A mediados de enero, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (‘U.S. Environmental Protection Agency’, EPA, por sus siglas en inglés) aprobó las solicitudes de dos estados del sur (Georgia y Tennessee) que pedían una exención de emergencia que les permitiera aerosolizar espacios interiores seleccionados con un “tratamiento aéreo” antiviral llamado ‘Grignard Pure.’

‘Grignard Pure’ es un producto a base de nanopartículas. Su ingrediente activo es un principio llamado trietilenglicol (TEG).

La aprobación de la EPA se deslizó en virtud del artículo 18 de la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas (‘Federal Insecticide, Fungicide and Rodenticide Act’, FIFRA, por sus siglas en inglés), que permite a la agencia dar luz verde a pesticidas para usos no registrados en áreas geográficas definidas durante un año durante emergencias de salud pública consideradas “urgentes” y “no rutinarias”.

‘Grignard Pure’ contiene TEG como un compuesto químico independiente, pero TEG también es un componente de algunos compuestos de polietilenoglicol (PEG) (los de bajo peso molecular).

Desde el verano pasado, ‘Children’s Health Defense’ (CHD) ha planteado preguntas urgentes sobre la presencia de PEG en las vacunas de ARNm basadas en nanopartículas desarrolladas por Pfizer y Moderna, autorizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (‘U.S. Food and Drug Administration’, FDA, por sus siglas en inglés) para su uso de emergencia contra COVID.

En un comunicado de prensa del 14 de diciembre y en cartas a líderes del Departamento de Salud y Servicios Humanos (‘Department of Health and Human Services’, HHS por sus siglas en inglés), la FDA y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (‘National Institute of Allergy and Infectious Diseases’, NIAID por sus siglas en inglés), CHD advirtió sobre la asociación conocida entre el PEG y respuestas inmunes adversas, que incluyen laanafilaxia, reacción potencialmente mortal.

Se estima que el 72% de la población general tiene anticuerpos anti-PEG (incluidos a niveles elevados en el 8% de los estadounidenses) que pueden preparar a esos individuos para reacciones adversas cuando más tarde se expongan a sustancias que contienen PEG.

Las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, muy conscientes de la correlación entre los anticuerpos anti-medicamentos y el aumento de los efectos adversos, reconocen que el fenómeno plantea un problema clínico “irritante” y “grave”, que se ha puesto de relieve a medida que los receptores de inyecciones de ARNm COVID experimentan reacciones alérgicas graves.

A la luz de la interrelación entre PEG y TEG, la difusión planificada de TEG basado en nanopartículas en espacios públicos , incluso distribuyéndolo en los edificios a través de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), introduce nuevas preguntas importantes: ¿Podrían las personas ya sensibilizadas al PEG sufrir una anafilaxia cuando inhalen TEG? O por el contrario, ¿podrían las personas que están expuestas a TEG aerosolizado entonces sensibilizarse al PEG — y correr el riesgo de una reacción adversa cuando posteriormente se encuentran con una inyección de ARNm que contiene PEG u otromedicamento “PEGilado”?

El chico más nuevo del vecindario: ‘viricidas atmosféricos’

La compañía Grignard se describe a sí misma como “un líder innovador en soluciones químicas especializadas para todas las necesidades de la industria”, que van desde limpiadores de precisión y tratamientos de aguas residuales hasta “efectos atmosféricos” para la industria del entretenimiento. De hecho, la sucursal de Grignard FX de la compañía es el “mayor productor de niebla teatral y líquidos de neblina” de América del Norte para películas, conciertos en estadios y teatro, además de ser el fabricante de sangre escénica la cual promocionan diciendo que es “tan realista que se asustarán”.

La compañía ahora tiene la intención de convertir su amplia experiencia teatral en el reino de los viricidas atmosféricos,prometiendo “una neblina atmosférica ligera en todo un espacio interior que inactiva virus envueltos, como por ejemplo el novedoso coronavirus, en superficies duras no porosas y en el aire”.

Según la EPA, el producto ‘Grignard Pure’ tiene la capacidad de “permear y matar… . más del 98 por ciento de las partículas [del virus] COVID-19.” La dispersión de ‘Grignard Pure’ se propone “a través del sistema de climatización de un edificio, o utilizando máquinas convencionales de neblina/niebla que se despliegan típicamente en lugares de entretenimiento y en espacios para entrenamiento contra incendios”. [virus]

En un ejemplo de la puerta giratoria entre los funcionarios reguladores y la industria, un veterano de cuatro décadas de regulación de pesticidas de la EPA es ahora uno de los principales consultores de Grignard, lo que ayuda a la compañía a comercializar el fluido anti-COVID como la solución a un “desafío crítico”.

