La Universidad Estatal de Colorado (“Colorado State University”, CSU por sus siglas en inglés) sigue adelante con sus polémicos planes de construir un nuevo centro de investigación para estudiar las enfermedades de los murciélagos con financiación de los Institutos Nacionales de Salud (“National Institutes of Health”, NIH por sus siglas en inglés). Está previsto que las obras concluyan en 2024 o 2025.

Las autoridades universitarias y los defensores de las nuevas instalaciones sostienen que el laboratorio es necesario para mejorar la capacidad de investigación sobre enfermedades emergentes y virus derivados de la transferencia zoonótica (de animales a humanos).

Aunque la CSU niega que en el laboratorio se vaya a llevar a cabo investigación de ganancia de función, algunos investigadores relacionados con las nuevas instalaciones anteriormente se habían asociado con agentes implicados en este tipo de investigaciones, incluidos experimentos realizados en Wuhan (China).

Francis Boyle, J.D., Ph.D., experto en armas biológicas y profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Illinois, está preocupado por la instalación.

Boyle dijo a “The Defender”:

“Es bien sabido que la Universidad Estatal de Colorado cuenta con un largo historial de especialización en el uso como armaso de insectos con sustancias de guerra biológica para su administración a seres humanos.

“Este nuevo laboratorio aumentará enormemente las capacidades ofensivas de guerra biológica de la CSU, en flagrante violación de la Convención sobre Armas Biológicas de 1972 y de mi Ley Antiterrorista de Armas Biológicas de 1989, (“Biological Weapons Anti-Terrorism Act”), que contempla la cadena perpetua”.

Los residentes de la zona, incluido un grupo de base local, y los expertos en armas biológicas, también han expresado su preocupación por la investigación potencialmente arriesgada, con virus mortales, que se llevará a cabo en las instalaciones y el riesgo de que se produzca una fuga de laboratorio similar a la que puede haberse producido en el Instituto de Virología de Wuhan (China), y que puede haber provocado la fuga del virus SARS-CoV-2.

Christine Bowman lidera un grupo de ciudadanos locales que formaron la Moratoria de Investigación de Murciélagos Covid de Colorado (“Covid Bat Research Moratorium of Colorado”, CBRMC), una iniciativa de base que se opone a la nueva instalación. El grupo ha puesto en marcha iniciativas como una campaña de carteles en el jardín para sensibilizar a la población local.

En una entrevista concedida a “The Defender”, Bowman describió las “evasivas” de los funcionarios estatales y locales y de la CSU.

“Necesitamos respuestas sobre cómo se modificó el COVID-19 para transferirse de humano a humano antes de que se me convenza de que está bien criar murciélagos enfermos para estudiarlos en mi vecindario”, afirmó Bowman.

“Ahora que sabemos que la pandemia de COVID probablemente se inició a partir de una fuga en un laboratorio de Wuhan (China), nos cuestionamos la seguridad de continuar con este tipo de investigaciones”, añadió.

La CSU recibe anualmente “decenas de millones de dólares” en becas de investigación de los NIH

Según “The Colorodoan”, el “Chiropteran Research Facility”, como se conocerá, “serviría como una instalación de cría para criar y cuidar murciélagos de varias especies que puedan utilizarse como modelos de investigación en estudios sobre una amplia gama de virus humanos que se cree que tienen su origen en los murciélagos”.

El laboratorio se construirá en el extremo sur del Campus Foothills de la CSU, cerca de Fort Collins, en 3105 Rampart Road, dentro del Complejo de Investigación Justin Harper y junto al actual Centro de Enfermedades Infecciosas Transmitidas por Vectores (“Center for Vector-Borne Infectious Diseases”, CVID por sus siglas en inglés) de la universidad. Consistirá en un vivario para murciélagos de 14.000 pies cuadrados.

Según la CSU, la universidad “es líder mundial en investigación sobre infecciones zoonóticas. Los científicos de la Universidad llevan más de 30 años estudiando los murciélagos y otros vectores transmisores de los virus del dengue, el Zika y el Nilo Occidental”.

