‘The New York Times’ publicó el 1 de septiembre una “guía de vacunas para el otoño“, en la que recomendaba al público en general vacunarse contra la COVID-19, la gripe y el VRS (virus respiratorio sincitial), y a los bebés a partir de 6 meses, contra la COVID-19 este otoño.

Escrita por David Leonhardt, redactor jefe de ‘The Times’, la guía advierte sobre el aumento de los casos de COVID-19 y la proximidad de la temporada de gripe, antes de ofrecer: “La buena noticia es que existen vacunas y tratamientos que reducen los riesgos de todos los principales virus que probablemente circulen esta temporada.”

Según ‘The Times’, “este año deberíamos adoptar un enfoque más amplio”, en lugar de “obsesionarnos con el COVID”.

Peter Hotez, M.D., Ph.D., decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine – descrito por ‘The Times’ como un “experto en vacunas” – se hizo eco de ese llamamiento. “No sólo hay que pensar en COVID”, dijo.

Hotez, Nirav Shah, M.D., J.D., subdirector principal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (“Centers for Disease Control and Prevention”, CDC por sus siglas en inglés), y otros funcionarios de salud pública y expertos citados por ‘The Times’ recomendaron a los estadounidenses prepararse para el próximo otoño e invierno poniéndose el trío de vacunas COVID-19, gripe y VRS.

Sin embargo, ninguno de estos expertos abordó ni uno solo de los posibles riesgos de seguridad que plantean estas vacunas.

Los expertos en medicina y salud pública que hablaron con ‘The Defender’ adoptaron una postura diferente y cuestionaron la guía de ‘The Times’, citando preocupaciones sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra las enfermedades respiratorias.

“Las vacunas contra las enfermedades respiratorias han fracasado estrepitosamente”, afirma el cardiólogo Peter McCullough M.D., MPH. “Estados Unidos desconfía de las vacunas en este momento, quiere seguir con su vida libre de vacunas amenazadoras, y están dispuestos a buscar un tratamiento precoz, que es siempre la mejor manera de manejar las infecciones, vacunados o no.”

La pediatra Dra. Liz Mumper, presidenta y directora ejecutiva del Centro Rimland de Medicina Integrativa, declaró a ‘The Defender’: “No se han realizado estudios que examinen los efectos de administrar al mismo tiempo la vacuna contra el VRS, la vacuna contra la gripe y la vacuna COVID.”

“Si sigue los consejos del artículo de ‘The New York Times’,” dijo Mumper, “tenga en cuenta que su hijo formará parte de la experimentación posterior a la comercialización”.

‘The Times’ sigue impulsando la propaganda de las vacunas

Según ‘The Times’, “las mejores defensas contra el COVID no han cambiado: las vacunas y los tratamientos postinfección”, que son “especialmente importantes para las personas vulnerables, como los ancianos y los inmunodeprimidos”.

El gobierno federal está “en vías” de aprobar a mediados de septiembre las vacunas COVID-19 actualizadas, diseñadas para combatir las variantes recientes, informó ‘The Times’. Una vez que estén disponibles, “todos los adultos deberían plantearse ponerse una vacuna de refuerzo”.

“COVID puede seguir siendo desagradable aunque no te lleve al hospital”, afirma ‘The Times’. “Una vacuna de refuerzo reducirá su potencia”.

Hotez resucitó una afirmación escuchada a menudo durante 2021 y 2022, diciendo a ‘The Times’: “Abrumadoramente, los que están siendo hospitalizados no están vacunados o están subvacunados.”

Los expertos que han hablado con ‘The Defender’ no están de acuerdo.

Harvey Risch, M.D., Ph.D., profesor emérito e investigador científico senior en epidemiología (enfermedades crónicas) en la Escuela de Salud Pública de Yale, citando datos de Salud Pública del Reino Unido, afirmó: “Las muertes por cualquier causa en mayores de 18 años son desproporcionadas entre las personas vacunadas, ya sea con una, dos o tres dosis, en comparación con las no vacunadas”.

“La estadística citada por el Dr. Hotez es falsa”, dijo Risch.

El doctor Brian Hooker, director senior de ciencia e investigación de ‘Children’s Health Defense’ (CHD), afirmó: “La nueva dosis de refuerzo simplemente no se ha probado para confirmar ninguna reivindicación de que aporta protección. Los ensayos originales en niños eran irrisorios, ya que se fijaban en los títulos de anticuerpos y no en la prevención real de la enfermedad.”

