“Primero te ignoran. Luego se ríen de ti. Luego luchan contra ti. Y entonces ganas”.

Independientemente de que Mahatma Gandhi dijera realmente estas palabras, son una observación astuta sobre el nacimiento de un cambio significativo.

Como la historia se repite, tanto trágica como triunfalmente, el movimiento por la libertad sanitaria se encuentra ahora en la fase III. Con cada nuevo estudio y publicación de documentos gracias a la Ley de Libertad de Información, queda cada vez más claro que los que inicialmente fueron tachados de “teóricos de la conspiración” eran simplemente portadores de una verdad incómoda.

Ahora, las grandes farmacéuticas, “Big Pharma”, y el estamento médico están luchando con ahínco para apuntalar una narrativa que se está desmoronando rápidamente.

Y no están luchando limpiamente.

Mientras los defensores de la libertad sanitaria se han ido organizando y reuniendo en más de 180 países de todo el mundo, “Children’s Health Defense” ha sido alertada de numerosos casos de infiltrados que se han introducido en grupos de defensa de la salud y se han aprovechado de las mejores intenciones de los defensores participantes, recopilando y compartiendo información privada e intentando sabotear los planes de manifestaciones pacíficas.

“The Citizens’ Commission to Safeguard Freedom” (La Comisión Ciudadana para la Salvaguarda de la Libertad) ha publicado un informe en el que se exponen pruebas detalladas de los infiltrados perturbadores que introducen estructuras organizativas verticalistas que limitan el discurso y empujan a los grupos bienintencionados hacia el extremismo de derechas.

Según el “Informe Themis: Anatomía de la infiltración en el movimiento popular por la libertad sanitaria”:

“Los organizadores de la libertad sanitaria, desde Nueva York hasta California, se han dado cuenta de que se producen repetidos intentos de infiltración y secuestro de los auténticos movimientos de base existentes para dirigirlos hacia canales improductivos o incluso destructivos. Es esencial que todos los activistas por la libertad sanitaria se den cuenta de que esto es una parte real de la lucha en la que están involucrados y que deben tenerlo en cuenta con una mirada alerta.”

El informe continúa advirtiendo que “el gobierno y las poderosas fuerzas aliadas” están trabajando horas extras para marcar el heterogéneo movimiento por la libertad de la salud como un “grupo monolítico de derechas para que puedan clasificarnos oficialmente como ‘extremistas’, o incluso como ‘terroristas domésticos'”.

El informe de Themis detalla cómo los operativos perturbadores:

  • Se infiltran, imitan y, en última instancia, secuestran a los grupos existentes aprovechándose del reconocimiento de la marca.
  • Se dirigen a los propietarios de los grupos, se ganan su confianza y luego instalan “bots” que permitan tomar el control del grupo para afirmar nuevas identidades y objetivos.
  • Controlan el contenido que se puede compartir dentro de los grupos y distorsionan las misiones del grupo.
  • Dirigen a los grupos hacia un comportamiento agresivo o improductivo y confunden a los miembros con respecto a los lugares de protesta pacífica y la afirmación de valores.
  • Recogen datos privados e información relacionada con las estrategias de libertad sanitaria.

Según el informe, los perurbadores parecen dirigirse en gran medida a la plataforma de medios sociales, Telegram. Entre los perturbadores identificados se encuentran individuos llamados “Harry” y “Gina”, ambos administradores de un grupo señuelo de Telegram, “WorldWideUSA”.

El grupo, que se nutría de miembros del auténtico y descentralizado grupo de base, “World Wide Demonstration”, había estado organizando manifestaciones por la libertad sanitaria en las principales ciudades del mundo.

El informe también identifica otros grupos y canales derivados de Telegram potencialmente comprometidos, entre ellos:

Aunque las plataformas y los métodos pueden variar, este sabotaje coordinado no es nada nuevo. Pero los defensores de la libertad sanitaria no deben desanimarse: estos esfuerzos son una prueba más de que estamos ganando, y de que somos una formidable amenaza para un sistema corrupto que no funciona y que ya no puede ocultar sus fallos.

Aun así, tiene sentido estar informado y ser consciente de las posibles amenazas a la seguridad e integridad del movimiento por la libertad sanitaria. Un activismo eficaz requiere una introspección constante y una revisión de los valores y los objetivos.

Históricamente, este movimiento es diverso y bipartidista, abraza la curiosidad y da cabida a un amplio espectro de ideas.

“Children’s Health Defense” aconseja a los defensores que estén atentos a cualquier grupo o individuo que desvíe la atención de nuestros objetivos compartidos de libertad sanitaria y respeto por la humanidad y nuestro medio ambiente, y que se reúnan con espíritu de resistencia pacífica y rechacen cualquier llamada a la violencia o a la agresión.