Está previsto que las obras empiecen este verano. “The Colorodoan” informó de que se espera que las instalaciones abran en otoño de 2024, mientras que la CSU dijo que estarán terminadas en 2025.

El CVID, antes conocido como Laboratorio de Enfermedades Infecciosas y Nacidas de Artrópodos (“Arthropod-born and Infectious Diseases Laboratory”), se fundó en 1984. Según “The Colorodoan”, “actualmente alberga las únicas colonias de cría en cautividad de dos especies de murciélagos utilizadas en sus investigaciones”.

La página web del CVID describe las instalaciones como “un centro multidisciplinar de investigación y formación de larga trayectoria” cuyos investigadores “han logrado definir mecanismos de persistencia y transmisión de patógenos, y desarrollar nuevas estrategias de vigilancia, control y prevención de enfermedades transmitidas por vectores y zoonosis emergentes”.

“Las instalaciones de categoría mundial, que incluyen laboratorios BSL-3 [nivel de bioseguridad 3] y grandes complejos de insectarios, proporcionan un entorno científico excepcional para los investigadores de dentro y fuera de la CSU que deseen manipular patógenos en huéspedes vertebrados y vectores artrópodos”, afirma la página web del CVID.

El laboratorio BSL3 en cuestión es el Laboratorio Regional de Biocontención de la CSU, que funciona con el apoyo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (“National Institute for Allergy and Infectious Diseases”, NIAID por sus siglas en inglés) y forma parte del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas (“Infectious Disease Research Center”) de la universidad, de 120.000 pies cuadrados (alrededor de 11.150 metros cuadrados). Alberga murciélagos y muestras de numerosas bacterias y virus mortales.

En octubre de 2021, los NIH concedieron una subvención de 6,7 millones de dólares al departamento de microbiología, inmunología y patología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la CSU para construir el nuevo vivero de murciélagos.

Alan Rudolph, vicepresidente de investigación de la CSU, dijo a “The Coloradoan” que la universidad aportará los fondos restantes para la construcción de la instalación, cuyo coste se espera que oscile entre 8 y 9 millones de dólares.

Rudolph dijo que la CSU recibe anualmente “decenas de millones de dólares” en subvenciones de investigación de los NIH.

Agentes “altamente patógenos” se alojarán en las nuevas instalaciones

El CVID ya investiga virus relacionados con “chikungunya, dengue, malaria, fiebre del Valle del Rift, virus Zika, COVID-19, MERS, gripe [y] enfermedad por hantavirus“. Las nuevas instalaciones ampliarán esas capacidades.

Según el acta de la reunión del 3 de febrero de 2022 de la Junta de Gobernadores de la CSU, la nueva instalación se justifica por la capacidad que tendrá para estudiar “virus zoonóticos emergentes que se originan en murciélagos y causan una alta mortalidad en humanos: SARS-CoV, MERS-CoV y SARS-CoV-2, Virus Ébola, Virus de Marburgo, Virus Nipah y Virus Hendra“.

No está claro en qué nivel de bioseguridad funcionará la nueva instalación, pero Bowman declaró a “The Defender”:

“Por lo que tengo entendido, esta instalación está programada para ser un BSL2. Pero, ¿qué impide que en el futuro aumente sin aprobación o sin informar al público en general? ¿Qué garantía tienen los residentes de Fort Collins de que el laboratorio no pasará de ser BSL2 a BSL4, donde se estudiarán virus aún más peligrosos?”.

La CSU afirma que “no tiene previsto llevar a cabo investigación de ganancia de función preocupante” allí.

“¿Quién decide qué criterios utilizamos para ‘preocupante’?” preguntó Bowman.

Rebecca Moritz, directora de bioseguridad de la CSU, declaró: “Será la única instalación como ésta en Estados Unidos”, y dará a los estudiantes “la oportunidad de aprender directamente de los investigadores que llevan a cabo esta investigación en sus clases.”

Añadió:

“Los investigadores de la CSU han estudiado y trabajado de forma segura con murciélagos y otros vectores durante más de 30 años. … Debido al calentamiento global y al crecimiento de la población, los seres humanos y los animales entran en contacto con más frecuencia y de formas nunca vistas. Esto podría provocar un aumento del número de brotes y, posiblemente, pandemias.

