En el marco de la Cumbre Mundial de Gobiernos (“World Government Summit”, WGS por sus siglas en inglés) celebrada la semana pasada en Dubai, los organizadores de la conferencia presentaron la iniciativa “Gobierno en 2071”, una hoja de ruta para que los gobiernos interactúen con “los ciudadanos y las partes interesadas” en un futuro que cambia drásticamente, marcado por la automatización, la robótica y el cambio climático.

Convocada del 13 al 15 de febrero bajo el lema “Forjando los Gobiernos del Futuro“, la WGS reunió a figuras mundiales clave para debatir el futuro del mundo en un formato similar al de la reciente reunión anual del Foro Económico Mundial (FEM).

Mientras Elon Musk y Klaus Schwab -que ofrecieron visiones opuestas del futuro en el evento- dominaban la cobertura mediática, la WGS ha publicado su propio conjunto de predicciones distópicas para el futuro en su “Gobierno en 2071: Guía” (“Government in 2071: Guidebook”).

La guía predice que el cambio climático catastrófico, las migraciones masivas, los despidos masivos debidos a la automatización, el consiguiente malestar social y la fusión de los seres humanos y la tecnología definirán los próximos 50 años.

Presenta esta visión como el “mejor escenario posible” para 2071.

2071: Cambio climático catastrófico, desempleo masivo, malestar social y humanos como cyborgs.

El informe “El Gobierno en 2071” ofrece un amplio conjunto de predicciones sobre cómo será la transición del mundo en las próximas décadas, hasta el año 2071.

El informe fue creado originalmente en 2018 por los convocantes de la cumbre, pero permaneció en gran medida bajo el radar hasta este año, cuando su visión -que refleja de cerca las ideas planteadas por el FEM- ha ganado más tracción generalizada.

Las charlas de este año reflejaron a menudo la visión esbozada en el informe.

WGS describió así la iniciativa 2071:

“Gobierno en 2071” es una iniciativa lanzada por la Cumbre Mundial de Gobiernos con la visión de preparar a los gobiernos para el futuro. Con el año 2071 como objetivo para las conclusiones, se recogieron las megatendencias sociales y tecnológicas. Las megatendencias previstas ponen de relieve los posibles cambios en la vida de los ciudadanos y en el funcionamiento y la gobernanza de las sociedades.

“Estas conclusiones se recopilaron para formar una guía destinada a orientar a los gobiernos hacia un futuro mejor preparado. El Gobierno en 2071 no solo ha reorientado las estrategias de los gobiernos, sino también las de las entidades privadas y las startups.”

El informe divide el futuro en tres eras: la Era de la Conectividad Digital (2018-2030), la Nueva Era de la Exploración (2030-2050) y la Era Tecno-Humanitaria (2050-2071).

Pregona que el “gobierno” proporcionará las soluciones a todos los retos previstos para las próximas décadas.

Predice que, en las próximas décadas, “la inmigración de refugiados climáticos se prevé como un problema crítico que los gobiernos deberán abordar, a menos que el aumento del nivel del agua y la desertificación se solucionen con grandes y oportunos avances en innovación”.

“Las leyes y normativas del sector tendrán que adaptarse a la IA [inteligencia artificial],” predice, mientras que “surgirán corporaciones mixtas con ánimo de lucro/público-privadas”, que “trabajarán estrechamente a través de empresas conjuntas y asociaciones con empresas líderes para crear ciudades inteligentes y mejorar las funciones gubernamentales.”

Como resultado de estas asociaciones, “las coaliciones de representantes no estatales adquirirán mayor importancia en la configuración de los resultados políticos”, mientras que existirá un “Ministerio del Futuro” singular “para garantizar que las decisiones y orientaciones se basen en una planificación a largo plazo y evitar las presiones cortoplacistas de los líderes recién elegidos”, afirma el informe.

Esto refleja la retórica propugnada por el Secretario General de la ONU, António Guterres, en la reunión de la WGS de este año, donde afirmó: “Debemos evitar la formulación de políticas a corto plazo que retrasen la asunción de las grandes pruebas a las que nos enfrentamos”.

El informe también predice que una “mano de obra cada vez más desplazada” estará “en transición hacia nuevas funciones”, mientras que “la transformación del empleo/ingreso universal será un área clave en la que el gobierno tendrá que [proporcionar] apoyo”, “proporcionando acceso al apoyo financiero y a un ingreso básico como red de seguridad social”.

