El director de los Institutos Nacionales de Salud, el Dr. Francis Collins, dijo el domingo que cree que Estados Unidos debería adoptar más mandatos de vacunación contra el COVID. Collins elogió a las empresas por exigir las vacunas.

“Me alegra ver que el presidente insiste en que sigamos adelante exigiendo la vacunación o, si la gente no está dispuesta a hacerlo, que se hagan pruebas periódicas al menos una o dos veces por semana, lo que será muy incómodo”, dijo Collins al presentador de “This Week” de la ABC, George Stephanopoulos.

Cuando se le preguntó si era el momento de aplicar más normativa de vacunas COVID obligatorias, Collins dijo: “Sí, creo que debemos utilizar todas las herramientas de salud pública que podamos cuando la gente está muriendo. Las tasas de mortalidad están volviendo a aumentar”.

“Eso fue lo más parecido a un sí que se puede conseguir”, dijo Stephanopoulos. “Está claro que usted cree que los mandatos de vacunación podrían marcar la diferencia”.

“Entiendo que a veces eso puede desencadenar todo tipo de resistencias”, dijo Collins. “¿Pero no es una pena?”

Collins también se dirigió directamente a los escépticos de las vacunas:

“Si está usted entre dos aguas, decídase. … Súbase la manga. Forme parte del equipo ganador”.

¿Llegarán pronto los mandatos de vacunación a las escuelas?

El Dr. Peter Hotez, vacunólogo y decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine, ha declaradoa la CNN hoy que cree que mandatos de vacunación para los adolescentes de 12 a 17 años pueden ser necesarios al comenzar el curso escolar.

Hotez, un abierto defensor de las vacunas, dijo que no será suficiente con tener mandatos de mascarilla en las escuelas. “Necesitamos que se vacune a todos los adolescentes, y realmente tenemos que avanzar hacia la obligatoriedad de la vacuna para los adolescentes de 12 a 17 años en las escuelas”, dijo.

Según Hotez, en algunos estados, sólo una cuarta parte de la población adolescente está vacunada, por lo que serán necesarias mascarillas y un aumento de las tasas de vacunación entre los estudiantes para contener la propagación en la escuela.

“Si queremos luchar por la oportunidad de tener un año escolar que llegue a buen término, vamos a necesitar que todos los que son elegibles para la vacuna se vacunen y que todos se pongan la mascarilla”, dijo Hotez.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades(“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés), en comparación con los adultos, los niños y adolescentes infectados por el SARS-CoV-2 suelen ser asintomáticos (nunca desarrollan síntomas) o tienen síntomas leves e inespecíficos, y es menos probable que desarrollen una enfermedad grave o mueran a causa del COVID.

Las tasas de resultados graves (por ejemplo, hospitalización, mortalidad) de COVID entre los niños y adolescentes son bajas. Entre los niños que acaban hospitalizados o ingresados en la UCI, es común que se notifiquen condiciones médicas subyacentes.

Hasta el 7 de julio, había 271 muertes por COVID entre niños de 5 a 17 años, y 120 muertes entre niños de 0 a 4 años notificadas al Centro Nacional de Estadísticas de Salud.

Según los CDC, las tasas de hospitalización de adolescentes en el grupo de edad de 12 a 17 años fueron de 2,1 por 100.000 a principios de enero de 2021, y de 1,3 por 100.000 en abril. De las 204 hospitalizaciones evaluadas por los CDC desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 24 de abril de 2021, no se produjo ninguna muerte.

Los datos de los CDC también mostraron que la tasa de mortalidad entre los niños de 0 a 17 años que contraen COVID y son hospitalizados posteriormente es del 0,7%, y que muchos de ellos experimentan síntomas leves o no presentan ningún síntoma. La tasa de mortalidad por COVID en todas las categorías de edad de los adolescentes es inferior al 0,1%, según los CDC.

