Los defensores de la libertad sanitaria protestaron la semana pasada contra el mandato de vacunación de Chicago, que obliga a cualquier persona de 5 años o más a mostrar una prueba de vacunación antes de entrar en los negocios públicos.

“Cualquier libertad a la que renunciemos ahora, es una libertad que nuestros hijos nunca conocerán”, dijo Josh Alvarado, coorganizador de la protesta y miembro de Illinois en contra de la tiranía (“Illinois Standing Against Tyranny”).

Hillary Kurzawa, que se opone a los mandatos, dijo a los manifestantes:

“No nos quedaremos callados mientras nuestras empresas se ven obligadas a gestionar las opciones sanitarias privadas o a afrontar las consecuencias de los inspectores y las multas. Si optamos por obedecer ciegamente, ¿qué mensaje envía a nuestros hijos hacer eso? Yo digo que les dice a nuestros hijos que su felicidad está en una jeringuilla y que está bien discriminar siempre que sea por un bien mayor”.

Tanto los vacunados como los no vacunados soportaron temperaturas gélidas para defender su derecho a la autonomía corporal y dejar claro que la tiranía médica afecta a todas las personas.

“Nuestra fuerza está en nuestra unidad”, dijo un marine retirado a los activistas. “Lo más importante que podemos hacer es difundir la verdad”.

Lo que la protesta de Chicago demostró es que las protestas del movimiento por la libertad de la salud son diferentes de las concentraciones políticas. Los mítines del movimiento no pueden parecer una extensión de una convención republicana o una convención demócrata, porque el movimiento por la libertad sanitaria no se basa en esos principios.

“Muchas personas de este movimiento son cristianas, pero éste no es un movimiento cristiano”, recordó el activista Ben Raue, añadiendo:

“Mucha gente en este movimiento es republicana, pero este no es un movimiento republicano. La gente tiene que despertar y no podemos hacerlo si venimos de un lugar de ira … La única manera de despertar a estas personas es si venimos de un lugar profundo de amor.”

Los principios del movimiento por la libertad sanitaria se basan en el derecho de la persona a elegir, en la autonomía corporal.

“Estoy aquí por mi nieta”, dijo Stephanie Trussel, candidata a vicegobernadora de Illinois. “Tiene seis años, está en primer grado y no sabe cómo es su maestra porque lleva una mascarilla. Tenemos que hacer esto por nuestros niños”.