La Agenda Globalista de Vacunas de Gates: Una victoria segura para las farmacéuticas y la vacunación obligatoria
Por Robert F. Kennedy Jr., Presidente de Children’s Health Defense
Las vacunas, para Bill Gates, son una filantropía estratégica que beneficia a sus muchos negocios relacionados con ellas (incluida la ambición de Microsoft de dirigir una empresa global de identificación mediante la vacunación) y le dan un control dictatorial sobre la política sanitaria mundial.
La obsesión de Gates por las vacunas parece estar alimentada por el objetivo de salvar al mundo mediante la tecnología.
Prometiendo su participación de 450 millones de dólares de los 1.200 millones de dólares para erradicar la poliomielitis, Gates tomó el control del Grupo Consultivo Técnico Nacional de Inmunización (NTAGI) de la India, que ordenó hasta 50 dosis (Tabla 1) de vacunas contra la poliomielitis mediante programas de inmunización superpuestos a los niños antes de los cinco años. Los médicos hindúes culpan a la campaña de Gates por una devastadora epidemia de parálisis flácida aguda no poliomielítica (NPAFP) que paralizó a 490.000 niños más allá de las tasas esperadas entre 2000 y 2017. En 2017, el gobierno de la India dejó de seguir el régimen de vacunas de Gates y le pidió que abandonase la India con sus políticas de vacunas. Las tasas de NPAFP cayeron precipitadamente.
En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) admitió a regañadientes que la explosión mundial de la poliomielitis es predominantemente una cepa proveniente de las vacunas. Las epidemias más aterradoras en Congo, Afganistány Filipinas están relacionadas con las vacunas. De hecho, en 2018, el 70% de los casos mundiales de poliomielitis venían de cepas de vacunas.
En 2009, la Fundación Gates financió pruebas de vacunas experimentales contra el VPH, desarrolladas por Glaxo Smith Kline (GSK) y Merck, en 23.000 niñas de provincias remotas de la India. Aproximadamente 1.200 sufrieron efectos adversos graves,incluyendo enfermedades autoinmunes y trastornos de fertilidad. Siete de ellas murieron. Las investigaciones del gobierno indio acusaron a los investigadores financiados por Gates de cometer violaciones éticas generalizadas:presionando a las niñas vulnerables de las aldeas para ir a juicio, intimidando a los padres, falsificando formularios de consentimiento y rechazando que se diese atención médica a las niñas afectadas. El caso está ahora en la Corte Suprema del país.
En 2010, la Fundación Gates financió un ensayo de fase 3 de la vacuna experimental de GSK contra la malaria, matando a 151 niños africanos, y causando efectos adversos graves, incluyendo parálisis, convulsiones y fiebre, a 1.048 de los 5.949 restantes.
Durante la campaña MenAfriVac de Gates en 2002 en el Africa subsahariana, los agentes de Gates vacunaron por la fuerza a miles de niños africanos contra la meningitis. En el pueblo de Gouro, situado en el norte de Chad, aproximadamente 50 de los 500 niños vacunados desarrollaron parálisis. Los periódicos sudafricanos se quejaron:“Somos conejillos de indias para los fabricantes de drogas.” El ex economista de Nelson Mandela, el profesor Patrick Bond, describe las prácticas filantrópicas de Gates como“despiadadas e inmorales”.
En 2010, cuando Gates aportó10.000 millones de dólares a la OMS, dijo: “Debemos hacer de esta la década de las vacunas”. Un mes más tarde, Gates dijo en una TED Talk que las nuevas vacunas “podrían reducir la población”. Y, cuatro años más tarde, en 2014, la Asociación de Médicos Católicos de Kenia acusó a la OMS de esterilizar químicamente a millones de mujeres kenianas sin su consentimiento con una campaña de vacunas “contra el tétanos”. Los laboratorios independientes encontraron una fórmula de esterilidad en cada vacuna analizada. Después de negar los cargos, la OMS finalmente admitió que había estado desarrollando las vacunas para la esterilidad durante más de una década. Acusaciones similares vinieron de Tanzania, Nicaragua, México y Filipinas.
Un estudio de 2017 (Morgenson et. al. 2017) mostró que la popular vacuna DTP de la OMS está matando a más niños africanos que las enfermedades que previene. Las niñas vacunadas con DTP sufrieron 10 veces la tasa de mortalidad de los niños que aún no habían recibido la vacuna. La OMS se ha negado a retirar la vacuna letal, que impone anualmente a decenas de millones de niños africanos.
Los defensores mundiales de la salud pública de todo el mundo acusan a Gates de alejar la agenda de la OMS de los proyectos que han demostrado frenar las enfermedades infecciosas: agua potable, higiene, nutrición y desarrollo económico. La Fundación Gates gasta sólo unos $650 millones de su presupuesto de $5 mil millones de dólares en estas áreas. Dicen que ha desviado los recursos de la agencia para servir a su filosofía personal de que la buena salud sólo viene en una jeringuilla.
Además de utilizar su filantropía para controlar la OMS, UNICEF, GAVI y PATH, Gates financia una empresa farmacéutica privada que fabrica vacunas y está donando 50 millones de dólares a 12 compañías farmacéuticas para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. En sus recientes apariciones en los medios de comunicación,Gates parece confiar en que la crisis del Covid-19 le dará ahora la oportunidad de implantar sus programas de vacunación dictatoriales a todos los niños y adultos estadounidenses.
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