McCullough declaró a ‘The Defender’: “Las vacunas COVID-19 han sido una debacle en materia de seguridad, con casos récord de miocarditis, coágulos sanguíneos, derrames cerebrales y mortalidad por todas las causas“.

A pesar de los informes sobre daños y mortalidad y de que ‘The Times admite’ que el riesgo de COVID-19 para los niños pequeños es “muy bajo”, Shah recomendó no obstante que a los niños a partir de 6 meses de edad se les administrasen las vacunas de refuerzo de COVID-19 este otoño.

“¿Quieres ver a tu abuelo … [y a tu] abuela?” preguntó Shah en ‘The Times’. “¿De verdad estás seguro de que no vas a contagiarles la COVID?”.

Los expertos que hablaron con ‘The Defender’ refutaron el consejo de Shah.

El Dr. Pierre Kory, presidente y director médico de la Alianza de Cuidados Críticos de Primera Línea contra la COVID-19 (“Front Line COVID-19 Critical Care Alliance”, FLCCC por sus siglas en inglés), afirmó que “no hay justificación médica para que un niño sano de 6 meses o más sea vacunado contra la COVID-19”, y añadió:

“Hay tan pocos datos disponibles sobre la seguridad de la vacuna COVID-19 en niños que dar recomendaciones generales como está haciendo Shah crea un riesgo innecesario para la salud de los niños.

“Sencillamente, no sabemos lo suficiente sobre las vacunas contra la COVID-19 como para hacer recomendaciones tan amplias. Además, la COVID-19 es altamente tratable en niños y plantea muy poco riesgo para un niño sano.”

Mumper declaró a ‘The Defender’: “Cualquier funcionario que defienda que los niños se vacunen para proteger a los abuelos no ha leído detenidamente la literatura médica.” Después de profundizar en los riesgos y beneficios de las vacunas COVID en niños, sigo oponiéndome firmemente a su uso entre niños sanos”, añadió:

“Cualquier inmunidad de las vacunas COVID es de corta duración y le sigue un periodo de inmunosupresión. En la literatura médica están bien descritos efectos adversos muy preocupantes como la inflamación del corazón, el desencadenamiento de la autoinmunidad, la interferencia con las funciones autonómicas y la toxicidad reproductiva.”

No todos los países siguen el ejemplo

Algunos países empezaron a limitar la vacunación infantil contra COVID-19 el año pasado. En abril de 2022, Dinamarca puso fin a su recomendación general de vacunación contra COVID-19, incluso para los niños.

Ahora, Dinamarca recomienda la “vacunación de refuerzo” sólo para las personas “mayores de 50 años y grupos seleccionados”.

A principios de 2022, las autoridades de salud pública de Suecia y Noruega optaron por no recomendar las vacunas COVID-19 para los niños de entre 5 y 11 años.

Suecia recomienda ahora la vacunación contra COVID-19 sólo a partir de los 50 años (a partir de los 18 para los grupos de alto riesgo), mientras que Noruega sigue recomendando la vacunación contra COVID-19 sólo a partir de los 65 años (y a partir de los 5 para los grupos de alto riesgo).

En marzo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que los niños y adolescentes sanos de entre 6 meses y 17 años tienen una “baja carga de morbilidad” y, por tanto, son poco prioritarios para la vacunación.

En junio, las autoridades sanitarias australianas declararon que la vacuna COVID-19 de Moderna “ya no está disponible” para niños menores de 12 años, y en enero, las autoridades sanitarias del Reino Unido pusieron fin a su programa de dosis de refuerzo para menores de 50 años.

Las recomendaciones sobre la vacuna COVID “no son ciencia, ni medicina, ni salud pública”

La Dra. Meryl Nass,, internista y miembro del comité científico asesor de CHD, declaró a ‘The Defender’ que, aunque las autoridades de salud pública y los medios de comunicación siguen recomendando las vacunas COVID-19, ninguna de ellas ha sido plenamente autorizada en EE.UU., ya que todas las vacunas de este tipo sólo están disponibles en virtud de la Autorización de Uso Urgente (“Emergency Use Authorization”, EUA por sus siglas en inglés).