Como informó “The Defender”, dos artículos publicados el 19 de mayo en la revista “Hospital Pediatrics” descubrieron que las hospitalizaciones pediátricas por COVID estaban sobre contabilizadas en al menos un 40%, lo que conlleva posibles implicaciones para las cifras nacionales utilizadas para justificar la vacunación de los niños.

Algunos médicos y científicos se oponen a vacunar a los niños contra el COVID porque creen que los datos y la investigación científica demuestran que los riesgos de las vacunas son mayores que los beneficios para ese grupo de edad.

En junio, un grupo de 40 médicos dijo a los reguladores de medicamentos del Reino Unido que vacunar a los niños es “irresponsable, poco ético e innecesario”.

En una carta abierta dirigida a la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios, el grupo afirma que ningún menor de 18 años debería ser vacunado contra el COVID porque las pruebas demuestran que el virus no supone casi ningún riesgo para los niños sanos. Los autores de la carta dijeron que el riesgo de muerte por COVID en niños sanos es de 1 entre 1,25 millones.

El mes pasado, Doctors for COVID Ethics (Médicos por la Ética de COVID), una alianza internacional con sede en Europa formada por cientos de médicos y científicos preocupados por el tema, presentó pruebas periciales ante el Tribunal General de las Comunidad Europea como parte de una demanda que cuestiona la decisión de la Agencia Europea del Medicamento de finales de mayo de ampliar el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer para niños de 12 a 15 años.

Según los últimos datos del Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas de los CDC, se han notificado un total de 15.741 efectos adversos entre los adolescentes de 12 a 17 años, incluidos 947 calificados como graves y 18 muertes notificadas.

Los no vacunados pronto podrían sufrir recargos mensuales por parte de los empresarios

La mayoría de las empresas siguen absteniéndose de imponer obligaciones debido a los posibles problemas de relaciones con los empleados que podría provocar esta medida, pero muchas empresas han tomado medidas adicionales para aumentar los niveles de vacunación ofreciendo incentivos, algunos positivos y otros punitivos.

Por ejemplo, algunos empleadores están considerando la posibilidad de añadir un recargo de 20 a 50 dólares mensuales a sus trabajadores no vacunados, según un grupo consultor de prestaciones sanitarias.

Wade Symons, del grupo de consultoría Mercer, declaró a Forbes el 8 de agosto:

“Los empresarios han intentado animar a los empleados a vacunarse ofreciendo incentivos como tiempo libre pagado y dinero en efectivo, pero con la variante Delta que está provocando un aumento de las infecciones y hospitalizaciones en todo el país -al mismo tiempo que las tasas de vacunación se han estancado-, hemos recibido consultas de al menos 20 empleadores en las últimas semanas que están considerando la posibilidad de añadir recargos en la cobertura sanitaria para los no vacunados como forma de impulsar las tasas de vacunación en su plantilla.”

Mercer no reveló los nombres de las empresas que están trabajando en los recargos, pero dijo que el importe del recargo que se está discutiendo es similar al que los empresarios cobran a los trabajadores que fuman, entre 20 y 50 dólares al mes.

Según el sitio web de la empresa de prestaciones, si un empleado no está vacunado y se contagia de COVID, eso genera mayores costes de siniestralidad, lo que puede repercutir en los resultados de la empresa y significar mayores cotizaciones futuras para otros empleados.

“Más allá de los costes del plan, están los beneficios para la salud pública de unas mayores tasas de vacunación, además de las consideraciones de seguridad en el lugar de trabajo”, escribió Symons. “El enfoque del recargo pretende hacer que los empleados cambien de comportamiento voluntariamente”.

Los agentes de San Francisco amenazan con dimitir por el mandato de las vacunas

Los empresarios que no se deciden a imponer la vacuna pueden estar preocupados por la pérdida de buenos empleados. Según una encuesta reciente, el 18% de los estadounidenses dicen que dejarían su trabajo por los mandatos de vacunas o de mascarillas.