“El principal objetivo de esta instalación será albergar colonias de cría de murciélagos para investigadores de la CSU y de todo Estados Unidos y el mundo. Esta instalación permitirá ampliar el trabajo actual de la CSU, incluyendo proyectos centrados en el papel que desempeñan los murciélagos en la transmisión de enfermedades y el desarrollo de vacunas y terapias.”

“El personal que trabajará en estas instalaciones estará altamente formado y se le exigirá que se adhiera a estrictas prácticas de bioseguridad y bioprotección”, afirmó Moritz.

Moritz ha hablado públicamente sobre su implicación en la investigación de la ganancia de función, incluso en el Simposio sobre Ganancia de Función (“Gain of Function Symposium”) de 2014. En aquel momento, Moritz formaba parte del Grupo de Trabajo sobre Bioseguridad de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Bowman dijo que en la CSU ya se realizan experimentos de ganancia de función y que la universidad es abierta al respecto.

“Sólo somos conscientes de que la CSU está llevando a cabo la ganancia de función en plantas y mosquitos porque se menciona en el enlace que envían a cualquiera que les envíe un correo electrónico o cuestione su investigación.”

Rudolph declaró a “The Colorodoan”: “La investigación sobre murciélagos no es nueva en nuestro campus; las instalaciones de investigación sobre murciélagos no son nuevas en nuestro campus. Es una ampliación del trabajo existente en instalaciones existentes que ya han tenido grandes impactos.”

Estas investigaciones “nos han ayudado a desarrollar vacunas, a desarrollar diagnósticos para determinar mejor quién enferma, por qué enferma, cuándo enferma, y vacunas que ayudan a tratar a esas personas cuando enferman”, añadió.

Algunos de los virus sobre los que se investigará en las nuevas instalaciones, incluidos el Hendra y el Nipah, se consideran “agentes altamente patógenos BSL-4“, clasificados “en la misma categoría de bioseguridad que el ébola“.

El virus Nipah, por ejemplo, tiene una elevada tasa de mortalidad humana que oscila entre el 40 y el 75%. Causa una enfermedad rápidamente progresiva, que incluye infección respiratoria aguda y encefalitis que puede conducir al coma o la muerte”.

A principios de este mes, los NIH restablecieron una polémica subvención federal, originalmente concedida en 2014 bajo la dirección del Dr. Anthony Fauci, entonces director del NIAID, que opera bajo los NIH, a “EcoHealth Alliance” para estudiar el riesgo de propagación del coronavirus de los murciélagos.

Se trataba de una investigación de ganancia de función para la manipulación genética de coronavirus con el fin de hacerlos más infecciosos para el ser humano. Parte de los fondos de los NIH se destinaron al Instituto de Virología de Wuhan, que colaboró con “EcoHealth Alliance” en esta investigación.

“EcoHealth” es una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York que afirma que su misión es desarrollar “soluciones basadas en la ciencia para prevenir pandemias y promover la conservación”.

Documentos revelados por “U.S. Right to Know” (USRTK) indican que algunos investigadores de la CSU han colaborado anteriormente con la “EcoHealth Alliance”.

Activistas locales “bloqueados” por funcionarios universitarios, estatales y locales

Según “The Colorodoan”, el planificador del campus de la CSU, Gargi Duttgupta, dijo a las autoridades locales que la nueva instalación estaría aproximadamente a 316 pies (casi 100 metros) al norte de la valla que delimita el campus con las comunidades residenciales adyacentes.

Esto puede resultar demasiado cercano para algunos residentes de la zona, que han intentado ponerse en contacto con el CSU y con las autoridades locales de planificación para expresar su oposición a la nueva instalación y obtener más información sobre su construcción.

Su oposición llevó a la creación de la CBRMC, “una organización de base no partidista dirigida con un presupuesto de 0 dólares por un grupo de ciudadanos preocupados de todo el espectro político”.