En mayo de 2022, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (“Food and Drug Administration”, FDA por sus siglas en inglés) declaró que las vacunas COVID-19 para niños menores de 6 años no tendrían que alcanzar el umbral de eficacia del 50% exigido por la agencia para obtener una EUA.

Los datos de los CDC publicados en septiembre de 2022 mostraron que más del 55% de los niños de entre 6 meses y 2 años tuvieron una “reacción sistémica” tras su primera dosis de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna COVID-19.

“Los CDC, criminalmente, afirman que las vacunas (autorizadas) son ‘seguras y eficaces’,” dijo Nass, y añadió:

“Se trata de un término técnico que sólo está permitido utilizar para vacunas y medicamentos autorizados. No existe ninguna vacuna COVID-19 autorizada en EE.UU. Se supone que la salud pública debe equilibrar beneficios y riesgos.

“Esto no es ciencia. No es medicina. No es salud pública”.

Las vacunas contra la gripe han demostrado una “eficacia decreciente”

Según ‘The Times’, “la medida más inmediata que merece la pena considerar es el R.S.V.”. El 5 de septiembre, los CDC emitieron un aviso sanitario en el que advertían del aumento de casos de VSR en algunas partes de EE.UU., sobre todo entre niños y bebés.

El mes pasado, los CDC aprobaron la primera vacuna de anticuerpos monoclonales Beyfortus para la prevención del VRS en bebés de hasta 8 meses.

También el mes pasado, la FDA aprobó una vacuna contra el VRS para mujeres embarazadas, a pesar de las preocupaciones planteadas por algunos expertos médicos sobre los nacimientos prematuros detectados durante los ensayos clínicos. En mayo, la FDA aprobó las vacunas Abrysvo de Pfizer y Arexvy RSV de GlaxoSmithKline para personas de 60 años o más.

‘The Times’ citó a Ashish Jha, M.D., MPH, antiguo asesor COVID-19 de la Casa Blanca y ahora decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown, quien afirmó: “Si tienes 60 años o más, no te conviene llegar a noviembre sin haberte vacunado contra el VRS.”

Y aunque no hay ninguna vacuna contra el VRS aprobada para su administración a niños, ‘The Times’ afirma que “los padres pueden querer preguntar a su pediatra” sobre el tratamiento con anticuerpos monoclonales para niños menores de 8 meses.

Según Hooker, “la vacuna contra el VRS administrada a mujeres embarazadas ni siquiera pudo alcanzar el umbral del 20% de protección (especificado por la FDA) contra la infección respiratoria inferior por VRS.”

En apoyo de la campaña en favor de la vacuna contra la gripe, ‘The Times’ y expertos como Jha afirman que “la gripe mata oficialmente a unos 35.000 estadounidenses en un año normal”, pero “el número de víctimas de la gripe sería menor si más gente se vacunara”, y señalan que “en los últimos años, menos de la mitad de los estadounidenses lo han hecho”.

Jha añadió: “Subestimamos el impacto que tienen los virus respiratorios en nuestra población. La gripe puede dejar baldada a la gente durante semanas, incluso a los más jóvenes”. Jha señaló que la gripe también puede hacer más frecuentes los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Kory, sin embargo, declaró a ‘The Defender’ que las vacunas COVID-19 han hecho a la gente más susceptible a otras enfermedades respiratorias, como la gripe y el VRS:

“En mi consulta, tratamos a muchos pacientes lesionados por vacunas que ahora son más susceptibles a la gripe, el VRS y muchos otros virus. Las vacunas COVID hacen que muchos se presenten como si tuvieran una enfermedad autoinmune y ahora responden con síntomas más graves a virus comunes como la gripe.”

Risch, por su parte, dijo que “las vacunas tradicionales contra la gripe se consideran seguras para la mayoría de las personas” y pueden ser una opción “razonable” para ellas, pero “esto debe ser analizado con el proveedor de atención médica de cada uno.”

“Las vacunas contra la gripe parecen haber tenido un beneficio decreciente en los últimos 10-15 años, hasta el punto de que ahora pueden conferir sólo un 30% de beneficio”, añadió Risch.

Y según Hooker, “la vacuna de la gripe también es notoriamente mala en la protección contra la gripe y hay muy pocos datos con respecto a la eficacia de la vacuna de la gripe de esta temporada.”