También prevé cambios radicales en la educación. “La reforma de la educación nueva y normal será integral a medida que el énfasis se desplace de la educación temprana e inicial a la educación continua y la adaptabilidad”, y la inscripción escolar “gradualmente… se volverá menos importante” ya que “es probable que los niños alcancen la inteligencia de otras maneras que no sean asistiendo a la escuela a tiempo completo.”

Los gobiernos “tendrán que incorporar tecnologías avanzadas en sus propias operaciones para seguir siendo eficaces, y se necesitarán nuevas soluciones para las ciudades avanzadas”, que el informe prevé que sean “ciudades adaptativas y predictivas” debido a “avances en IA, computación cuántica, IoE [‘Internet of everything’, Internet de todo] y sistemas sensibles”.

La sanidad no quedará al margen de esta transformación. “La atención sanitaria preventiva avanzada será cada vez más prioritaria a medida que se impongan los implantes médicos y métodos de detección más rápidos, y que el aumento y envejecimiento de la población exija una gestión más ajustada de los costes sanitarios”, según el informe.

“La IA/robótica se incorporará a las prácticas sanitarias”, mientras que las métricas relacionadas con la salud pueden incluir “el porcentaje de población con herramientas/implantes AR [realidad aumentada]”, dice.

Todo esto ocurrirá, según el informe, en un contexto de grave cambio climático, como consecuencia del cual “los gobiernos tendrán que crear recursos específicos, respaldados por medidas políticas rígidas, para garantizar que el aumento de la temperatura se limite a 2⁰C o menos”.

El informe incluía proyecciones separadas para cada una de las tres “eras” venideras, presentando muchas de estas predicciones en forma de relatos “en primera persona” de hipotéticos ciudadanos de estas sociedades futuras, entre ellos un estudiante de 20 años, parejas jóvenes con y sin hijos y una pareja de “ancianos”.

La era de la conectividad digital

Para la Era de la Conectividad Digital, el informe predice el crecimiento de las tecnologías IoE, AR y VR (realidad virtual), la llegada de las “granjas flotantes”, las “misiones de minería espacial” y las “naves eco solares”, el crecimiento de los “refugiados climáticos” y la “gig economy”, y el “aumento del malestar social y cívico” como consecuencia del “desempleo [y] el colapso financiero”.

Un hipotético estudiante de 20 años en 2030 tomaría la mayoría de las clases universitarias a través de “RV con profesores humanos y asistentes de IA” y le “preocuparía que la predicción de delitos a través de análisis de IA pudiera perfilar a personas inocentes”, un concepto infamemente retratado en la película de 2002 “Minority Report.”

Una hipotética “pareja con hijos” “trabajaría para una empresa de minería espacial – principalmente desde casa para pasar más tiempo con los niños”, y se comunicaría con los médicos “a través de texto y chatbots.” “Blockchain y AI” se utilizarían “para minar nuestros registros de pacientes por adelantado”.

Una hipotética “pareja sin hijos” “trabajaría en el ejército con supersoldados” y “tendría una casa en una zona de alto riesgo de inundaciones”.

Puede que les haga ilusión recibir “un mensaje de texto diciéndome que mi carné se renueva automáticamente”, ya que “el gobierno comprueba mi identidad, mi visión, mi conducción y mis antecedentes de residencia y toma la decisión sin que yo tenga que ir a la oficina física a solicitarlo”.

Una hipotética “pareja de ancianos” durante esta era estaría “activamente comprometida en la cocreación de soluciones sociales con el gobierno”, que les proporcionaría “un servicio de coche autoconducido” para llevarles al centro comunitario, mientras que sus “frascos de recetas” les recordarían tomar sus pastillas y las “píldoras inteligentes” darían a su médico “un flujo interminable de información” sobre cómo responde su cuerpo al tratamiento.

La nueva era de la exploración

Según el informe, la Nueva Era de la Exploración “estará marcada por el aumento de la capacidad humana y las tecnologías de IA, así como por la exploración espacial”, lo que llevaría a la sociedad de un paradigma de “solución de problemas” a otro de “exploración de oportunidades”.