CBRMC dice que su misión es poner una moratoria en la construcción de la nueva instalación “hasta que sepamos primero lo que pasó con la posible fuga del laboratorio de murciélagos COVID y la investigación de ganancia de función en Wuhan, China.”

Algunos miembros del CBRMC hablaron en una reunión del 21 de diciembre de 2022 de la Comisión de Planificación del Condado de Larimer, expresando su temor a una posible fuga de la nueva instalación, estableciendo comparaciones con la supuesta fuga del laboratorio de Wuhan.

Pero la comisión de urbanismo aprobó el proyecto por unanimidad. Lesli Ellis, directora de desarrollo comunitario del condado de Larimer, declaró a “The Colorodoan” que no se necesitan más aprobaciones antes de que pueda comenzar la construcción.

Según “The Colorodoan”, “los responsables de la CSU insisten en que las nuevas instalaciones no son más que una prolongación del trabajo que llevan más de 30 años realizando en su campus de Foothills la universidad y otras entidades, como los Centros para el Control de Enfermedades y el Departamento de Agricultura de EE.UU.”.

El Campus Foothills de la CSU alberga laboratorios gestionados por el Centro Nacional de Investigación de la Fauna Salvaje del Departamento de Agricultura de EE.UU. y el Centro de Investigación de Prevención de las Montañas Rocosas, descrito como el “segundo laboratorio más grande de los CDC fuera de Atlanta”.

“Se aplicarán estrictos protocolos de seguridad para evitar la fuga de un virus o de un murciélago infectado”, informó también “The Colorodoan”.

Rudolph declaró a “The Colorodoan” que la instalación sólo necesitará entre docenas y cientos -no miles- de murciélagos, que serán adquiridos por el gobierno estadounidense, “puestos en cuarentena fuera de Estados Unidos y considerados seguros y no enfermos antes de que lleguen a nosotros”.

La CSU “no tiene un buen historial” en materia de seguridad

Un Preguntas y respuestas sobre la seguridad de los laboratorios de la CSU (“Q&A on why CSU labs are safe“) publicado el 11 de enero niega que en la institución se lleven a cabo investigaciones ilegales sobre armas biológicas y cita a Moritz, quien afirmó: “Hacemos todo lo posible para disminuir los riesgos de nuestras investigaciones.” Sin embargo, reconoció que “no existe el riesgo cero en investigación”.

Bowman dijo que sólo la CSU supervisará la seguridad en las nuevas instalaciones, y cuestionó el historial de seguridad del laboratorio.

Bowman declaró a “The Defender”:

“Tras dejar que la caquexia crónica [“chronic wasting disease”, CWD por sus siglas en inglés] se filtrara de sus laboratorios en la CSU, cientos de miles de la población de ciervos murieron a causa de la enfermedad.[CWD] No tienen un buen historial a la hora de garantizar la seguridad o la contención de enfermedades.

“Personalmente no tengo los datos para esta afirmación, pero he oído a mucha gente citar esto como un hecho y nadie en la CSU refuta la afirmación”.

La caquexia crónica, “una enfermedad neurológica contagiosa que afecta a los miembros de la familia de los cérvidos, provocando un comportamiento errático y pérdida de peso que acaba causando la muerte”, fue identificada en 1967. Se describe como “un mal misterioso intrincadamente ligado a Fort Collins“. En 2001, el gobierno federal declaró el estado de emergencia en relación con la caquexia crónica.

“The Colorodoan” informó de que la CWD “estaba relacionada con el prurigo lumbar en ovejas y cabras, la enfermedad de las vacas locas en ganado vacuno y la variante mortal de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en humanos”.

Según informa KUNC, filial de NPR en el norte de Colorado, “la caquexia crónica no es una enfermedad infecciosa común. No es bacteriana, ni vírica, ni siquiera fúngica. Está causada por algo que todos tenemos dentro de nuestros cuerpos: algo llamado priones”.

La CSU alberga el Centro de Investigación de Priones, que “estudia la bioquímica, la genética y la patogénesis de los priones, el agente causante de enfermedades incurables y a menudo mortales en humanos y animales”, como la encefalopatía espongiforme bovina, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob clásica, la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la caquexia crónica y el prurigo lumbar.

