En el programa “The Defender Show” de CHD.TV, Robert F. Kennedy Jr. entrevistó a Judy Wilyman, una australiana que pasó 25 años investigando y publicando artículos científicos sobre la vacunación obligatoria y coercitiva, la ética de la vacunación infantil y los cambios en la vigilancia de las vacunas.

Wilyman, que tiene un máster en ciencias de la salud de la población y un doctorado en historia del control de las enfermedades infecciosas, ha estado en primera línea del activismo contra los controles del totalitaristas en Australia.

Kennedy y Wilyman hablaron de la historia de la ciencia de las vacunas, de los pasaportes de vacunas, de los campos de cuarentena y de la respuesta a la COVID estado por estado en todo el país de Australia.

Kennedy preguntó por qué Australia parece abrazar más intensamente el fascismo médico que otras naciones de Europa Occidental, Alemania, Italia y el resto del mundo.

Wilyman respondió que ella ya había notado que se estaba produciendo un cambio en la libertad de expresión en Australia hace 10 años, cuando su investigación académica fue clasificada como material “sensible”. Se le prohibió presentar sus conclusiones y fue calumniada en los medios de comunicación cuando se negó a guardar silencio.

En cuanto a la situación actual en Australia, Wilyman dijo:

“El totalitarismo ha entrado definitivamente en juego aquí en Australia. Y no sé si es porque somos una especie de prueba de fuego cara al resto del mundo para valorar la introducción de la nueva agenda. Sé que toda esta cuestión de las vacunas y los programas coercitivos que Australia ha puesto en marcha se basa en la corrupción. Y por lo tanto la única manera de implementarlo es a través de algún tipo de régimen fascista. Y por eso desapareció la libertad de expresión”.

Según Wilyman, el pasaporte vacunal es lo que los dirigentes australianos quieren poner en marcha en última instancia “para vincularlo a un sistema financiero digital y a la identidad digital”.

Habló de la aplicación de la campaña de vacunación coercitiva de Australia, en la que se aparta a las personas de sus puestos de trabajo si se niegan a ponerse la inyección:

“La inyección está teniendo enormes efectos adversos. Como saben, la miocarditis, la pericarditis, la gente que muere repentinamente mientras duerme, la parálisis de Bell que está ocurriendo en todas partes. Y sin embargo, han intentado quitar a la gente sus puestos de trabajo, y ya lo están haciendo, y literalmente aterrorizar a la población … Las familias se divorcian. Están discutiendo”.

Wilyman dijo que la gente se está derrumbando, y los intentos de suicidio “se han disparado”.

Dijo que las restricciones están en vigor, sin embargo, “aquí en Australia Occidental, no hay ningún tipo de enfermedad en la comunidad”.

La razón por la que algunas personas no hablan, dijo Wilyman, es que “el público no tiene voz en el gobierno” y porque saben que el gobierno no tiene la obligación legal de demostrar que las vacunas son seguras.

Wilyman dijo que su gobierno no está escuchando a los ciudadanos porque “le han dado la vuelta al principio de precaución ante cualquier medicamento llamado vacuna”, lo que hace que el deber de aportar pruebas de que causa daño recaiga sobre los hombros del pueblo australiano.

Sin embargo, dijo que en lugar de reconocer los daños causados por las vacunas, el gobierno está utilizando la predisposición genética como la causa de que la gente esté enfermando después de que se le ponga la inyección.

Ella explicó:

“Así de malvada es la agenda… y nunca pensé que algo tan descarado se pudiera implementar y que la población aceptara ser aterrorizada por estos políticos de la manera en que estamos siendo aterrorizados”.

Kennedy comentó los vídeos que ha visto sobre la brutalidad policial contra los ciudadanos de Australia. Dijo:

“Y todos estamos viendo estos videos realmente horrorosos. La policía derribando puertas. En un caso están arrastrando a una mujer embarazada porque tuiteó que había una manifestación. Ese tipo de discurso es ahora ilegal en Australia”.

Wilyman está de acuerdo en que la brutalidad policial ha sido alarmante. Desglosó las diferencias en la respuesta de la policía y los confinamientos en función del estado, como las respuestas de mano dura y las multas en Victoria hasta la completa discriminación contra los no vacunados en Sydney.

Ella explicó:

“Hemos oído a los primeros ministros afirmar que se están construyendo campos de cuarentena, y hay al menos cuatro o cinco que se están construyendo para los no vacunados. Y ese es el terror que sienten los australianos en este momento. No podemos salir de nuestro país y este pasaporte de vacunas y la identidad digital ya está siendo aprobada por el Parlamento. Y ya no tenemos voz en nuestro Parlamento. Realmente nos sentimos como en un estado policial”.

Kennedy se preguntó qué pensaba Wilyman de la cobertura de la pandemia en los medios de comunicación, ya que Australia ha sido “muy radical en la censura de las vacunas”. Preguntó a Wilyman cómo afecta el conflicto de intereses de Rupert Murdoch con las empresas de vacunas a la cobertura de los medios de comunicación.

Wilyman explicó:

“Está muy claro que en Australia, la política de “No Jab, No Play”(Si no hay vacuna, no se juega) se promovió en realidad a través de “News Corp” de Murdoch, y estas medidas políticas se impulsaron a través de los servicios sociales. No pasaron por la Ley de Sanidad. En Australia no hay coacción. Todas las vacunas deben administrarse con un consentimiento plenamente informado. Y en la Ley de Sanidad dice que las vacunas deben ser voluntarias. Así que lo sortearon impulsándolo a través de los departamentos de servicios sociales, por lo que lo llamaron “Choices for Families” (Elecciones para las familias).

“De hecho, estamos eliminando opciones para las familias, porque ahora cualquier niño menor de 5 años ya no puede ir a la escuela preescolar a menos que haya recibido 16 vacunas”. Y vincularon 28.000 dólares a las ayudas sociales. Así que los padres tendrían que haber puesto a su hijo todas las vacunas que había en el programa para recibir esas ayudas. Así que eso es lo que llaman elección”.

Para terminar la entrevista con un rayo de esperanza, Wilyman dijo que la resistencia está creciendo en todos los estados, especialmente donde ella vive, en Australia Occidental.

Dijo que su zona es remota y extensa y que no ha sido necesario cerrarla, pero que la frontera ha sido cerrada. “La única razón por la que podían justificarlo era alegando que no teníamos ningún caso de COVID”, dijo.

Wilyman añadió:

“Hemos podido protestar en voz alta. Hemos celebrado reuniones comunitarias. Y justo en este momento, sí, siento algo de esperanza. He estado arriba y abajo. Sé que esto podría ir en cualquier dirección y que nos están aterrorizando por completo, pero en Australia Occidental, sin duda, hemos retomado el activismo y la gente está despertando, ya sabes, rápidamente.”

Kennedy respondió: “Bueno, nos veremos en las barricadas”.

Vea la entrevista de Robert F. Kennedy Jr. con Wilyman aquí:


El programa “The Defender Show” está presentado por Robert F. Kennedy Jr. fundador, presidente y principal asesor jurídico de “Children’s Health Defense”, y autor de varios libros, entre ellos el bestseller del New York Times “Crimes Against Nature”. Kennedy fue nombrado uno de los “Héroes para el Planeta” de la revista Time por su éxito al ayudar a “Riverkeeper” a liderar la lucha para restaurar el río Hudson. Es fundador de “Waterkeeper Alliance” y asesor de Morgan and Morgan, un bufete de abogados de ámbito nacional.