Mensajes sanitarios “ridículos”

La recomendación de Shah de que los niños a partir de 6 meses se vacunen contra la COVID-19 este otoño sigue una larga serie de consejos y afirmaciones cuestionables difundidos por funcionarios de salud pública, algunos de los cuales fueron desmentidos posteriormente.

En una de mayo de 2021 entrevista concedida a la MSNBC, el Dr. Anthony Fauci, entonces director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (“National Institute of Allergy and Infectious Disease”, NIAID por sus siglas en inglés), declaró:

“Aunque a uno no le gusta ver fallos de la vacunación, lo cierto es que este es uno de los aspectos alentadores sobre la eficacia de la vacuna. Te protege completamente contra la infección. Si te infectas, lo más probable es que no tengas síntomas, y lo más probable es que no puedas transmitirla a otras personas.”

Sin embargo, las declaraciones de Fauci no tuvieron en cuenta los numerosos ejemplos de infecciones por fallos de la vacunación con síntomas graves y hospitalización.

Tras años de afirmaciones oficiales de “seguridad y eficacia”, en la nueva normativa de “información médica errónea” de YouTube, introducida el 15 de agosto, se prohíben las “afirmaciones de que cualquier vacuna es un método de prevención garantizado para el COVID-19”. Los vídeos de Fauci de 2021, en particular, siguen colgados en YouTube.

En abril de 2020, Fauci afirmó que remdesivir se convertirá en el “tratamiento estándar” para tratar el COVID-19. Pero numerosas víctimas de los protocolos hospitalarios de COVID-19 prescritos por los CDC se han presentado en los últimos meses alegando que el remdesivir se administró sin permiso de los pacientes o sus familias y contribuyó a que se produjeran más daños o muertes.

Del mismo modo, la ex directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo en marzo de 2021 “Nuestros datos de hoy de los CDC sugieren … que las personas vacunadas no portan el virus, no enferman … no pueden transmitirlo a otros”. Se reafirmó en estas declaraciones durante una audiencia del Subcomité Selecto de la Cámara de Representantessobre la Pandemia de Coronavirus en junio, afirmando que su declaración “era exacta en términos generales”.

Hooker afirmó que estas afirmaciones eran “evidentemente falsas, ya que las vacunas distribuidas en EE.UU. en aquella época [en 2021] no se habían sometido a pruebas de transmisión y había pruebas de infecciones “por fallos de la vacunación” incluso en los ensayos clínicos”. [in 2021]

“Esto impide cualquier protección para los ‘abuelos’ mediante la vacunación de los niños contra COVID-19”, añadió Hooker.

También en 2021, Walensky recomendó llevar pantimedias sobre la mascarilla para garantizar un ajuste ceñido.

Nass calificó este tipo de mensajes de salud pública de “ridículos”, y señaló que la recomendación de Walensky sobre las pantimedias “desapareció rápidamente” porque “tenía connotaciones que los CDC no estaban dispuestos a abordar.”

Kory criticó la guía de vacunas de otoño de ‘The Times’, calificándola de ejemplo de “desinformación”.

“‘The New York Times’ se hace eco de la desinformación que sigue proviniendo de los CDC y otras agencias sanitarias gubernamentales”, afirmó. “Esta es una de las razones por las que el público sigue perdiendo la confianza en los medios de comunicación y en nuestro gobierno”.

Como resultado, los responsables de la sanidad pública “se burlan de cómo se utilizan las pruebas médicas y científicas para fundamentar las decisiones sobre la atención a los pacientes y la política de salud pública”, afirmó Kory.

Otros expertos que hablaron con ‘The Defender’ sugirieron tomar vitaminas para reforzar el sistema inmunitario, en lugar de una serie de vacunas.

“Para que el sistema inmunitario se defienda contra los virus respiratorios, todas las personas deben tomar vitamina D a diario para alcanzar niveles sanguíneos iguales o superiores a 50”, señaló Risch. “Esto suele ser 5.000 unidades al día para una persona de 150 libras (alrededor de 70kg), pero puede ajustarse hacia arriba o hacia abajo según el peso corporal”.

“Las infecciones graves por VRS suelen darse sólo entre los más jóvenes y los ancianos. Las personas de estas categorías deberían hablarlo con sus médicos”, añadió.