Según el Centro de Investigación sobre Priones, “cada vez hay más pruebas que relacionan el mecanismo priónico con proteínas implicadas en la patogénesis de otras enfermedades neurodegenerativas comunes, como el Alzheimer y el Parkinson, y constituye un área emergente de los estudios del centro”.

Y en 2019, la CSU informó que los científicos del Centro de Investigación de Priones “han desarrollado un nuevo enfoque dirigido a genes” para estudiar el CWS en ratones. Descrito como un “verdadero avance”, los científicos “sustituyeron el gen que codifica la proteína priónica en el ratón y lo reemplazaron por una réplica exacta del código procedente del ciervo o del alce”.

Los investigadores que hablaron con “The Colorodoan” dijeron que, aunque no está claro si la caquexia crónica se originó en Fort Collins, la hipótesis es que cruzó especies y se propagó allí.

Un mapa del Servicio Geológico de Estados Unidos muestra un grupo significativo de casos de caquexia crónica cerca de Fort Collins y que los casos identificados en otros lugares se han relacionado con la región.

En un artículo de 2021, “Minería de textos para identificar el origen de la caquexia crónica” (“Text mining to identify the origin of chronic wasting disease“), publicado en la revista “Issues in Information Systems”, se afirma lo siguiente:

“Para los 16 grupos [de caquexia crónica] de los primeros 40 años, el proceso de minería de textos generó pruebas que apoyaban el rastreo hasta Fort Collins para los seis primeros grupos, cinco grupos más podían rastrearse hasta un área infectada vinculada a Fort Collins, y en 5 grupos las pruebas apoyaban una explicación para rastrear la enfermedad hasta un área vinculada a Fort Collins.

“Las pruebas no excluyen definitivamente otras teorías sobre el origen de la enfermedad. Como mínimo, Fort Collins fue un catalizador primario en la distribución generalizada de la enfermedad.”

El documento señalaba: “Como en el caso del COVID-19, los organismos gubernamentales pueden mostrarse reacios a reconocer su posible culpabilidad en la liberación de una enfermedad devastadora”, y añadía: “Ignorar el probable origen de esta enfermedad descuenta la laxa gestión de los animales cautivos que ha sido la fuerza motriz de este desastre biológico.”

Los funcionarios de la CSU envían mensajes contradictorios a los ciudadanos

Los activistas locales están preocupados por la falta de comunicación entre los funcionarios del CSU, las autoridades locales y la comunidad, y por las declaraciones contradictorias que han recibido del CSU.

Según el CBRMC, la CSU “avisó con poca antelación a los ciudadanos el 30 de noviembre de 2022” sobre la audiencia pública, que “se celebró en la inoportuna fecha del 21 de diciembre de 2022, colada en las vacaciones.”

Desde entonces, la CSU “no ha celebrado ninguna reunión informativa con el público en relación con su propuesta de laboratorio de investigación”, afirma la CBRMC en su página web.

Bowman dijo que en la reunión se distribuyó una hoja informativa sobre las instalaciones en la que se afirmaba que en el laboratorio se estudiarían “el SARS-CoV, el SARS-CoV-2, el MERS-CoV, el virus del Ébola, el Marburg, el virus Nipah y el virus Hedra”, confirmando la información incluida en el informe de febrero de 2022 de la Junta de Gobernadores de la CSU.

Sin embargo, según Bowman, Moritz dijo en la audiencia pública: “En estas instalaciones no podremos estudiar los virus MERS, SARS-CoV-2 [o] Ébola”.

“Entonces, ¿qué es, proponen estudiar estas enfermedades en nuestro patio trasero o no?”, preguntó Bowman.

Bowman señaló que la misma hoja informativa contiene “una foto en un lugar destacado de la portada con la mano sin guantes de una persona sosteniendo un murciélago”. Comentó:

“Cuando estás promocionando la fuerza de tu capacidad para hacer investigaciones sobre murciélagos peligrosos con la seguridad ante todo, tal vez no deberías incorporar una foto de una forma irresponsable de manejar un murciélago.