Incluiría un “sector turístico cercano al espacio, minería espacial, edificios con jardines, asentamientos flotantes y relaciones con robots”.

El informe también predice que serán habituales las “ciudades conscientes” autorreguladas, la renta básica universal, el aumento de los impuestos de sociedades, las “energías renovables mayoritarias” y la “pérdida de empleos impulsada por la automatización”.

Estas pérdidas de empleo podrían provocar “un aumento del malestar social y cívico”.

También prevé “más migraciones forzosas” y “presiones urbanísticas” debido a la subida del nivel del mar y las catástrofes naturales”.

Dice que habrá un “continuo aumento de la asistencia sanitaria DIY [hágalo usted mismo]”, “ciudades con energía 100% renovable”, “cada vez más amistades con robots” y una “economía de suscripción” en la que “la gente posee menos y tiene más experiencias”.

El hipotético veinteañero de esta época, virtual graduado de la Ivy League, estaría preocupado por “el creciente malestar civil debido a la enorme automatización del trabajo”.

Pueden decir cosas como: “Anoche hubo disturbios en el centro de nuestra ciudad. Algunos grupos se reunieron para protestar contra la enorme automatización del empleo. Las cosas se pusieron bastante hostiles”.

Este hipotético veinteañero también podría estar preocupado por un “ataque bioterrorista“, comentando: “¡Fue tan triste cuando nos enteramos de que el ataque bioterrorista… acabó con 33 millones de personas!”.

También podrían expresar su preocupación por la “gran brecha de desigualdad de ingresos entre los mega barrios marginales y las familias de ingresos medios en algunas partes del mundo”.

A una hipotética pareja de esta época podría preocuparle la desigualdad entre los que pueden y los que no pueden permitirse “implantes cerebrales”.

“Los ciudadanos de a pie están empezando a convertirse en cíborgs, permitiéndose implantes cerebrales, pero sigue siendo para los ricos o para gente con altos cargos. Sigue siendo caro, pero está provocando un gran vacío educativo en la megainteligencia”, podrían decir.

El “turismo cercano al espacio” “haría furor” en esta época, según el informe, pero se necesitarían “requisitos gubernamentales” para viajar.

Una hipotética “pareja con hijos” en esta época estaría “recientemente sin trabajo y pensando en montar un negocio de consultoría de minería espacial”.

La pareja estaría encantada de tener “un pod sanitario en casa donde poder enviar muestras a nuestro médico” y “gafas AR” a las que “el gobierno de nuestra ciudad envía regularmente anuncios… promoviendo la armonía intercultural y la conectividad”.

El informe pronostica muchas parejas sin trabajo:

“Los robots [en esta época] se han hecho cargo de todas las tareas en muchos sectores, por ejemplo, abogados, enfermeros y farmacéuticos. Pero ahora los bienes y servicios son baratos, lo que hace que la vida básica sea barata o gratuita. Tener un trabajo responde más a la pasión por obtener mayores ingresos que a una necesidad básica”.

Una hipotética pareja sin hijos durante esta época probablemente también estaría sin trabajo y preocupada por tener suficiente protección social. Pueden expresar preocupaciones como:

“Cada vez más personas en todo el mundo se convierten en refugiados debido a la subida del nivel del mar y la desertificación.

“¡Algunas ciudades quedaron incluso totalmente sumergidas! Nuestra ciudad está acogiendo a algunas personas y alojándolas en comunidades de islas flotantes impresas en 3D. …

“[Pero] la mayoría de nosotros tenemos un pequeño dispositivo personal superrápido que hace funcionar nuestros hogares, nos transporta, gestiona nuestro estilo de vida, nuestras cuentas bancarias y nuestra educación …

“[Y] nuestro Gobierno destina más presupuesto a la protección social permanente de los desempleados debido a la automatización”.

Uno de ellos podría decir: “Un servicio de vigilancia de la salud basado en IA, aprovechando mi flujo de datos sanitarios de toda la vida, ha predicho que es probable que sufra un infarto en un futuro próximo”, y “los servicios sanitarios del gobierno me han enviado un plan de dieta personalizado sugerido”.

Una hipotética pareja de ancianos de esta época podría esperar una pensión, pero comentar: “El gobierno ha retrasado la edad de jubilación, y no estamos contentos con ello”.

