En el país con los “mandatos de vacunación más estrictos del mundo”, los austriacos que se nieguen a recibir la vacuna COVID podrían enfrentarse a graves sanciones, incluida la cárcel.

“Lo que ocurre en Austria es la primera vez que un gobierno emite un mandato para todos sus ciudadanos”, dijo la periodista y comentarista política Kim Iversen, en el último episodio del programa “Rising” de “The Hill”.

Iversen dijo a los espectadores que el gobierno austriaco “dio a la gente la ilusión de poder elegir”, pero como la gente no se vacunó voluntariamente, “ahora se les va a obligar a hacerlo”.

El canciller austriaco Alexander Schallenberg anunció el mandato la semana pasada, diciendo al pueblo austriaco:

“Durante mucho tiempo, tal vez demasiado, yo y otros asumimos que sería posible persuadir a los austriacos para que se vacunaran voluntariamente, y que podríamos persuadirlos por su propia protección y la de los demás, por sus seres queridos, amigos y compañeros de trabajo, pero debemos enfrentarnos a la realidad.”

Como informó “The Guardian”:

“Los que se nieguen a vacunarse pueden enfrentarse a multas administrativas, que pueden convertirse en penas de prisión si no se puede cobrar la multa”.

Iversen dijo que la política de vacunas fue recibida con un rechazo generalizado, con decenas de miles de austriacos saliendo a la calle para protestar.

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