Mientras tanto, el administrador saliente de la EPA, Andrew Wheeler, promocionaba a ‘Grignard Pur’e como una herramienta “primera de su tipo” para “ayudar a combatir la propagación del nuevo coronavirus”, prometiendo en el comunicado de prensa de la agencia que “no hay mayor prioridad para la EPA que proteger la salud y la seguridad de los estadounidenses”.

Irritante para el sistema respiratorio

El visto bueno de emergencia de la EPA permite a Georgia y Tennessee esparcir ‘Grignard Pure’ continuamente en “salas de descanso, vestuarios, baños, vestíbulos, ascensores, áreas para comer y áreas de preparación de alimentos” en instalaciones gubernamentales, de atención médica y de procesamiento de alimentos, así como en transporte intraestatal, o sea, en cualquier lugar “donde las personas estén llevando a cabo actividades consideradas esenciales por el estado”.

La EPA respaldó el uso de emergencia del producto en áreas de preparación de alimentos y en espacios para comer a pesar de las advertencias en la hoja de datos de seguridad de trietilenoglicol que recomiendan no almacenar TEG “cerca de alimentos, productos alimenticios o suministros de agua potable”.

¿Realizó la EPA una evaluación objetiva de los beneficios frente a los riesgos? El comunicado de prensa de la agencia no dice, ni incluye ninguna advertencia que no sea una declaración de una frase que dice: “TEG puede ser un irritante para las poblaciones sensibles”. (En Canadá, las directrices para la industria de espectáculos en vivo, por otro lado, especifican que las personas de alto riesgo, como los niños, las mujeres embarazadas y las personas con asma o enfermedades graves, deben evitar la exposición).

Pero si la EPA no está preocupada por los efectos conocidos a corto plazo de la exposición a fluidos que contienen glicol (incluidos síntomas que se parecen mucho al COVID) o el potencial de causar daño a largo plazo, el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI) es mucho más directo sobre los riesgos. Refiriéndose a las máquinas antiniebla dependientes del glicol, la ACAAI afirma:

“En las personas con asma e hiper-reactividad de las vías respiratorias, el efecto irritante de la exposición a corto plazo a máquinas antiniebla a base de agua, particularmente cuando se utiliza el glicol químico, podría desencadenar síntomas agudos de asma, como tos, sibilancias, opresión en el pecho y dificultad para respirar. Incluso en una persona sin asma, la exposición a corto plazo a máquinas antiniebla que contienen glicol puede estar asociada con dolores de cabeza, mareos, somnolencia e irritación ocular. La exposición prolongada a esta sustancia en una persona con asma podría desencadenar dificultad respiratoria aún más grave y podría causar síntomas bronquiáticos incluso en personas sin asma. La exposición prolongada al humo y la niebla también puede dar lugar a síntomas en las vías respiratorias superiores y la voz, mientras que la exposición prolongada (multianual) … se ha asociado con problemas de salud respiratoria a corto y largo plazo.”

De forma confusa, la ficha de datos de seguridad de TEG advierte que “las exposiciones excesivas repetidas a aerosoles pueden causar irritación de las vías respiratorias e incluso la muerte”, a la vez que notifica que no hay “ninguna información relevante encontrada” relacionada con la toxicidad respiratoria. Esto puede deberse a que la mayoría de los estudios de toxicidad de TEG se han centrado en exposiciones orales o dérmicas, en lugar de inhalación, y principalmente han estudiado las variables reproductivas o la carcinogenicidad.

La EPA, sin duda, es consciente de que las exposiciones por inhalación pueden producir resultados diferentes a los ocurridos en las vías de administración orales o dérmicas. Un estudio de 2007 de toxicología TEG , aunque se basa en las suposiciones ahora obsoletas de que “la exposición al aerosol no es un modo de exposición habitual” y que la exposición al TEG es “principalmente ocupacional”, concluyó que “las exposiciones repetidas a un aerosol TEG pueden resultar en irritación de las vías respiratorias, con tos, dificultad para respirar y opresión del pecho”.

Otro estudio realizado en 2019 informó que las ratas expuestas a una combinación de aerosol de TEG y un desinfectante (cloruro de benzalconio) durante dos semanas mostraron síntomas respiratorios graves, así como “ulceración significativa y necrosis degenerativa … en las cavidades nasales.”

Un estudio en ratones encontró que los ratones expuestos a “aerosoles respirables” de TEG también manifestaron una serie de “indicaciones inespecíficas de toxicidad”, incluyendo irritación, desequilibrio de líquidos, disfunción hepática y disminución del peso corporal, junto con “mortalidad inexplicable” en ratones hembra dos o tres días después de la exposición a la mayor concentración de TEG.