También podrían observar que “los robots forman parte cada vez más del proceso de toma de decisiones en el Senado” y que “nuestro Primer Ministro tiene un robot de IA como asesor especial”.

La era tecnohumanitaria

El informe predice que la Era Tecno-Humanitaria estará “marcada por un cambio en los esfuerzos de innovación y las prioridades globales hacia la redefinición y potenciación de una nueva humanidad potenciada por la tecnología”.

Estos cambios incluirían “hoteles espaciales y coches voladores” y “ciudades submarinas, y minería espacial de recursos”, pero también estarían marcados por “efectos adversos del cambio climático”, como “la sumersión de ciudades” y “temperaturas insoportables”.

Los residentes de esta era podrían esperar ver ciudades “sensibles”, renta básica universal, “relaciones laborales con IA” y “corporaciones de beneficio compartido”. Para entonces, la mayoría de los empleos que existían en 2018 habrán sido sustituidos por la automatización.

El informe predice que la urbanización en esta era incluirá “nuevas soluciones de vivienda”, como “grandes rascacielos, ciudades en una pirámide, rascacielos terrestres, ciudades flotantes, ciudades submarinas”, junto con “continuas grandes inversiones de financiación hacia esfuerzos de geoingeniería”.

Predice que aumentarán las protecciones sociales porque la IA producirá una mayor desigualdad.

En esta época, “los avances sanitarios habrán curado muchas, si no la mayoría, de las enfermedades del último medio siglo. Sin embargo, habrán surgido nuevas enfermedades debido a los efectos del cambio climático”, afirma.

También predice que más personas tendrán implantes aumentables en el cerebro, “haciéndolos más inteligentes que los humanos”.

En consecuencia, según el informe, “la educación tal y como la conocíamos en las generaciones pasadas debe transformarse totalmente si queremos que siga siendo relevante. Niños y adultos necesitarán formación sobre cómo utilizar sus implantes cerebrales”.

Para 2071, prosigue el informe, “la salud genómica se examinará al nacer” y la partida de nacimiento formará parte de un “registro mundial”. La propiedad de la tierra formará parte de un “registro blockchain global”.

Como informó anteriormente “The Defender”, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y en particular el Objetivo 16.9, exigen la provisión de una identidad legal digital para todos, incluidos los recién nacidos, para 2030.

Las empresas serán la “mayor fuente de financiación de los servicios sociales por diseño”, y los “tribunales de inteligencia artificial” “resolverán los conflictos laborales”, prosigue el informe.

Las “viviendas con conciencia de propietario” serán “registradas por el gobierno y requerirán auditorías y aprobaciones anuales”, mientras que los “Robots/AI” dirigirán los servicios de “policía comunitaria, extinción de incendios [y] paramédico”.

Los “implantes de aumento” también se registrarán y renovarán ante el gobierno, al igual que los viajes espaciales.

Para entonces, un hipotético veinteañero podría trabajar “para una empresa que produce tecnología para enfriar el planeta”, mientras que un hipotético padre podría trabajar en el espacio para una empresa minera y desplazarse a casa cada seis meses.

Una hipotética pareja sin hijos se presentaría voluntaria en el ejército para obtener una “renta básica especial” y podría verse “obligada a emigrar a una ciudad submarina”, donde recibiría “una pequeña, pero bonita, casa inteligente subvencionada por el gobierno”.

En lugar de reunirse con amigos en cafeterías, la pareja se reuniría con ellos en su apartamento, que tendría “un espacio de hologramas 3D incorporado”.

Ya no habría “necesidad de peajes, tarjetas de crédito o pasaportes”, pues las personas serían identificadas “por ordenadores de tamaño molecular que están incrustados en todo”.

Los hogares serían más pequeños “debido a la menor fertilidad”, predice el informe.

El informe “El Gobierno en 2071” afirma que sus predicciones para cada época “se basan en [un] escenario plausible” que “no asume ningún ‘acontecimiento de choque'” y se basa en la “ciudad más desarrollada” de cada periodo de tiempo, dejando a la imaginación lo que podrían suponer otros escenarios.

Sin embargo, Arturo Bris, del “IMD World Competitiveness Center”, dijo a los delegados de la reunión del WGS de este año que se necesita una “sacudida” para impulsar la “transición” a un nuevo “orden mundial”.

No especificó cuál podría ser esa “sacudida”.