La ciudad de San Francisco es uno de los ejemplos más recientes en los que la pérdida de empleados es una amenaza potencial. El sindicato que representa a los agentes del sheriff de San Francisco dijo el viernes que hasta 160 de sus agentes renunciarán o se jubilarán anticipadamente si se les obliga a ponerse la vacuna COVID, informó Associated Press.

La ciudad emitió el mes pasado un mandato que exige a los empleados de la ciudad que trabajan en las cárceles o en otros entornos considerados de alto riesgo que se vacunen antes del 15 de septiembre, o se arriesgan a perder sus puestos de trabajo.

La Asociación de Agentes de San Francisco dijo en su página de Facebook el viernes que alrededor de 160 de los 600 empleados del sheriff rechazan la vacuna debido a sus creencias religiosas o de otro tipo, y prefieren usar mascarillas o hacerse la prueba semanalmente.

“Si se obliga a los agentes del sheriff a vacunarse, un porcentaje de ellos se jubilará anticipadamente o buscará empleo en otro lugar”, dice el comunicado.

El presidente de la Asociación de Agentes del Sheriff, Ken Lomba, dijo en una entrevista con Fox News que el mandato “está en el lado extremo” y “no será bueno” para la seguridad pública de San Francisco.

El sindicato dijo que el nivel de personal en la oficina del sheriff ya es bajo, y la pérdida de más agentes afectará a la seguridad pública. Pide a la ciudad que siga las directrices estatales, que ofrecen a los empleados la opción de someterse a las pruebas con regularidad.

El departamento de recursos humanos de la ciudad denunció la declaración del sindicato diciendo: “También existe un riesgo indebido e inaceptable para la salud y la seguridad que se impone a la ciudad, a nuestros empleados y al público al que servimos, por aquellos que no están vacunados contra la COVID-19. Las vacunas son seguras, eficaces y están a disposición de nuestros empleados”.

Nancy Crowley, portavoz del departamento del sheriff, dijo que los funcionarios están trabajando con el departamento de recursos humanos para obtener el pleno cumplimiento en la fecha límite.

El Pentágono solicitará el mandato de vacunación de todo el personal militar en activo para mediados de septiembre

Más de una semana después de que el presidente Biden anunciara que los empleados federales tendrían que vacunarse o someterse a pruebas rutinarias, distanciamiento social y mascarillas como condición de empleo, el Departamento de Defensa de EE.UU. siguió con su propio anuncio de que el personal militar deberá ponerse la vacuna COVID antes del 15 de septiembre.

El Pentágono presentó el lunes su plan de mandato de la vacuna COVID, que fue inmediatamente respaldado por el presidente Biden.

En los memorandos distribuidos a todas las tropas, los altos dirigentes del Pentágono dijeron que la vacuna es un paso necesario para mantener la preparación militar.

El Secretario de Defensa, Llyod J. Austin, escribió que “buscaría la aprobación del presidente para hacer que las vacunas sean obligatorias a más tardar a mediados de septiembre, o inmediatamente después” de la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, “lo que ocurra primero”, informó “The Hill”.

Austin añadió que los funcionarios del Pentágono “también vigilarán de cerca las tasas de infección”, actualmente en aumento debido a la variante Delta. Si las tasas empiezan a afectar a la preparación militar, “no dudaré en actuar antes o en recomendar un curso diferente al presidente si siento la necesidad de hacerlo”, dijo Austin. “Para defender esta nación, necesitamos un ejército sano y preparado”.

A la nota de Austin le siguió otra del general del ejército Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto.

“El Secretario de Defensa tiene la intención de imponer mandatos de vacunación a todos los miembros del servicio en las próximas semanas”, dijo Milley, añadiendo que los profesionales médicos del ejército recomendaron la medida. Al final de su mensaje, Milley garabateó una nota manuscrita: “Vacunarse contra el COVID-19 es una cuestión clave de protección y preparación de las fuerzas armadas.”