¿Y qué hay de las nanopartículas?

En septiembre de 2020, investigadores brasileños publicaron una extensa discusión sobre la nanotecnología “para el manejo del virus COVID-19”. Aunque los autores ponen gran entusiasmo en reslatar las aplicaciones anti-COVID actuales y potenciales de la nanotecnología, incluido su uso en desinfectantes, equipos de protección personal, sensores basados en nanotecnología, medicamentos de “actividad mejorada” y vacunas nano-basadas, los autores también reconocieron algunos “cuellos de botella”, o trabas importantes, siendo una de los principales poder garantizar un uso seguro de los nanomateriales.

Una observación clave de los autores brasileños es que la mayoría de los estudios sólo evalúan la biocompatibilidad de nanopartículas in vitro (es decir, en una placa de Petri), en lugar de in vivo (en animales o seres humanos reales). Afirman que sin estudios in vivo de alta calidad, es imposible entender completamente “el comportamiento toxicocinético de las nanopartículas en el cuerpo, especialmente en cuanto a la exposición a largo plazo”.

Elaborando la idea, los investigadores brasileños dijeron: “Debido a las interacciones multifacéticas entre nanomateriales y sistemas biológicos (in vivo), es muy difícil prever el comportamiento de estos materiales en condiciones fisiológicas”, particularmente teniendo en cuenta que “el destino y el comportamiento de los nanomateriales en el cuerpo pueden … cambiar cuando llegan a la circulación sanguínea”

Estas interacciones— críticas para la producción de eventos adversos— son, hasta ahora, poco entendidas.

En lo que respecta a los científicos en el floreciente campo de la nanotecnología, el cielo es el límite para las aplicaciones nanotecnológicas. Sin embargo, estos mismos expertos también admiten libremente que las nanopartículas tienen efectos tóxicos que son “un fuerte factor limitante” que dificulta su uso más amplio:

“El pequeño tamaño de las NPs [nanoparticles] les permite … ser transportadas por el torrente sanguíneo y la corriente linfática a diferentes órganos y tejidos, incluyendo el cerebro, corazón, hígado, riñones, bazo, médula ósea, y el sistema nervioso … Experimentos que modelan los efectos tóxicos de las NPs en el cuerpo han demostrado que las NPs causan trombosis … , inflamación de las vías respiratorias superiores e inferiores, trastornos neurodegenerativos, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, y otros trastornos. Tenga en cuenta que los NPs pueden entrar no sólo en órganos, tejidos y células, sino también… . . en las mitocondrias y núcleos; esto puede alterar drásticamente el metabolismo celular y causar lesiones de ADN, mutaciones y muerte celular.”

Preguntas sin respuesta

TEG no es una sustancia nueva. A finales de la década de 1940 y principios de la década de 1950, por ejemplo, los médicos que trabajaban en salas de hospitales infantiles exploraron el uso de vapores de trietilenoglicol como “un método de desinfectar el aire en espacios cerrados y fuertemente contaminados”.

Al informar sobre los decepcionantes resultados de un estudio,que consideró que el TEG era ineficaz para prevenir la transmisión aérea, los médicos concluyeron que la vaporización del glicol en los edificios públicos “aún no estaba lista para uso general”.

Gracias a los desarrollos del siglo XXI en química de polímeros y nanotecnología, TEG ha dado la vuelta en forma de ‘Grignard Pure’, aunque este último probablemente tiene escaso parecido con los vapores TEG utilizados en la década de 1950.

Desafortunadamente para los residentes de Georgia y Tennessee que están a punto de estar continuamente expuestos a ‘Grignard Pure’ (con Nevada que posiblemente va a ser el siguiente en la fila debido a la fuerte presión de los empresarios de Las Vegas), ni Grignard ni la EPA están abordando los espinosos problemas de seguridad de la posible reactividad cruzada TEG-PEG, la acumulación tóxica de nanopartículas en el cuerpo o la toxicidad sinérgica de las interacciones TEG-nanopartículas.

No está claro si la EPA brindó una oportunidad para hacer comentarios públicos antes de apresurarse a aprobar ‘Grignard Pure’. A pesar de todo, los ciudadanos preocupados tal vez deseen hacerle a la agencia algunas preguntas puntuales sobre qué datos de seguridad tuvieron en cuenta o no en su decisión y cómo la agencia planea proteger la salud y la seguridad de los estadounidenses.

ACTUALIZADO: Este artículo fue actualizada para reflejar que ‘Grignard Pure’ ha sido aprobado para su uso en edificios gubernamentales. El artículo decía previamente que el producto fue aprobado para su uso en las escuelas.