Nota del editor: Children’s Health Defense es una organización sin ánimo de lucro 501(c)(3) y, como tal, no participa ni interviene directa o indirectamente en ninguna campaña política en nombre de (o en oposición a) ningún candidato a un cargo público electivo, y no respalda a ningún candidato político para ningún cargo.

Robert F. Kennedy Jr. este miércoles lanzó oficialmente su campaña para la nominación demócrata a la presidencia, diciendo a una multitud desbordante en Boston que si no ha “disminuido significativamente el nivel de enfermedades crónicas en nuestros niños al final de mi primer mandato, no quiero que me reelijan”.

Kennedy fundador y presidente en excedencia de “Children’s Health Defense”, habló durante casi dos horas y abarcó un amplio abanico de temas: desde la historia de su familia en la política estadounidense hasta el complejo militar-industrial, pasando por la censura generalizada y los ataques a las libertades civiles, el medio ambiente y la salud pública.

A lo largo de su discurso, Kennedy se refirió con frecuencia a cómo todas estas cuestiones afectan directamente a los niños.

Recordó a los asistentes la obligación que tienen los dirigentes estadounidenses de proteger a los niños de los pesticidas tóxicos, de los productos farmacéuticos peligrosos y de la “corrupta fusión del poder estatal y empresarial” que priva a las generaciones futuras de su salud y de su capacidad para alcanzar la seguridad económica.

Kennedy que cuenta con una larga y exitosa carrera como abogado medioambientalista, denunció el ataque al medio ambiente por parte de las empresas contaminantes. Dijo a la multitud:

“Si queremos cumplir con nuestra obligación como generación, como civilización, como nación, que es crear comunidades para nuestros hijos que les proporcionen las mismas oportunidades de dignidad y enriquecimiento y prosperidad y buena salud que las comunidades que nos dieron nuestros padres, tenemos que empezar por proteger nuestra infraestructura medioambiental.

“Si queremos medir nuestra economía… deberíamos medirla en función de cómo produce puestos de trabajo y la dignidad de los mismos a lo largo de las generaciones, y de cómo preserva el valor de los activos de nuestra comunidad”.

También se refirió con dureza a las medidas políticas de confinamiento por la pandemia, de las que dijo que fueron “una guerra contra los niños estadounidenses”, citando un estudio de la Universidad de Brown según el cual los más pequeños perdían 22 puntos de cociente intelectual.

“Niños de todo el país han fallado en sus hitos de desarrollo” debido a los confinamientos, dijo Kennedy y añadió:

“¿Cuál es la respuesta de los CDC? Hace cinco meses, los CDC revisaron sus hitos de desarrollo, de modo que ahora ya no se espera que un niño camine al año… camina a los 18 meses. Y un niño ahora no tiene que tener 50 palabras a los 24 meses, sino a los 30 meses. Así que en vez de solucionar el problema, intentan encubrirlo”.

Kennedy denunció el fracaso de los responsables de salud pública y del sistema sanitario estadounidense a la hora de abordar la epidemia de enfermedades crónicas en Estados Unidos, especialmente entre los niños.

“En este país tenemos los niños más enfermos del mundo”, afirmó, enumerando una lista de enfermedades crónicas que afectan a los niños, entre las que se incluyen la obesidad, el TDAH [trastorno por déficit de atención con hiperactividad], alergias, problemas neurológicos y de neurodesarrollo, y autismo, que según las últimas estadísticas afecta ya a 1 de cada 36 niños en Estados Unidos.

Kennedy rechazó las afirmaciones de que el aumento de las tasas de autismo pueda atribuirse a la mejora de los diagnósticos.

“Lo que dirán los reguladores es, bueno, acabamos de empezar a darnos cuenta de que existe por primera vez”, dijo. “Pasar por alto el autismo es como perderse un choque de trenes. Es absurdo, pero lo más importante es que hay un estudio tras otro que demuestra… que esta epidemia es real.”

Uno de los temas clave de la campaña de Kennedy y de su discurso es su ambición de sanar las profundas divisiones que hoy asolan el país.

“Y voy a intentar hacerlo animando a la gente a hablar de los valores que tenemos en común, en lugar de los problemas que nos separan”, dijo. “Y lo voy a hacer diciendo la verdad al pueblo estadounidense, porque ese es el núcleo, el núcleo de esta división”.

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