“¿No podría ser ésta una forma de transmisión de las enfermedades de los murciélagos a los humanos y está demostrando nuestro punto de vista de que los murciélagos y los humanos no deben mezclarse, especialmente en un entorno de laboratorio?”.

Un correo electrónico de 5 de abril de Greg Harrison, vicepresidente asociado de Comunicaciones Estratégicas del CSU, a Bowman, dijo: “No tenemos ninguna reunión pública sobre la instalación programada en este momento.”

Esto fue a pesar de un 24 de enero de correo electrónico de Moritz a Bowman diciendo CSU estaba “trabajando en un proceso para involucrar al público esta primavera para analizar el proyecto y la seguridad del laboratorio y la seguridad, así como nuestro compromiso con el bienestar de las personas en Colorado y en todo el mundo.”

Ambos correos electrónicos están publicados en el grupo de Facebook de CBRMC. En el mismo grupo, Bowman hizo referencia a una reunión del Ayuntamiento con el Senador John Hickenlooper (demócrata de Colorado) el 15 de marzo en la que se iba a plantear la cuestión. Según Bowman, “El senador Hickenlooper optó por no responder a ninguna [pregunta] referente a: preocupación por el laboratorio de murciélagos COVID de la CSU”.

Bowman dijo que no era el único caso en el que los cargos electos ignoraban las preocupaciones de los residentes locales. Le dijo a “The Defender”:

“La comunidad ha estado enviando esta información a nuestros cargos electos, que también nos han dado largas. No obtuve respuesta del Senador Hickenlooper.

“La respuesta que recibí del senador Michael Bennet [demócrata de Colorado] hablaba de diversidad, equidad e inclusión y no abordaba en absoluto el tema de la investigación sobre murciélagos. La alcaldesa de Fort Collins [Jeni Arndt] dice que no es de su competencia y se desinteresó”.

Bowman dijo que los residentes locales merecen respuestas. Le dijo a “The Defender”:

Creo que los residentes de este condado, de este estado y de este país merecen respuestas a nuestras preguntas sobre cualquier peligro potencial para el público de este tipo de investigación, teniendo en cuenta el caos y la destrucción que el virus COVID desató en la humanidad”.

“No queremos que se repita, y creo que se nos debería permitir opinar sobre lo que ocurre en nuestro patio trasero. El hecho de que la CSU esté dando largas a sus vecinos lo dice todo”.

Colaboración entre científicos de la CSU, los NIH y la “EcoHealth Alliance” sobre los virus de los murciélagos

Los documentos obtenidos por USRTK tras varias solicitudes de la Ley de Libertad de Información indican que los planes para las nuevas instalaciones datan de antes de la recepción de la subvención de los NIH en 2021, mientras que las figuras clave implicadas en el laboratorio están relacionadas con la “EcoHealth Alliance” y con investigaciones anteriores sobre el SARS-CoV-2.

Según USRTK, los documentos revelan que en febrero de 2017, personal del Programa de Compromiso Biológico Cooperativo del Departamento de Defensa de Estados Unidos “anunció una nueva alianza mundial de murciélagos“, que “desarrollaría y aprovecharía las capacidades nacionales y regionales para generar un mejor conocimiento de los murciélagos y su ecología en el contexto de los patógenos que preocupan en materia de seguridad”.

Esta nueva alianza fue una colaboración entre la CSU, “EcoHealth Alliance” y los “Rocky Mountain Laboratories” de los NIH con el objetivo de construir un centro de investigación sobre murciélagos en la CSU.

Los documentos de USRTK revelan que esta alianza original se convirtió en un grupo que pasó a denominarse Red de investigación sobre murciélagos una sola salud (“Bat One Health Research Network”), cuyos científicos, entre los que se encontraban investigadores de CSU y “Rocky Mountain Laboratories”, estaban desarrollando vacunas “vectorizadas escalables” y “autodiseminadas”para propagarse de forma contagiosa entre los murciélagos.

