La familia de una mujer de Michigan afirma que murió a consecuencia de complicaciones 11 días después de recibir la vacuna COVID de Johnson & Johnson (J&J).

Anne VanGeest, de 35 años, murió el 19 de abril en el hospital ‘Mercy Health Saint Mary’ de Grand Rapids a causa de una hemorragia cerebral subaracnoidea aguda, informó FOX 17.

“Con profunda tristeza compartimos la noticia del fallecimiento de Anne (Annie), que tenía 35 años, era una madre, esposa, hermana e hija cariñosa”, dijo la familia en un comunicado facilitado por Lambert, una empresa de relaciones públicas de Grand Rapids que está prestando sus servicios a la familia de forma gratuita.

VanGeest recibió la inyección de J&J el 8 de abril, cinco días antes de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (‘Centers for Disease Control and Prevention‘, CDC por sus siglas en inglés) suspendieran la administración de la vacunapara investigar los informes sobre coágulos de sangre potencialmente peligrosos en mujeres que se habían puesto la inyección.

La familia de VanGeest dijo que su dolor de cabeza comenzó el 16 de abril, ocho días después de ser vacunada. Murió tres días después. Su certificado de defunción señala una muerte natural, concretamente por una hemorragia subaracnoidea aguda, o sea una hemorragia entre el cerebro y el tejido que lo rodea.

Los síntomas de los raros coágulos de sangre suelen aparecer entre seis y quince días después de recibir la inyección.

“Estos síntomas iniciales son bastante vagos e inespecíficos”, dijo el Dr. Tom Shimabukuro miembro del equipo de Respuesta ante COVID-19 de los CDC. “(Es) principalmente dolor de cabeza, pero lo más importante es que los dolores de cabeza de estas personas comenzaron seis o más días después de la vacunación”.

El médico de VanGeest presentó un informe al Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (‘Vaccine Adverse Event Reporting System‘, VAERS por sus siglas en inglés) de los CDC.

En un correo electrónico a la familia VanGeest, los CDC confirmaron que su muerte se había notificado al VAERS, pero dijeron que el sistema no está diseñado para determinar si un acontecimiento adverso notificado fue causado por la vacuna.

“Cuando VAERS recibe informes de enfermedades graves o muertes después de la vacunación, el personal de VAERS se pone en contacto con el hospital en el que se trató al paciente para obtener los registros médicos asociados con el fin de comprender mejor el evento adverso”, dijeron los CDC.

Según el sitio web de los CDC, “los CDC hacen un seguimiento de cualquier informe de muerte para solicitar información adicional y saber más sobre lo ocurrido y determinar si la muerte fue consecuencia de la vacuna o no.”

Desde el 8 de marzo, ‘The Defender’ se ha puesto en contacto con los CDC en repetidas ocasiones para determinar cómo se llevan a cabo las investigaciones sobre las muertes notificadas, pero aún no ha recibido respuesta.

El 13 de abril, los CDC y la FDA pidieron que se suspendiera inmediatamente el uso de la vacuna COVID de J&J, comercializada por la filial Janssen de la empresa, mientras investigaban al menos seis casos de un trastorno raro y grave denominado trombosis venosa cerebral (TVC).

La TVC se produce cuando se forma un coágulo de sangre en los senos venosos del cerebro. El coágulo impide que la sangre salga del cerebro. Como resultado, las células sanguíneas pueden romperse y filtrar sangre a los tejidos cerebrales, formando una hemorragia.

El 14 de abril, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (‘Advisory Committee on Immunization Practices’, ACIP por sus siglas en inglés) de los CDC pospuso la votación sobre el levantamiento de la pausa de la vacuna de J&J, prolongándola de hecho hasta que se analizasen más datos relacionados con los coágulos de sangre en personas que recibieron la vacuna.

El 23 de abril, el ACIP votó 10 – 4 para recomendar levantar la pausa de la inyección de J&J sin poner ningún tipo de restricciones ni una advertencia adicional sobre el riesgo de trastornos de la coagulación de la sangre después de analizar 15 casos de coágulos sanguíneos raros, incluyendo tres muertes, según una presentación de diapositivas compartida durante la reunión.

El ACIP dijo que la relación entre los coágulos de sangre y la vacuna COVID de J&J era “plausible”, pero concluyó que los beneficios de la vacuna superan los riesgos. La FDA y los CDC votaron a favor de levantar la pausa, pero la FDA dijo que añadiría una etiqueta de advertencia sobre los trastornos de coagulación de la sangre potencialmente graves.

Las autoridades sanitarias de Dinamarca anunciaron el lunes que retirarán la vacuna de J&J del programa de vacunación del país tras concluir que los beneficios de la vacuna no compensan el riesgo de formación de coágulos.

El 30 de abril, ‘Children’s Health Defense’ consultó los datos del VAERS en relación con una serie de acontecimientos adversos asociados a la formación de trastornos de la coagulación y otras afecciones relacionadas. El VAERS arrojó un total de 1.845 informes para las tres vacunas desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 23 de abril.

De los 1.845 casos notificados, 655 se atribuyeron a Pfizer, 577 a Moderna y 608 a J&J. Sin embargo, las autoridades sanitarias estadounidenses sólo reconocieron 15 casos de coágulos de sangre asociados a la vacuna de J&J en la reunión del 16 de abril.

Una consulta en el VAERS sobre hemorragia cerebral subaracnoidea arrojó 31 casos, ocho de los cuales estaban asociados a la vacuna COVID de J&J.