: una tercera dosis de 30 mg de sus vacunas actuales y una vacuna actualizada que se dirige a la variante sudafricana, informó “Fierce Pharma”.

Nadie está completamente seguro de cuándo será necesario un refuerzo, pero es posible que algunos de los que fueron vacunados al principio necesiten una inyección adicional ya en septiembre, es decir, aproximadamente entre 8 y 12 meses después de su régimen inicial, el director general Albert Bourla comentó a Axios en mayo.

Pfizer ha argumentado que se necesitarían refuerzos “a medida que la concentración de anticuerpos en la sangre disminuya para garantizar que la población en general no pueda portar el virus y así llegar a sofocar la epidemia más rápidamente”, escribieron los analistas de Bernstein, dirigidos por Ronny Gal, a los clientes. Esa no es la norma de la industria, y tampoco es lo que sugirió el ACIP de los CDC en su reunión del 23 de junio, escribieron los analistas.

Un portavoz de Pfizer dijo a “Fierce Pharma” que “la idea actual de la compañía es que hasta que no veamos una reducción en la circulación del SARS-CoV-2 y de la enfermedad COVID-19, pensamos que es posible que se necesite una tercera dosis, un refuerzo de nuestra vacuna, para ayudar a proporcionar protección contra COVID-19”, sujeto a la aprobación regulatoria.

La vacuna COVID de Pfizer es ya el segundo medicamento que más ingresos genera en el mundo, con una previsión de ingresos de 26.000 millones de dólares sólo en 2021, lo que supone un aumento del 70% de sus beneficios previstos inicialmente.

La previsión se basa en contratos para suministrar 1.600 millones de dosis de vacunas este año. La empresa espera firmar más acuerdos para este año y está en conversaciones de suministro con varios países para 2022 y más allá.

Durante una conferencia de inversores celebrada en marzo, el director financiero de Pfizer, Frank D’Amelio, afirmó que la empresa ve una “oportunidad significativa” para su vacuna COVID una vez que el mercado pase de una “situación pandémica a una situación endémica”.

En ese momento, “factores como la eficacia, la capacidad de refuerzo y la utilidad clínica serán básicamente muy importantes, y lo consideramos, francamente, una oportunidad significativa para nuestra vacuna desde el punto de vista de la demanda, desde la perspectiva del precio, dado el perfil clínico de nuestra vacuna”, D’Amelio explicó al analista.

Durante la Conferencia de Salud Global de Barclays, celebrada en marzo, D’Amelio dijo que la empresa no ve esto como un hecho puntual, sino “como algo que va a continuar en el futuro inmediato”.

Bourla dijo que era “probable” que se necesitara una tercera dosis de la vacuna COVID de la empresa en el plazo de un año desde la inoculación inicial de dos dosis, seguida de vacunaciones anuales.

“Todos los años hay que ir a vacunarse contra la gripe“, dijo Bourla. “Va a pasar lo mismo con la COVID. Dentro de un año, tendrás que ir a ponerte la vacuna anual de la COVID para estar protegido”.

Al igual que Pfizer, la directora comercial de Moderna, Corinne M. Le Goff, dijo durante una reunión con inversores en abril que los estadounidenses podrían empezar a recibir inyecciones de refuerzo de su vacuna a finales de este año para protegerse de las variantes de COVID.

“Es probable que los países que ya han alcanzado una alta cobertura vacunal estén preparados para pasar a los refuerzos en 2022, y posiblemente incluso a partir de finales de este año”, dijo Le Goff.

Johnson & Johnson (J&J) ha dicho que su vacuna probablemente tendrá que administrarse anualmente, a pesar de que se comercializa en gran medida a los consumidores como una vacuna de una sola dosis.

Como informó “The Defender” en mayo, las empresas farmacéuticas y sus directores generales, CEOs, han ganado miles de millones con las vacunas COVID, gracias a los enormes paquetes de compensación y a las cuestionables ventas de acciones, mientras aseguraban a los inversores que había planes de refuerzos y vacunas anuales.