Estas vacunas están supuestamente destinadas a prevenir la “aparición y propagación” de posibles virus pandémicos de murciélagos a humanos. Sin embargo, ya en 2020 se planteó la preocupación por las consecuencias imprevistas de la liberación en la naturaleza de “vacunas” autopropagadas mediante ingeniería genética.

Una sola salud de murciélago (“Bat One Health”) también hace referencia a Una sola salud(“One Health”),“que pretende ser “un enfoque integrado y unificador para equilibrar y optimizar de forma sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas”, pero que, según algunos expertos, rebaja la salud humana al nivel de la de los animales y pretende vigilar y controlar toda la vida en la Tierra.

Se dice que el término “Una sola salud” fue acuñado por primera vez por la “EcoHealth Alliance”, que hoy es una firme defensora de este concepto.

A 30 de marzo de 2020, un correo electrónico obtenido por USRTK de Doctor Tony Schountz Jonathan Epstein, vicepresidente de Ciencia y Divulgación de “EcoHealth Alliance”, habla de la importación de murciélagos y ratas infectados con patógenos peligrosos como el Virus Lassa..

En otra serie de correos electrónicos de 2018, Schountz se comunicó con científicos del Instituto de Virología de Wuhan. En un correo electrónico del 30 de octubre de 2018, Schountz propuso una “asociación informal” entre la CSU y el laboratorio de Wuhan, que implicaba la “colaboración en proyectos relevantes” relacionados con virus transmitidos por murciélagos y arbovirus.

Como indicación de la conexión entre la investigación prevista en las nuevas instalaciones y COVID-19, la doctora Rebekah Kading, Ph.D., profesora adjunta del Departamento de Microbiología, Inmunología y Patología de la CSU, declaró: “Esta instalación es especialmente oportuna teniendo en cuenta la actual pandemia de COVID-19, ya que algunos grupos de murciélagos tienen una asociación evolutiva con los coronavirus”.

Según CSU, la universidad tiene una asociación con Zoetis, que describe como “la empresa líder mundial en salud animal”, “para la construcción en 2020 de un laboratorio de investigación incubadora en el Centro de Innovación de Investigación en el campus Foothills.”

Zoetis previamente era “Pfizer Animal Health”, antes de separarse de Pfizer en junio de 2013.

Las grandes farmacéuticas y los NIH, interesados en desarrollar vacunas relacionadas con virus que se investigarán en las nuevas instalaciones de la CSU

Las grandes farmacéuticas han mostrado su interés por desarrollar vacunas de ARNm contra muchos de los mismos patógenos mortales que se investigarán en las nuevas instalaciones de la CSU.

Por ejemplo, en julio de 2022, Moderna anunció el lanzamiento de su ensayo clínico de fase 1 del candidato a vacuna mRNA-1215, “diseñado para luchar contra el virus Nipah.” La vacuna se desarrolló en colaboración con el Centro de Investigación de Vacunas del NIAID.

En una Declaración del NIHFauci afirmó que “el virus Nipah representa una amenaza pandémica considerable porque muta con relativa facilidad, causa la enfermedad en una amplia gama de mamíferos, puede transmitirse de persona a persona y mata a un gran porcentaje de las personas a las que infecta”, y añadió que “la necesidad de una vacuna preventiva contra el virus Nipah es significativa”.

Los esfuerzos para desarrollar una vacuna contra el virus Nipah se remontan al menos a enero de 2017, cuando CEPI (“Coalition for Epidemic Preparedness Innovations”) publicó una convocatoria de propuestas para el desarrollo de vacunas contra los virus Nipah y Lassa y el MERS, poco después de su lanzamiento oficial en la reunión de ese año del Foro Económico Mundial.

Los investigadores de “EcoHealth Alliance” llevan tiempo interesándose por virus como el Nipah. Por ejemplo, Epstein es coautor de un artículo publicado en 2006 en la revista “Current Infectious Disease Reports” titulado “Virus Nipah: impacto, orígenes y causas de su aparición” (“Nipah virus: impact, origins, and causes of emergence“).

Por aquel entonces, Epstein estaba afiliado al “Consortium for Conservation Medicine”, que más tarde se fusionó con “Wildlife Trust” para convertirse en “EcoHealth Alliance”.