Por segunda vez en menos de un mes, The New York Times ha publicado un artículo sobre personas que desarrollaron una rara enfermedad autoinmune después de recibir vacunas COVID.

El artículo del lunes presentaba a dos mujeres, ambas descritas como sanas antes de recibir la vacuna Moderna. Las mujeres, de 72 y 48 años, ahora están siendo tratadas para la trombocitopenia inmune(‘immune thrombocytopenia’, ITP por sus siglas en inglés), una condición que se desarrolla cuando el sistema inmunitario ataca las plaquetas (componente sanguíneo esencial para la coagulación) o las células que las crean, según el Times.

El 13 de enero, el Times informó sobre la muerte del Dr. Gregory Michael,un médico de Florida que murió 15 días después de recibir la vacuna Pfizer. Michael, que tenía 56 años y fue describito como “perfectamente saludable” por su esposa, desarrolló ITP tres días después de ser vacunado. Murió de una hemorragia cerebral el 3 de enero. Como The Defender informó el 13 de enero, el Dr. Jerry L. Spivak, un experto en trastornos de la sangre en la Universidad Johns Hopkins, dijo que era una “certeza médica” que la vacuna Pfizer condujo a la muerte de Michael.

Spivak, que fue entrevistado para el artículo del lunes en el Times, reiteró el vínculo entre la vacuna y el ITP. Otro médico, el Dr. James Bussel, hematólogo y profesor emérito de Weill Cornell Medicine, que ha escrito más de 300 artículos científicos sobre el trastorno plaquetario, también dijo que cree que hay una asociación “posible” entre las vacunas y la ITP.

Bussel le dijo al Times:

“Estoy asumiendo que hay algo que hizo que las personas que desarrollaron trombocitopenia fueran susceptibles, dado que son un porcentaje muy pequeño de receptores. El hecho de que ocurra después de una vacuna es bien conocido y se ha visto con muchas otras vacunas. ¿Por qué sucede? No lo sabemos.”

Bussel y un colega, el Dr. Eun-Ju Lee, han identificado 15 casos de ITP en los receptores de vacunas COVID al buscar en la base de datos del gobierno, el Sistema de Informes de Eventos Adversos de Vacunas (Vaccine Adverse Event Reporting System, VAERS, por sus siglas en inglés) — o consultando con otros médicos que tratan a los pacientes, y han enviado un artículo sobre sus hallazgos a una revista médica, según el Times.

En una declaración proporcionada al Times, Pfizer dijo que estaba al tanto de los casos de ITPen los receptores de vacunas y que la empresa está “recopilando información relevante” para compartirla con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.

El fabricante de vacunas añadió, sin embargo, que “en este momento, no hemos podido establecer una asociación causal con nuestra vacuna”. Moderna también proporcionó una declaración, pero no abordó los casos de ITP, sólo dijo que “monitorea continuamente la seguridad de la vacuna Moderna Covid-19 utilizando todas las fuentes de datos” y comparte rutinariamente información de seguridad con los reguladores.

Directamente después de la muerte de Michael, Pfizer dijo que no había “ninguna indicación— ya sea de grandes ensayos clínicos o entre personas que han recibido la vacuna desde que el gobierno autorizó su uso el mes pasado, de que pudiera estar relacionada con la trombocitopenia”.

Pero, como Lyn Redwood, RN, MSN,presidente emerita y director de ‘Children’s Health Defense’ dijo en ese momento, la declaración de Pfizer no cuadraba con los hechos, porque ITP es un evento adverso bien conocido asociado con las vacunas.

La vacuna que más a menudo está implicada en ITP es la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (la triple vírica, MMR por sus siglas en inglés), donde la enfermedad se produce en aproximadamente 1 de cada 25.000 a 40.000 dosis de la vacuna, dijo Redwood.

La ITP también se ha asociado con las vacunas contra el virus de la hepatitis A y B (VHB),el virus del papiloma humano (VPH), la varicela-zóster, la diphteria-tétanos-acelular tos ferina (DTap), la poliomielitis y las vacunas contra el neumococo.

Según el Times, ITP es “generalmente tratable”, pero puede persistir durante meses o convertirse en crónica y durar años. La Sociedad Americana de Hematología aconseja a los pacientes que ya tienen ITP seguir adelante y vacunarse, “pero después de consultar con sus hematólogos”.

Mientras tanto, las dos mujeres que aparecen en el Times ayer se están recuperando. Luz Legaspi, de 72 años, fue hospitalizada en la ciudad de Nueva York el 19 de enero con un caso grave de ITP, pero ahora está en casa, siendo atendida por su hija.

Una mujer de Texas de 48 años que pidió que el Times no usara su nombre pasó cuatro días en el hospital, recibiendo transfusiones de plaquetas, globulinas inmunitarias y esteroides para restaurar su recuento de plaquetas, una situación que describió como “aterradora”. Contó que su médico le dijo que se pusiera la segunda dosis de la vacuna Moderna, pero aún no ha decidido si lo hará.

The Defender se comunicó con el Departamento de Salud de Florida para obtener una actualización sobre la investigación sobre la muerte de Michael, pero no recibió noticias cuando se cumplió el plazo. Los funcionarios de salud de Florida y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades están investigando la muerte.